Call of Duty: el jefe de Treyarch deja la empresa acorralado tras las acusaciones de acoso

The Wall Street Journal ha lanzado la bomba y su onda expansiva ha alcanzado a Dan Bunting, hasta ahora uno de los dos responsables de Treyarch. De acuerdo con el artículo, el directivo ya ha abandonado el estudio especializado en títulos de la saga Call of Duty. Lo ha hecho cuando la investigación del periódico lo ha cercado, puesto que ha salido a la luz un presunto incidente ocurrido en 2017.

Según publica The Wall Street Journal, el departamento de recursos humanos investigó el suceso, que tuvo lugar después de una noche en la que el alcohol fue protagonista. Esta situación de presunto acoso llegó a las más altas instancias, y aunque el mencionado departamento recomendó la destitución de Bunting, el propio Bobby Kotick, consejero delegado de Activision Blizzard (ahora también salpicado e implicado por los hechos), decidió mantenerlo en su posición.

Un representante de Activision ha confirmado la noticia: “Después de estudiar acciones potenciales a la luz de esa investigación, la empresa decidió no despedir al señor Bunting. En su lugar, impuso otras medidas disciplinarias”. La gigante norteamericana no ha detallado en qué consistieron exactamente esas medidas.

Dan Bunting era uno de los desarrolladores más veteranos de Treyarch, los creadores de juegos como Spider-Man 2, Call of Duty: Black Ops III o Call of Duty Black Ops: Cold War.

Todo llega hasta Bobby Kotick

Bobby Kotick ha sido acusado de maltrato a mujeres. El artículo en cuestión recalca que el directivo tenía conocimientos de lo que estaba ocurriendo en la empresa, aunque trató de ocultarlo. Explican que Kotick envió amenazas de muerte a través de un audio, un asunto que se resolvió fuera de los Tribunales. La empleada, despedida, fue compensada presuntamente con 200.000 dólares a cambio de su silencio.

Los casos de acoso sexual se han sucedido en varios de los estudios de Activision Blizzard. Además de Blizzard Entertainment y Treyarch, se hace referencia a una presunta violación ocurrida en Sledgehammer Games, el estudio detrás de Call of Duty: Vanguard, título que acaba de salir al mercado.

Fuente | The Wall Street Journal