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Chorus

Chorus

  • PlataformaXBO7.3STD7.3XBS7.3PS57.3PS47.3PC7.3
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorDeep Silver FISHLABS
  • Lanzamiento03/12/2021
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorDeep Silver

Review

Chorus, análisis. El sandbox del espacio exterior

Nos subimos a la Forsaken en la piel de Nara y exploramos el sistema en busca de respuestas mientras ayudamos a los habitantes de un lugar inhóspito.

Deep Silver Fishlabs es un estudio conocido, principalmente, por su trabajo a los mandos de la franquicia Galaxy on Fire. Más de una década de historia en la que no son pocos los títulos de temática espacial que nos ha dejado, especialmente los diseñados para dispositivos Android e iOS. Sin ir más lejos, el juego del que hoy os hablamos es su primer gran proyecto pensado exclusivamente para consolas de nueva generación: Chorus, una aventura de mundo abierto ambientada en un lejano —y homónimo— sistema.

Adentrarnos en “un mundo que invita a explorar”. Esta es la primera de las premisas jugables y conseguirlo era el gran desafío del estudio, según nos comentaron cuando tuvimos la oportunidad de charlar con ellos hace unos meses. Y lo han conseguido gracias al interés de Nara, la protagonista, en hallar respuestas sobre su propia naturaleza, luego de abandonar por decisión propia a los suyos tras descubrir que algo oscuro se ocultaba en los planes de sus líderes. Algo en lo que ella misma participó, y de lo que no se siente precisamente orgullosa.

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La Forsaken: una extensión de Nara

La manera en la que los responsables del título han decidido contarnos la historia del mismo nos ha parecido muy original. Forsaken es el nombre que recibe la nave que controlamos, y que es nada más y nada menos que especie de proyección de la personalidad de Nara. A menudo, la exploración en solitario en mitad de un océano de estrellas se ve acompañada de las conversaciones que tienen entre sí, aunque tal vez deberíamos decir “consigo misma”. Reproches, lamentos y muchas preguntas carentes de respuesta. El guion está marcado, en gran parte, por algo tan humano como la necesidad de redención, entre otros elementos que a menudo nos sitúan en un auténtico dilema moral.

En líneas generales, la historia resulta bastante interesante y ofrece una cantidad de momentos más que suficiente para mantenernos en vilo hasta los compases finales. Es algo digno de mención, pues no siempre es habitual en títulos que apuestan por soltarnos en mitad de un enorme mundo abierto. Sin embargo, tenemos que decir que el ritmo peligra en cuanto decidimos olvidarnos del hilo principal y dedicamos un buen puñado de horas a disfrutar de todas las actividades que pone sobre la mesa. Es un riesgo asumido por cualquiera que apuesta por el género sandbox, y no tenemos del todo claro cuál habría sido la solución para uno de estas características.

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¿El GTA del espacio?

No exactamente, pero tampoco se aleja demasiado de lo que podemos encontrar en los referentes de uno de los géneros de moda. Chorus es capaz de combinar una aventura de ciencia ficción marcada por su potente carga narrativa, con los ingredientes principales de la fórmula sandbox. En todo momento tenemos la posibilidad de seguir la misión principal gracias a nuestro mapa, pero resulta inevitable no dejarse llevar por los múltiples puntos de interés que encontramos mientras sobrevolamos el sistema. Hablamos, por supuesto, de las misiones secundarias.

Durante los primeros compases del juego, explorar libremente y dedicarnos a participar en las actividades que salen a nuestro paso es muy gratificante. Personajes que necesitan ayuda, navíos extraviados en los que hallamos pistas sobre tesoros e incluso pruebas tan variopintas como carreras y persecuciones, entre otras. Todo lo que hacemos tiene su recompensa en forma de créditos, ecos del pasado que aportan trasfondo a la historia y mejoras para la nave. Créditos que, por cierto, podemos emplear en cualquiera de las bases para desarrollar el armamento u otras características de la Forsaken como la potencia de sus escudos.

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Si hacemos referencia a las primeras horas es porque, lamentablemente, al cabo de varias todo se vuelve monótono. Las limitaciones de la temática son evidentes; muchas misiones se repiten y no son más que una excusa para acercarnos a un determinado lugar y pegarnos contra la flota del bando rival. A decir verdad, la sensación que nos deja Chorus es que va de más a menos, y una vez deja de sorprender, la repetitividad hace mella en la experiencia.

La acción, eso sí, es bastante divertida gracias al control de la nave, una de las cosas que más nos ha gustado. Manejarla es una auténtica delicia gracias a la precisión con la que podemos iniciar la marcha, mantenerla y desplazarnos en cualquier dirección. Un simple toque al stick y no tenemos que tocar nada más para que la nave se mueva “a ralentí”, como si de un coche se tratase. Lo mismo sucede a la hora de pasar a la acción: las ayudas en la puntería nos permite acertar gran parte de los disparos, dando lugar a que nuestra habilidad a la hora de localizar al objetivo y esquivar sus ataques sean el verdadero desafío que plantea cada batalla.

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En resumidas cuentas, Chorus no solo nos ha parecido un buen juego; también una experiencia original… hasta que se agota. Es accesible para cualquier perfil de jugador y sabe jugar bien sus cartas. Historia, ambientación y sensaciones a los mandos funcionan realmente bien, pero la escasa variedad de objetivos a medio plazo pesan y se echa en falta una mayor inspiración para resolver algunas situaciones. Con todo, el conjunto es sólido y se apoya en una factura técnica importante: 60 imágenes por segundo y una dirección de arte que hará las delicias de cualquier amante de la ciencia ficción.

Conclusión

Más allá de ser “un juego de naves”, Chorus emplea con acierto algunas de las reglas características del género sandbox. Con un control exquisito, altas dosis de acción y una historia que —a veces— se pone interesante gracias a su particular manera de contarla al jugador, Deep Silver Fishlabs da un salto con el que es, sin lugar a dudas, la mayor producción en la que ha trabajado hasta la fecha. No está exento de problemas, pues la repetición de objetivos acaba pesando más de lo que nos gustaría, pero ofrece una experiencia intensa, muy agradable para los sentidos y, lo más importante, divertida.

Lo mejor

  • El control es la nave es una auténtica delicia
  • Rendimiento técnico muy sólido en consolas
  • El conjunto audiovisual es muy potente.
  • La premisa de la historia es interesante…

Lo peor

  • …aunque sufre para mantener el ritmo
  • La monotonía; falta variedad en las misiones
7.3

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.