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ShadowMan Remastered

ShadowMan Remastered

Porque somos muchos

Shadow Man Remastered, análisis. La mejor versión de un clásico de los 90

Acompañamos una vez más a Mike LeRoi en su viaje a través de la Zona Muerta. La aventura de terror de Acclaim está de vuelta, y ahora es mejor que nunca.

Actualizado a

Los aficionados a los videojuegos están viviendo una época en la que no hay tiempo para el aburrimiento. Por un lado, la llegada de la nueva generación promete un sinfín de nuevos proyectos que ilusionan a millones de usuarios. Por otro, la fuerte presencia de remakes, remasterizaciones, recopilatorios y reboots abre la puerta a una oportunidad de oro para descubrir —o volver a disfrutar— muchos de los clásicos que marcaron el camino de la industria hace varias décadas.

Hoy ponemos el foco en una aventura de terror muy especial que aterrizó en 1999 en PC, Dreamcast, PlayStation y Nintendo 64: Shadow Man, el título de la extinta Acclaim. El juego nació como alternativa al survival horror tradicional y consiguió erigirse como un metroidvania en tres dimensiones que no dejó indiferente a nadie. En esta ocasión, ha sido Nightdive Studios quien nos ofrece la posibilidad de jugarlo en una versión ampliamente superior a la obra original.

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El señor de la Zona Muerta

“Legión, porque somos muchos”, es la afirmación con la que un demonio de origen desconocido se presenta ante el mismísimo Jack el Destripador en lo más profundo del subsuelo de Londres. Lo hace mientras la Sonata Claro de Luna Beethoven envuelve la escena en un ambiente de tormento y tristeza. ¿El interés de Legión en el archiconocido asesino en serie? Nada más y nada menos que sus conocimientos en arquitectura; el plan consiste en llevar a cabo un sacrificio que le permita cruzar el umbral hacia el mundo de los muertos y construir allí una gigantesca catedral llamada El Asilo.

Este lugar es una especie de conducto, diseñado para que las tropas demoníacas puedan acceder al mundo de los vivos y desatar el Armagedón. Además, Jack no está solo, pues forma parte de Los Cinco, un grupo formado por asesinos en serie que ya han aceptado el pacto, en el que ningún miembro está por encima de otro. Por supuesto, nuestra principal enmienda en la piel del protagonista, Michael LeRoi, es hallar el modo de navegar entre ambos planos y poner fin al malvado plan de Legión.

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Hay un elemento inconfundible por el que Shadow Man ya destacó en su día, y que sigue vigente a día de hoy: la perturbadora atmósfera que rodea al título. Esa combinación entre el horror carnal y la deprimente temática industrial, unida a la apuesta de sus creadores por atormentarnos a través de los oídos (algunos temas y efectos son realmente incómodos por lo que representan), da lugar a una experiencia macabra, tétrica y muy similar a la que hizo de Silent Hill algo tan especial. Dicho sea de paso, ambos títulos debutaron en 1999, con apenas unos meses de diferencia.

Una aventura repleta de matices

El título de Acclaim se puede definir de muchas formas: aventura de acción, survival horror o metroidvania son algunas de ellas. Porque hay un elemento en el que destaca, y mucho, por encima de la media: el diseño de niveles, una auténtica obra de ingeniería. El mundo de Shadow Man se divide en varias áreas, pertenecientes tanto al mundo de los vivos, como al de los muertos. A partir de ahí, y a pesar de que los niveles se suceden uno tras otro, la cantidad de zonas que acaba estableciendo conexiones con otras es impresionante. Y no solo eso: la complejidad de los escenarios exige que permanezcamos alerta ante cualquier esquina, rincón o saliente.

Es realmente fácil acabar desorientados, sin saber que hacer y con la sensación de haber pasado varias veces por la misma sección. En este sentido, el backtracking del juego es muy inteligente, pues a menudo recibimos mejoras o artefactos vudú que nos permiten acceder a lugares que habíamos olvidado debido a las horas que han pasado desde que los dejamos atrás. Para que os sirva de ejemplo, hay secretos en el primer nivel que no son posibles de alcanzar hasta la recta final de la aventura.

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Shadow Man es único en su especie; su mundo es muy profundo y la exploración es el mayor desafío que plantea. Lo hace sin ofrecer ningún tipo de mapa o punto de ruta, aunque nos permite teletransportarnos al epicentro de cada nivel en un abrir y cerrar de ojos. La sensación de progreso, por su parte, recuerda a lo gratificante que resultaba completar el 100% de clásicos como Super Mario 64, Banjo-Kazooie o Jak and Daxter: El Legado de los Precursores, entre otros. Eso sí, aquí no tenemos estrellas, piezas de puzle ni esferas precursor, sino almas oscuras. Curiosamente, la cifra total también es de 120, aunque podemos completar el juego con muchas menos en unas 15-20 horas.

Un gran trabajo de remasterización

A diferencia de lo visto en otros clásicos que durante los últimos años han regresado a la vida de la mano de Nightdive Studios (Forsaken, Turok: Dinosaur Hunter, Turok 2: Seeds of Evil), el tratamiento que ha recibido Shadow Man ha sido muy distinto. En esta ocasión no estamos ante un discreto paso por el taller, sino ante una importante transformación capaz de adaptar el título a los tiempos que corren, aunque sin renunciar a ninguna de sus señas de identidad. La banda sonora ha sido ajustada con temas inéditos y arreglos en algunas de sus melodías más representativas, y el apartado gráfico cuenta con nuevas texturas y un gran trabajo en lo que a luces y sombras se refiere.

Por supuesto, el juego funciona como una roca en alta resolución. Por si fuese poco, los responsables del proyecto han dado lo mejor de sí en dos elementos que no habían envejecido precisamente bien: la cámara y el sistema de control. La necesidad de mover la cámara mediante 4 segmentos es historia; ahora la manejamos libremente con el stick derecho, tal y como si de un título moderno se tratase. En cuanto al control, Mike se desplaza con más agilidad y precisión que nunca, algo que mejora notoriamente las secciones plataformeras de la aventura, que no son pocas. Dos aspectos clave, que en su momento nos llevaron a ver muchos carteles de “Game Over” en las situaciones más exigentes del juego.

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Pero hay algo más: el estudio ha recuperado una serie de contenidos que fueron descartados de la obra original. Lo más destacable es que no solo resultan de lo más interesantes; también se integran con sumo acierto al desarrollo principal. Desde nuevos niveles hasta zonas inéditas que expanden algunas que ya conocíamos, y que incluso modifican la ubicación de algunos jefes finales y momento relevantes para la historia. En definitiva, si tenemos en cuenta que no estamos ante un remake, podemos afirmar sin miedo que es uno de los mejores trabajos de remasterización que hemos visto en mucho tiempo. Una oportunidad fantástica para descubrir —o volver a disfrutar— de Shadow Man, que se ve, se oye y se juega mejor que nunca.

Conclusión

Shadow Man fue un gran juego en su día, y ahora ofrece la oportunidad de disfrutarlo más que nunca gracias a un fantástico trabajo en lo que a la remasterización se refiere. Los elementos que peor habían envejecido han sido rediseñados para adaptar la experiencia a los tiempos que corren y los nuevos contenidos amplían considerablemente la aventura. Una oportunidad de oro para conocer —o volver a vivir— un auténtico clásico de los años 90. Además, en esta ocasión cuenta con voces en castellano, algo que no pudimos ver en todas las versiones disponibles en su momento.

Lo mejor

  • El renovado aspecto gráfico: texturas, luces, sombras...
  • Tanto el control como la cámara han sido rediseñados
  • Algunos ajustes en la banda sonora
  • La manera en la que se integra el nuevo contenido

Lo peor

  • Algún crasheo puntual
  • Se le nota el paso del tiempo en algunos elementos del desarrollo y mecánicas
8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.