Crean un parche para diabéticos que produce insulina
Se acabaron los pinchazos. El implante genera su propia dosis de insulina para ser administrada al portador.
La diabetes es una afección crónica autoinmune que se desencadena cuando el organismo pierde su capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia. Como resultado, una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo que ésta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) y dañando los tejidos con el paso del tiempo. Este deterioro causa complicaciones para la salud potencialmente letales.
Inyecciones de insulina
La Diabetes está dividida en tres tipos principales, siendo la diabetes de tipo 1 la que incluye a personas que necesitan inyecciones de insulina a diario. Sólo en Estados Unidos hay alrededor de 1,6 millones de personas que padecen diabetes de tipo 1, y cada día se diagnostican más de 100 casos en el país. La diabetes de tipo 1 puede controlarse con inyecciones de insulina, pero aunque para unos diabéticos es fácil compaginar la ingesta de insulina con la alimentación, el ejercicio y otras actividades, para otros no lo es tanto.
Los estudios estiman que menos de un tercio de los diabéticos de tipo 1 en EE.UU. alcanzan sistemáticamente los niveles de glucosa en sangre deseados. Y esos número crecen en cuanto se estudian en más países. Por ello, la tecnología trabaja en métodos para facilitar la vida a los diabéticos, que ahora contarán con un sistema nuevo que elimina uno de los pasos menos deseados: el pinchazo.
Un parche para evitar las inyecciones
Bioingenieros de la Universidad de Rice han aprovechado la impresión 3D y los biomateriales inteligentes para crear un nuevo implante para diabéticos de tipo 1 que produce insulina. El avance es el resultado de una colaboración de tres años entre los investigadores y la Juvenile Diabetes Research Foundation.
Los investigadores utilizaron células beta productoras de insulina fabricadas a partir de células madre humanas para crear un implante capaz de detectar y regular los niveles de glucosa en sangre respondiendo con la cantidad correcta de insulina durante un tiempo determinado.
Los investigadores Omid Veiseh y Jordan Miller llevan más de una década trabajando en el proyecto. El objetivo de los investigadores es demostrar que su implante puede regular adecuadamente los niveles de glucosa en sangre de los ratones diabéticos durante al menos seis meses. Para ello, deben diseñar células beta capaces de responder rápidamente a los cambios de glucosa en sangre. Lo ideal sería que las células productoras de insulina estuvieran a no más de 100 micras de un vaso sanguíneo.
Para ello, combinaron la pre-vascularización mediante bioimpresión 3D avanzada y la remodelación vascular mediada por el huésped.
Impresos en 3D
Esta combinación proporciona a cada implante "varias oportunidades de integración en el huésped". Las células del implante que producen insulina se protegerán con una fórmula de hidrogel que ha demostrado su eficacia para encapsular tratamientos celulares en esferas del tamaño de una perla. Tienen poros lo suficientemente pequeños como para "evitar que las células de su interior sean atacadas por el sistema inmunitario" y lo suficientemente grandes como para "permitir la entrada de nutrientes y la salida de la insulina".
Por tanto, hablamos de implantes que evitarían el trámite del pinchazo, a la par que acelerarían y simplificarían el proceso. De momento está en investigación, pero sin duda que estos parches auto-suministrables serían bien recibidos en la lucha contra la diabetes.