Horror Tales: The Wine
- PlataformaXBOPS5XBSNSWPC7PS4
- GéneroAventura, Acción
- DesarrolladorCarlos Coronado
- Lanzamiento30/07/2021
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorCarlos Coronado
Horror Tales: The Wine, análisis. Lo nuevo de Carlos Coronado
El desarrollador catalán nos sumerge en un viaje a través de una isla del mediterráneo. Una enfermedad, una botella de vino y mucho por descubrir.
Nos invitó a reflexionar con Mind: Path to Thalamus, nos mostró lo que se siente al ser perseguidos con Infernium, nos ayudó a ver la realidad que se oculta en lo más profundo del océano con Koral, y en esta ocasión, nos propone un viaje a una isla mediterránea asolada por una terrible pandemia. Es Carlos Coronado, el desarrollador catalán al que ya conocemos de sobra, y su nueva apuesta atiende al nombre de Horror Tales: The Wine, la primera entrega de lo que será una trilogía de títulos independientes.
La Fiebre de los Diablos
El juego apenas se toma un par de minutos para informarnos sobre una extraña enfermedad, que se ha cobrado la vida de incontables personas en una ciudad costera situada en una isla mediterránea. Eso y que nosotros, como protagonistas, necesitamos una botella de vino Banydebosc. Por alguna razón, desde el primer momento tenemos claro que gracias a ella encontraremos una cura para la Fiebre de los Diablos, que es el nombre que recibe la afección.
Nada más desembarcar en la ciudad, algo llama poderosamente nuestra atención: la manera en la que la soledad se funde con la belleza de un lugar imponente; resulta imposible no imaginar cómo serían las cosas en tiempos mejores. Callejones, casas, vistas espectaculares… No nos importaría vivir aquí, aunque nosotros solo hemos venido a por la dichosa botella. No vamos a desvelaros detalles de la historia, primero porque estamos ante una experiencia corta —pero intensa— y segundo, porque nada mejor que descubrirlo por vosotros mismos. En cualquier caso, lo único que podemos deciros es que pronto empezamos a notar que algo no va bien…
Terror a plena luz del día
No es la primera vez que hablamos sobre lo complejo que puede resultar comprender el estado en el que una persona entra cuando siente el miedo en sus carnes. Y es que, en muchas ocasiones, el terror también aparece a plena luz del día, en el lugar y momento menos esperado. El juego consigue crear una atmósfera propicia para generar tensión sin importar si estamos en mitad de una plaza, contemplando un bello paraje bajo el sol del mediterráneo.
Es uno de los elementos que más nos han gustado, ya que los momentos en los que la tensión podría cortarse con un cuchillo se complementan a la perfección con otros mucho más tranquilos, en los que la incertidumbre nos acompaña de manera permanente. El ser consciente de que alguien —o algo— nos vigila y la soledad que mantiene afligida a una ciudad con un pasado terrible, así como ciertos viajes a lugares abstractos que surgen en alguna que otra ocasión, son los ingredientes adecuados para dar lugar a una experiencia molesta, en el buen sentido de la palabra. Horror Tales: The Wine ofrece una buena experiencia de terror a nivel ambiental.
En lo que a mecánicas jugables se refiere, la propuesta es simple y efectiva: exploramos escenarios, recogemos documentos que nos ofrecen detalles de la historia, anotamos alguna que otra pista en aras de resolver varios rompecabezas y jugamos con las físicas para mover objetos y tratar de avanzar en el viaje. En este sentido, los tintes de survival horror están ahí, si bien es cierto que no estamos ante un título especialmente profundo; a veces se asemeja más al tan de moda walking simulador.
Un viaje corto, pero intenso
Una de las claves de esta nueva incursión de Carlos Coronado reside en el acierto de ofrecer una experiencia bien medida, que no se alarga —ni se adorna— más de lo necesario para lograr lo que propone: contarnos una historia mientras viajamos por un viaje que se antoja corto, pero intenso. El título puede completarse en unas tres o cuatro horas, una cifra razonable teniendo en cuenta la tensión con la que jugamos y esa extraña manera en la que percibimos el tiempo cuando nos ponemos a los mandos de un juego de terror.
Tampoco se excede a la hora de ponernos frente a frente con los enemigos, de los que no vamos a desvelar detalles para no arruinaros la sorpresa. Si tomamos como referencia esas secciones de Infernium en las que nos tocaba darnos la vuelta y escapar de nuestros perseguidores hasta darles esquinazo, digamos que aquí funciona de una manera similar, pero mucho más acotada tanto en número, como en duración de las persecuciones. Además, la tensión que genera su presencia es impagable y nos brinda algunos de los mejores momentos del juego. Eso sí, no habría estado nada mal apostar por una mayor variedad de los mismos.
Horror Tales: The Wine ofrece una buena experiencia de terror, así como la calma necesaria para explorar una serie de escenarios bien diseñados. Si tenemos en cuenta sus virtudes y defectos, no hace nada especialmente mal, más allá de algún pequeño corte de ritmo en ciertas secciones. En cualquier caso, la primera parte de lo que será una trilogía merece una oportunidad por parte de los amantes del género; es uno de esos títulos que entran bien y se disfrutan hasta el final.
Por último, no podemos olvidarnos de la versión para consolas. En nuestro caso, hemos disfrutado del título en PS5, de cuyo port se ha encargado Jandusoft, y para nuestra sorpresa, el rendimiento es sólido en prácticamente todo momento. Por su parte, los controles son muy intuitivos y están perfectamente adaptados al mando. Es habitual pensar que una producción menor puede sufrir de diferentes problemas en este apartado, especialmente a la hora de trasladar la experiencia a consolas, pero nada más lejos de la realidad: no hay motivo alguno para pensar que Horror Tales: The Wine es una experiencia peor que otra en función de la plataforma.
Conclusión
En su segunda apuesta por aterrorizar a los jugadores, Carlos Coronado aboga por una experiencia completamente diferente a la que vimos en Infernium. Se trata de un título equilibrado, que se aleja de lo críptico a la hora de narrar su historia y que cuenta con un buen puñado de buenos momentos. La ambientación y la dirección de arte brillan con luz propia durante buena parte del desarrollo, mientras que el suspense se encarga de mantenernos pegado a la pantalla hasta el final. Corto, pero intenso.
Lo mejor
- La premisa argumental y cómo mantiene el suspense hasta el final
- Algunos escenarios son realmente espectaculares
- La versión para consola, muy sólida técnicamente
Lo peor
- Se echa en falta una mayor variedad de enemigos
- Algún que otro bajón de ritmo puntual
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.