Daedal, la cosplayer chilena que hace historia: "Hace 10 años era impensado"

Daedal (27) comenzó en el mundo del cosplay hace más de 10 años. Una larga trayectoria que estos días han cobrado más valor para ella al estar invitada como jurada en la Japan Weekend de Madrid, uno de los eventos 'geeks' más grandes de Hispanoamérica que se realizará en la capital española entre el 12 y 13 de febrero.

- ¿Cómo surgió ese interés en hacer cosplay?
- Siempre tuve gusto por lo geek, viendo animé o metida en el mundo de los videojuegos desde los siete años. Jugaba Pokemón, tenía mi Nintendo 64. A medida que fue creciendo fui yendo más allá. Llegó a mí el mundo del Internet, cuando tenía 13 ó 14 años. A través de eso empecé a ver que había gente que se personificaba de sus personajes favoritos y me llamó mucho la atención. Lo vi súper lejano en realidad. Ya cuando salí del colegio, vi que había una comunidad de eso en Chile y todo empezó definitivamente cuando me hice fan de un videojuego y dije ya, este es el empujón que necesitaba para entrar en ese mundo.

- ¿Se acuerda cuál fue su primer cosplay?
- Si, sí. Oficialmente hice un cosplay de Itachi, por ahí en el 2007, pero por suerte no hay registro de esa abominación jajajaja. Después de eso no lo volví a intentar hasta 2012, cuando hice un personaje de Skyrim.

- He escuchado decir que en el cosplay se busca transmitir una nueva personalidad, además de representar el vestuario de un personaje. ¿Siente que es así?
- Si, definitivamente. Hay mucho tema que hablar. Soy psicóloga y no puedo evitar meter un poco del tema. Siento que, como cualquier arte, el cosplay es una forma de expresarse, de expresar cosas que tenemos dentro de nosotros que de otra forma no sabríamos cómo hacerlo. Se hace desde una temática interpretativa, media teatral. Siento que todos nosotros, al elegir el personaje que queremos cosplayar, de cierta forma estamos eligiendo una parte de nuestra identidad que queremos mostrar frente a las personas. Por lo mismo me siento cómoda de representar a ese personaje frente a otras personas.

- Mucha gente no ve bien el tema del cosplay y todo lo relacionado con la cultura japonesa. ¿Es cosa del pasado o todavía está ese estigma?
- Siempre hay rastro, pero ahora está mucho más normalizado. Yo recuerdo que hace 10 años era impensado encontrar comercio local relacionado al cosplay, siempre había que importar o hacer desde cero. O buscar en otro tipo de comercio. Hoy en día no solo tenemos comercio dedicado al cosplay en Chile, con tiendas físicas y en línea, sino que también he visto que hay muchos chicos, que recién están empezando en el cosplay, que se juntan a divertirse o ir a comprar vestidos de cosplay. Eso antes era casi impensable. El ir por la calle en cosplay sin que alguien te gritara algo de un auto o te miraran feo en el metro. Ahora la gente mira con curiosidad.

- ¿Es posible vivir del cosplay en Chile o Latinoamérica?
- Es muy difícil. Siento que en Chile el arte todavía se ve como algo secundario y no algo que puede ser la principal fuente de trabajo de alguien. Más que trabajo, que alguien se puede dedicar a ello. Hay muchos artistas chilenos, de varios ámbitos, que han tenido que irse a México para recién hacer crecer su carrera. Estamos hablando de músicos, artistas visuales, drag queen, cosplayer, creadores de contenido. México es lo más cercano que tenemos a un ambiente que permite profesionalizar y monetizar estos tipos de artes para poder subsistir de ellos.

- Hay gente que sexualiza el tema del cosplay, pese a que no todos tienen este foco. ¿Cómo se combate ese machismo y sexualización?
- Es un tema delicado. No confundamos el hecho de que sí hay cosplayer que se dedican más al ámbito erótico y está súper bien porque hay distintos tipos de cosplay. Quienes quieran hacer erocosplay tienen todo el derecho. El problema es el machismo que sexualiza sin consentimiento del cosplayer cualquier tipo de contenido y los lleva a cometer acciones, como por ejemplo comentar o asumir que la persona está dando un consentimiento para tener diferentes comportamientos cuando se la encuentran en eventos. Está el movimiento “Cosplay no es consentimiento”. Independiente de que erótico o sexy sea el personaje que se está haciendo, nadie tiene el derecho a hacer algo con eso sin el consentimiento del artista

- ¿Cómo se hace para juzgar una competencia de cosplay?
- Ahí depende de las bases del concurso, pero generalmente se suelen medir aspectos que puedan ser objetividades, como por ejemplo la calidad de los materiales que se usan, la originalidad, el parecido con el personaje. Y después todo el lado de la interpretación y presentación. Si la presentación se entendió o la persona pudo moverse y mantener el personaje desde que se subió hasta que se bajó del escenario. Medimos tanto el proceso de cómo se realiza el trabajo y su resultado, como también la interpretación y lo que se ve sobre el escenario.

- ¿Qué evento a futuro le llama la atención para participar como jurado o participante?
- Difícil pregunta. Recién se están reactivando los eventos por el tema de la pandemia. Antes de esto no había estando pensando tanto en ello, pero ahora me gustaría seguir apuntando al exterior.