Cine
Grandes y no tan grandes películas de vikingos
A la espera del estreno de Valhalla, el spin-off de Vikingos, aquí va una selección de películas y series con las que hacer más corta la espera.
Los Vikingos (1958)
La película de Richard Fleischer pasa por ser una de las que mejor ha reflejado la cultura vikinga en el cine. Está protagonizada por Tony Curtis y Kirk Douglas, quien además era el productor. El actor eligió personalmente a Fleischer por la buena sintonía que tuvieron en su anterior proyecto, Veinte mil leguas de viaje submarino. Pero Douglas, en palabras del cineasta, se mostró como un productor muy “exigente” y la relación se deterioró, haciendo gala a su fama de “el hombre más odiado de Hollywood”. Douglas no ahorró y quiso que se rodara en paisajes de Noruega. Cuenta la historia de Ragnar Lodbrok (Ernest Borgine) y sus hijos. Para siempre quedará la escena de Kirk Douglas saltando de remo a remo en un drakkar mientras el barco llega a puerto, a pesar de ser un prodigio físico se cayó varias veces en las heladas aguas del fiordo. La película, que pasa ahora por ser una de las mejores de aventuras de los 50, fue en su día maltratada por la crítica.
El Guerrero Número 13 (1999)
Protagonizada por Antonio Banderas, está basada en una novela (Devoradores de Cadáveres) de Michael Crichton, el mismo autor de Parque Jurásico. La película narra las aventuras de un grupo de vikingos que tiene que hacer frente a una extraña tribu caníbal, en la película no se explica, pero en el libro se deja claro que eran Neandertales. La cinta, que es un sinsentido, fue dirigida por John McTiernan, pero como a Crichton no le gustó el resultado decidió cambiar algunas escenas y la banda sonora, que terminó en manos de Jerry Goldsmith. Omar Sharif quedó tan disgustado del proyecto que abandonó el cine por un tiempo.
Erik el Vikingo (1989)
Terry Jones, actor y director de las grandes películas de los Monty Python, firma esta comedia de aventuras inspirada en una novela suya y que está protagonizada por Tim Robbins, Mickey Rooney y John Cleese. Terry utiliza todos los elementos de la mitología nórdica para crear una cinta entretenida y en la que no falta su particular sentido del humor. La historia cuenta como un grupo de guerreros, hastiados de matar y saquear, viajan hasta Asgaard para destruir a Fenrir, el lobo monstruoso que está destinado a terminar con Odín.
Los invasores (1963)
Richard Widmark engañó a su amigo Sidney Poiter para que se embarcara en el proyecto dirigido Jack Cardiff, director de fotografía de Los Vikingos. La filmación se llevó a cabo en Yugoslavia y en palabras de Poiter fue el peor sitio en el que rodó. La cinta narra la historia de cómo un grupo de vikingos viaja hasta Bizancio, algo que realmente ocurrió, para robar un tesoro legendario. Pero aquí acaba todo rigor histórico para un film entretenido que ha envejecido mucho peor que el de Douglas.
Pathfinder (2007)
Marcus Nispel, fue el encargado de perpetrar este remake de Pathfinder, el guía del desfiladero, película noruega candidata al Oscar en 1987. El alemán cambió el escenario, llevó los vikingos hasta Norteamérica y los enfrentó a las tribus nativas. La película es un espanto de principio a fin, ni la historia tiene sentido ni los personajes resultan creíbles en ningún momento. Además, para aumentar el terror que inspiraban los saqueadores nórdicos, Nispel mantuvo la idea de ponerles cuernos a sus cascos y montarlos a caballo, dos hechos que históricamente no se dieron. El capricho de los adornos obligó a crear yelmos especiales de goma porque los actores se hacían daño con los metálicos, además estos ya estaban poco contentos con las durísimas condiciones del rodaje en mitad de la nieve y semidesnudos. El desastre llegó a tal nivel que Los Ángeles Times la calificó como “una de las películas más divertidas del año. Y eso no son buenas noticias para este intento de film de acción y aventuras”.
Beowulf (2007)
El faraónico proyecto de animación de Robert Zemeckis está basado en un antiguo poema épico anglosajón del mismo nombre, que cuenta en su primera parte como un héroe gauta acude en ayuda de los daneses para hacer frente a un monstruo gigantesco y en su segunda parte, ya como rey de los nórdicos, hace frente a un dragón. Zemeckis contó para su película con Anthony Hopkins, Angelina Jolie, Ray Winstone y John Malkovich. Para el rodaje el director estadounidense utilizó 300 cámaras y un conjunto de efectos de animación que fueron entonces punteros, pero la crítica y el público recibieron la cinta con frialdad, a pesar de reconocer que técnicamente era un portento.
Outlander (2008)
Howard Mccain, que tenía en mente hacer Beowulf, mete en una coctelera La Cosa, Alien y Vikingos para crear una superproducción que, a pesar de su gran reparto, no termina de levantar cabeza. Un monstruo espacial (Moorwen) llega a la Tierra en el año 509 perseguido por otro alienígena con forma humana. Este cae en manos de los vikingos y tras ganarse su confianza recibe su ayuda para acabar con la amenaza. Ni las presencias de Jim Caviezel, John Hurt y Ron Perlman hacen olvidar la nefasta recreación de la criatura, cuya presencia solo funciona cuando no aparece en cámara. Un batiburrillo de géneros que se ve empeorado por unos diálogos insustanciales.
Northmen: A Viking Saga (2014)
Película de origen suizo que narra las aventuras de un grupo de vikingos bajo el mando de Asbjörn que, tras naufragar en las costas de Escocia, deben alcanzar territorio danés en Inglaterra. La cinta está llena de tópicos, pero resulta entretenida tanto por la espectacularidad de los paisajes como por las escenas de acción. El viaje por tierras enemigas, ya de por sí peligroso, se complica cuando secuestran a la hija del caudillo local.
El último Rey (2016)
Nils Gaup, director de la versión buena Pathfinder, recurre de nuevo a la historia de Noruega para crear una película épica. En mitad de la guerra civil que asola el país y con el rey moribundo, dos guerreros reciben el encargo de ocultar y defender al heredero legítimo al trono de sus enemigos. Destaca por lo bien rodadas que están las escenas de acción, en especial en las que se utilizan esquíes, un recurso inédito en este género.
Trilogía de los Vikingos (1984-1988-1991)
El director islandés es el autor de tres películas (Ojo por ojo, La sombra del cuervo y El vikingo blanco) que están claramente inspiradas en western clásicos y en las películas de samuráis de Akira Kurosawa. La fórmula resulta efectiva y las tres cintas están muy por encima del nivel medio del género.
Valhalla Rising (2009)
El danés Nicolas Winding Refn firma una de las películas mas inquietantes e interesantes sobre los vikingos. Para ello cuenta con la presencia imponente de Mads Mikkelson, que no tiene una sola línea de diálogo en todo el film. El actor interpreta a un guerrero tuerto que tras liberarse de su esclavitud se embarca junto a unos cruzados en un barco que les conduce a unas tierras ignotas donde les atacan enemigos fantasmagóricos. Esta parte de la película, en la que se ve la degradación progresiva de los guerreros, está claramente inspirada en El Corazón de las Tinieblas de Conrad. Refn es tremendamente explícito en las escenas de violencia y consigue crear una atmósfera desasosegante.
Vikingdom (2013)
En plena fiebre del 3D llega esta locura malaya que hace buenas a todas las películas anteriores. Vikingos que vuelan en batallas al estilo Tigre y Dragón (2000), un Thor con el pelo rojo que se dedica a asesinar a diestro y siniestro, un guerrero vikingo resucitado como protagonista y unos efectos especiales que da pena verlos. Las interpretaciones están a la altura de una historia que no tiene ni pies ni cabeza y de mala que es resulta divertida. Digamos que es el Sharknado del género. Probablemente entre en la historia del cine como una de las peores películas jamás rodada.
The Last Kingdom (2015-)
La serie de la BBC sobre los conflictos entre sajones y daneses ha tenido la mala suerte de compartir marco temporal con Vikings, pero tanto por su enfoque histórico como por su parte aventurera tenía todas las papeletas para convertirse en el gran referente del género. Está basada en la vida de Uhtred de Bebbanbuf, personaje literario del que sirve Bernard Cornwell para contar el origen de Inglaterra. Este señor de la guerra, criado entre daneses, es la pieza fundamental que utiliza Alfredo El Grande para unificar los distintos reinos de la isla. A pesar de su buena acogida, Netflix ha decido que la próxima temporada, la quinta, sea la última. Para aquellos que les guste la novela histórica de acción siempre encontrarán refugio en la saga de Vikingos, Sajones y Normandos (que lleva 13 entregas).
Vikingos (2013-2020)
Uno de los grandes fenómenos de los últimos años en televisión nació como un proyecto del canal History para explicar las costumbres de los vikingos. Pero la serie creada por Michael Hirst tuvo tal éxito de audiencia que acabó convirtiéndose en una superproducción y en una de las más caras de la historia (4 millones por episodio). La pareja Ragnar Lodbrok-Lagertha y sus cinco hijos (Björn, Ivar, Ubbe, Hvitsärky Sigurd) son los protagonistas de una saga que ha convertido a los vikingos en un fenómeno de masas y que ha acercado su cultura, sus viajes y sus batallas al gran público. Por su origen se ha puesto un especial cuidado en la recreación de vestimentas, armamento y lugares donde discurre la acción, que abarcan grandes zonas geográficas: norte de Europa, Inglaterra, norte de África, Francia y Rusia. Las batallas, en especial los asedios, son espectaculares.
Norsemen (2016-)
Serie de origen noruego en clave de sitcom que se centra en las relaciones entre los habitantes de un pueblo nórdico en el siglo VII. No tiene nada que ver con Vikingos y emparenta mejor con The Office, eso sí, no se ahorra la violencia inherente a los pueblos del norte. El resultado, por original, es divertido y su humor es a veces fino y otras veces escatológico. Hay traiciones, lucha por el poder, enamoramientos y un cierto toque de crítica social.