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Game Boy The Box Art Collection, rememorando la legendaria portátil de Nintendo

Más de 300 juegos y sus respectivas portadas, particularmente las japonesas, pasan por este nuevo libro que sirve de compañero al de Super Famicom.

Game Boy The Box Art Collection, rememorando la legendaria portátil de Nintendo

La decana Game Boy, que cumplió el pasado 21 de abril los 32 años, es una figura indispensable para entender la historia del videojuego, constituyéndose en el gran referente y primer éxito de algo tan establecido hoy en día como es el juego portátil. Siendo una de las consolas más vendidas y bendecida con cientos de juegos, el relato de su legado se puede afrontar desde todo tipo de ángulos como el del libro que nos ocupa: su historia a través de las cajas de los juegos que componen una parte representativa de su catálogo. Esto es lo que propone Game Boy The Art Box Collection, una lujosa publicación que nos permitirá apreciar la consola de Nintendo y sus juegos a través de las ilustraciones con las que las compañías trataban de captar nuestra atención y billeteras (o la de nuestros padres).

Hasta 369 juegos aparecen en este volumen, en el que se abarca versiones japonesas y occidentales de las cajas de Game Boy original, con especial predilección por las versiones originales y algunas rarezas que harán las delicias de los coleccionistas, como ediciones en cajas metálicas que sólo aparecieron en el país natal. Esto nos permite explorar un lado más desconocido del catálogo de la plataforma, y al mismo tiempo recrearnos la vista con algunas fantásticas ilustraciones repletas de personalidad, capturadas directamente a través de fotografías de alta calidad que nos permiten recrearnos en los detalles.

Juegos a través de sus portadas

Una de las ventajas de las carátulas japonesas es que había mucha más libertad para usar el espacio de la caja. En tanto que llevara en alguna parte el sello de Game Boy y la marca de Nintendo, el resto de la superficie estaba plenamente disponible para que los artistas desarrollaran su creatividad (ni siquiera había un sitio fijo para poner ese sello, podía ir tanto en la parte superior izquierda como en la parte inferior). Más allá de eso era vía libre y eso permitía que la variedad y originalidad de las ilustraciones fuera mayor, con algunos ejemplos impactantes. Mientras, en occidente Nintendo America había impuesto un encorsetado formato con cajas más anchas y cuadradas, con un enorme sello de “Game Boy” obligatorio en el lado izquierdo, homogeneizando el formato y dejando un espacio más encorsetado para “vender” el juego a través de su carátula. Buen ejemplo se puede encontrar en las cajas de los dos primeros Super Mario Land, las dos con bellas y coloridas ilustraciones de Mario y sus aventuras al más puro estilo Yoichi Kotabe; la ilustración es la misma entre las regiones, pero el arte brilla más en la caja japonesa al dominar todo el ancho, aunque estaba concentrado en un espacio concreto por un recuadro. Otros estudios optaron por usar toda la superficie, dando lugar a efectivas composiciones que daban un aire impactante al conjunto.

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CHRIS DAW

Aunque dista de ser un muestrario del catálogo completo de la plataforma (hay más de 1000 juegos catalogados de Game Boy frente a los 369 del libro), es una buena forma de rememorar el sistema y descubrir algunos nombres con los que no estamos familiarizados, bien porque fueron lanzamientos pequeños en su día o bien porque no salieron de Japón. Un detalle a este respecto que se ha mejorado respecto al Super Famicom The Box Art Collection es que además del texto y la carátula, se ha incorporado unas pequeñas capturas del propio juego, de modo que sea más fácil identificar el título del que se está hablando en cada momento. A este respecto, hay que señalar que el formato del libro dedicado a Game Boy es exactamente el mismo de Super Famicom, así que ambos quedan estupendamente al lado del otro.

Entre algunos de los juegos más destacados en los que podemos recrearnos con su arte están los dos mencionados Super Mario Land, las maravillosas portadas japonesas de los Kirby, portadas históricas como la del primer Dragon Quest Monsters a manos de Akira Toriyama, multitud de fantásticas ilustraciones para dar forma a juegos licenciados de anime como Ranma, Sailor Moon, Puño de la Estrella del norte, Dragon Ball, Bola de Dan o Muscleman, auténticos iconos como las portadas de Nemesis o elegantes diseños como la ilustre portada del primer Seiken Densetsu, que iniciaría la saga de Mana, entre otros ejemplos. Y aunque se echan de menos algunas portadas impactantes que se han quedado fuera, como repaso y curiosidad general cumple sobradamente su cometido.

Un libro repleto de joyas

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CHRIS DAW

El último libro publicado por Bitmap Books llega con el habitual sello de calidad de la editorial británica, con papel de calidad y muy cuidado en los detalles. Dada la naturaleza necesariamente visual de la obra, que exige páginas grandes para apreciar bien el detalle de las carátulas, además de dejar espacio para la inclusión de texto y las capturas, se ha optado por una publicación de gran formato y tapa dura, que permite que la caja reine en su lugar de honor en cada una de las páginas, haciéndolo un libro que da gusto ojear despreocupadamente. Actualmente el libro se vende en dos versiones, una más cara (49,99 libras, que serían algo más de 57€), con una preciosa ilustración del artista visual Will Overton, con una larga trayectoria de ilustrador vinculado a videojuegos y publicaciones; y una versión más sobria con portada gris que actualmente no se encuentra disponible y cuesta unas 29,99 libras, casi 35€. Ambos llevan incorporados una versión PDF y conviene recordar, como ya hicimos con The Games that Weren’t, que la compañía ha restaurado con éxito los envíos continentales, por lo que ya podemos acceder a este y a todo su catálogo disponible (mientras haya existencias).

Independientemente de que seas más o menos aficionado a la primera portátil de Nintendo, o si viviste o no esa época, Game Boy The Art Box Collection es un documento que merece la pena tener y disfrutar (especialmente si no tienes problemas con el inglés aunque tampoco es un libro denso en cuanto a texto). Una pequeña joyita que, a falta de una colección de juegos auténticos de la consola, nos hará sentirnos más cerca de la magia de un catálogo tan especial y tan repleto de joyas que marcaron camino a lo que podría hacerse con la la pequeña pantalla monocromo ideada por Gunpei Yokoi.