Clid the Snail, el cuento del caracol que se convirtió en guerrero

Clid the Snail es el primer videojuego de Weird Beluga Studio, un pequeño equipo afincado en Madrid compuesto por cinco amigos unidos por la pasión de esta industria. Pero la trayectoria de los españoles comenzó algo antes de su colaboración con Koch Media: fueron los ganadores de la cuarta edición de los premios PlayStation Talents, un impulso que les ha llevado a reunir más fuerzas si cabe para llegar al momento en el que nos encontramos.

En MeriStation acudimos a su presentación virtual para conocer de primera mano cómo se desenvuelve la propuesta, además de poder probar sus primeras horas en una build anticipada.

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¿Qué es Clid the Snail?

Muchos os preguntaréis la naturaleza de Clid the Snail. Hablamos de un top down shooter que busca alejarse de la adrenalina habitual del género para sumergirnos en un intercambio de plomo pausado, incluso más íntimo de lo habitual. No encontramos florituras ni elementos eleven constantemente el ritmo. Quizá la palabra más adecuada sería ‘estratégico’, ya que el escenario ofrece oportunidades que aprovechar.

Sus responsables nos explican que el proyecto nace de una idea graciosa: “¿Qué pasa si cogemos un caracol, le damos forma humana y le hacemos un héroe de acción dentro de un universo de ciencia ficción oscura?”. El resultado, como podéis ver en estas líneas, nos deja una imagen carismática. Con muy poco han logrado crear una identidad férrea; una vez lo conoces, sabes qué es Clid en un solo vistazo rápido.

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La historia cuenta con un trasfondo personal. El contexto que se nos presenta es un universo donde los humanos ya no existen. En este mundo en miniatura conviven multitud de animales e insectos, que poco a poco han ido evolucionando y formando sus propias colonias. Por cuestiones que no revelaremos, Clid termina siendo exiliado de entre sus compañeros. El equipo pretende narrar las vivencias de un individuo que no encaja en su lugar de origen, alguien que busca nuevos horizontes donde poder sentirse (de alguna manera) vivo.

Sobre la jugabilidad, el equipo explica que al diseñar el sistema de combate quisieron hacerlo “más metódico”, y una de las claves fue reducir, por tanto, el ritmo. Diseñaron las armas que sean muy diferentes entre sí, de forma en que ninguna es obligatoria para vencer a los enemigos, pero al mismo tiempo algunas son más fuertes que otras frente a ciertos arquetipos. Aunque no todo es combatir: habrá momentos donde encontraremos pequeños rompecabezas que aporten variedad al desarrollo.

Impresiones

La porción jugable a la que hemos tenido acceso corresponde a los primeros compases del juego, donde podemos aclarar las preguntas más recurrentes que teníamos antes de comenzar. El tacto del control es realmente bueno. Es suave, preciso, a la altura de lo que podemos esperar de un título de este género. Los primeros enemigos actúan como masillas, pero dejan entrever cómo funcionan las cajas de impacto.

Uno de los elementos que más atraen nuestra atención es el aura de misterio que transmite el escenario. Cuando hablamos de ciencia ficción oscura, lo hacemos con todas las letras. Los primeros niveles son lúgubres, transmiten la pérdida de esperanza por un mal antaño conocido. Apunta realmente bien.

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La estructura de Clid the Snail se apoya sobre tres pilares básicos: shooter narrativo, combate metódico y exploración en miniatura junto a puzles de todo tipo. Las armas, en algunas ocasiones, son la vía para completar los rompecabezas. No toman tanto protagonismo, pero se agradecen su presencia. El estudio promete que la duración de la aventura alcance entre las 8 y 10 horas.

¿Cuándo llegará? Muy pronto. En PS4 llegará en algún momento de lo que resta de verano, mientras que en PC debutará en una fecha posterior del 2021.