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Famicom Detective Club

Famicom Detective Club

  • PlataformaNSW7.5
  • GéneroAventura
  • DesarrolladorMages
  • Lanzamiento14/05/2021
  • EditorNintendo

14 de mayo

Famicom Detective Club, Análisis. Un pedazo de historia de nuestro medio

Nintendo Switch recibe este remake de las novelas visuales de Yoshio Sakamoto. Dos historias hijas de su tiempo, recomendables para amantes del género.

Actualizado a

La llegada de la bilogía Famicom Detective Club a Occidente treinta años después es una celebración para nuestro medio. Aunque en la actualidad sigamos descubriendo y estudiando poco a poco el subgénero de las novelas visuales (vusal novels), cuyo calado en Japón es notable, lejos del país del sol naciente es correcto referirnos a este tipo de aventuras como algo de nicho. No obstante, todo tiene un principio, unas raíces, un porqué a la hora de establecer ciertos parámetros de diseño y de narración de historias. Descubrir en pleno 2021 The Missing Heir y The Girl Who Stands Behind en Nintendo Switch ha sido un ejercicio energizante; no tanto por la sobrada calidad de las obras, sino por un valor histórico que forma parte de la cultura del videojuego.

Las obras que nunca conocimos de Yoshio Sakamoto

La figura de Yoshio Sakamoto es recordada por muchas cosas en los círculos de Nintendo. Especialmente por Metroid, Wario Ware o Kid Icarus. De entre todo su currículo se encuentra también la escritura del guion de Famicom Detective Club: The Missing Heir & Famicom Detective Club: The Girl Who Stands Behind, las obras que hoy nos acontecen. La primera, publicada en 1988 para Famicom Disk System, el periférico de NES con una unidad para disquetes, en vez de cartuchos. La segunda, publicada un año más tarde a modo de precuela (luego tuvo versión en SNES), aunque ambas con carácter autoconclusivo. Como se de temporadas independientes de una serie de detectives se tratase, estas aventuras dirigidas por Toru Osawa reciben ahora un remake para Nintendo Switch extremadamente respetuoso con los originales; con lo bueno y lo malo que ello implica.

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Van de frente y buscan satisfacer al amante del género, al estudiador y a los jugadores dispuestos a conceder limitaciones que en su época no se sentían como tales. Pero el género ha evolucionado mucho; lo hemos visto con Danganronpa, Ace Attorney, Profesor Layton y un sinfín de licencias menores, por citar solo algunas de las más mediáticas. He ahí parte de la grandeza de Famicom Detective Club, saberse a sí mismo precursor de un estilo y una manera de comunicarse con el jugador. A finales de los ochenta, cuando las consolas de videojuegos iban penetrando poco a poco en los hogares japoneses, había dos grandes frentes en las (por aquel entonces) jóvenes Nintendo, Capcom, SEGA, Konami y compañía: las experiencias centradas en la profundidad mecánica y los títulos centrados en la profundidad narrativa. Los hoy protagonistas se centraron en esto último, dejando en un segundo plano la necesidad de sorprender a los mandos. Aquí se buscó dejar huella entre líneas, con historias bien escritas y, por encima de todo, bien contadas. Completar ahora The Missing Heir y The Girl Who Stands Behind te ayuda a entender cuáles eran las pretensiones de Sakamoto, similares en estructura a la de los manga seinen de triunfaban en las librerías.

Hablamos de suspense, de giros de guion, de situaciones fantasmagóricas y de misterio, mucho misterio, con relatos que no se concluyen hasta el final. Lo predecible no encaja con ninguno de estos títulos, por suerte para nosotros; de hecho, es hasta el mismo final cuando verdaderamente entendemos qué está pasando y por qué. Por tanto, sin entrar en ningún tipo de destripe argumental, conozcamos de qué tratan ambos títulos de Famicom Detective Club, que llegan en pack para Nintendo Switch a través de la eShop este 14 de mayo.

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El heredero de un destino escrito

En The Missing Heir todo comienza con una pérdida de memoria. Nos ponemos en los ojos de un detective que, por algún motivo, ha caído de un acantilado y no recuerda nada. Poco a poco descubrimos que estamos investigando la muerte de Kiku Ayashiro, miembro de una familia rica rodeada de mitos que se traspasan de generación en generación. En la medida en que vamos investigando esa siniestra aldea descubrimos que esto es casi más una partida del famoso Cluedo. La pregunta inicial de saber quién es el verdadero culpable de esa muerte se acompleja de formas inteligentemente narradas, pues entre cada muerte se sucede una conexión, y entre cada conexión aparece una evidencia.

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La particularidad de Famicom Detective Club: The Missing Heir es que es un videojuego de hace treinta años, no hay una gran profundidad mecánica y, sobre todo, hay acciones que no tienen una recompensa inmediata. El género nos ha acostumbrado en la actualidad —al igual que en muchos otros— que un estímulo debe estar siempre correspondido con un acercamiento a la solución que buscamos. Si viajamos a un nuevo lugar, parece imposible pensar que no saldremos de ahí sin nuevas pesquisas. Aquí no. Asumir que haremos viajes que sembrarán más dudas e interrogantes, que las respuestas tardan en llegar, son elementos narrativos que ahora nos harían fruncir el ceño. Ese muro puede costar a algunos jugadores.

Es bonito, no obstante, enfrentarse a un esqueleto con tan pocas concesiones y que, al mismo tiempo, tampoco plantea un reto mayúsculo: si te atascas en algo bastará con clicar en cualquiera de las otras opciones de diálogo disponibles hasta que des con la solución. El comando de acciones es breve y, por desgracia, limita mucho nuestra capacidad de movimiento. Es, en cierto sentido, extremadamente lineal. Podemos viajar, examinar el escenario, recordar, especular o repreguntar. Hay una lógica en cada movimiento; sin embargo, a veces cuesta ver por dónde nos quiere llevar el juego y tendremos que repetir algunas acciones —especialmente diálogos— para que el testigo termine de contarnos todo lo que la obra entiende que necesitamos para avanzar. Es duro, pide que pongamos de nuestra parte. Con todo, ¿acaso merece la pena? Creednos: merece mucho la pena. No es la visual novel más amigable que vais a encontrar en el mercado, pero no podemos olvidar que se trata del remake de títulos precursores en la materia.

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La fundación del club de los detectives

The Girl Who Stands Behind nos ha terminado gustando más. Precuela del original, aunque se puso a la venta después, recomendamos jugarlos en orden de publicación por una mera cuestión de coherencia creativa. De hecho, se nota que aquí los ritmos están mejor medidos, los momentos valle casi desaparecen y, aunque este aspecto obedezca más a criterios subjetivos, su cariz espectral y de ultratumba sirven como gancho perfecto para dejarnos llevar. Puede pasar cualquier cosa y deseas que sucedan situaciones sobrenaturales. Esta vez tenemos a Ayumi Tachibana, la ayudante de The Missing Heir, desconsolada tras conocer que su mejor amiga, Yoko, ha muerto de forma repentina. Fue esta la cofundadora del Detective Club, por lo que hablamos de un hecho vertebrador para comprender las motivaciones de los personajes principales en el primer videojuego. Esto no es todo, porque el protagonista investiga de forma paralela la desaparición de sus padres. Se trata de una obra más consciente de sus posibilidades y más segura en su metodología de narración. Nos ha enganchado de principio a fin. Por desgracia, a nivel mecánico sigue acusando esa misma recursividad o empeño en seleccionar todas las opciones del menú hasta que el juego entiende que hemos explorado todas las acciones preceptivas para el avance de la trama.

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El carácter de remake o remasterización de Famicom Detective Club: The Missing Heir & The Girl Who Stands Behind va más allá de lo gráfico. A nivel artístico, el estudio MAGES (Steins; Gate, Corpse Party) ha hecho un trabajo sensacional, especialmente en lo visual, anteponiendo el músculo técnico a un declarado tono anime. Como en sus anteriores obras, el trazo es sencillo, con una marcada expresividad en los rostros y el lenguaje corporal de los sprites de los personajes. Echamos en falta más melodías memorables, se puede acusar incluso repetitividad, aunque detalles como poder elegir entre la música original de 8 bit y estos arreglos actuales es un gusto, especialmente si jugamos con auriculares. Del mismo modo, hay detalles de calidad de vida muy agradecidos; desde la opción de avanzar los diálogos a mayor velocidad, pasando por reproducción automática de los mismos (sin tener que pulsar un botón constantemente) o un registro de diálogos para recuperar frases que nos hayamos podido perder o no recordemos del todo. También una agenda con las fichas de los testigos, muy útil para refrescar perfiles y pistas. Aspectos que, como veis, son comunes en la actualidad, solo que entonces no formaban parte del catálogo de recursos.

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Con lupa: los pequeños detalles

Famicom Detective Club: The Missing Heir y The Girl Who Stands Behind brillan especialmente en modo portátil. En televisor lucen notablemente, solo que este tipo de experiencias novelescas, en las que tenemos que leer tanto y la acción es tan discreta, saber que podemos llevarnos estas historias a cualquier parte se siente casi como el libro que incorporas en tu mochila para largos viajes de tren. Y, cuando llegas a casa, decides dónde seguir. Compatible con el guardado de partida en la nube, con resolución HD lejos del dock y divididos en dos aplicaciones independientes —se venden en pack, pero son dos juegos separados—, es una experiencia agradable y disfrutable. Cada uno de ellos nos ha durado unas 10 o 12 horas, dependiendo del ritmo que llevemos, con estructuras de una hora aproximadamente por capítulo. Sorprende lo bien que ha envejecido su propuesta.

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Además, para aquellos que estéis pensando en jugarlos en modo portátil, hemos de decir que hemos alcanzado cerca de cuatro horas de autonomía (Nintendo Switch estándar y Nintendo Switch Lite) con brillo prácticamente al máximo. No son títulos que demanden demasiado consumo de batería. No menos importante es la fuente de letra; si bien no es del todo de nuestro agrado, muy parecida a las de las máquinas de mecanografía de la época, su tamaño es lo suficientemente grande como para ser perfectamente legible. No te cansas de leer al cabo de las horas. Tampoco de escuchar los diálogos con doblaje al japonés. Las imágenes no engañan y, mal que nos pese, Famicom Detective Club llega a Nintendo Switch traducido al inglés, sin opción para jugar en castellano. La barrera idiomática será un obstáculo inasumible para muchos jugadores, lo cual es una verdadera lástima. Si os manejáis con la lengua de Shakespeare, no dudéis un segundo si disfrutasteis de obras como Ace Attorney o los antes citados; aquí no hay tanto slang, frases hechas ni un léxico muy complejo.

Famicom Detective Club es un motivo de alegría para todos los que amamos sorprendernos con este tipo de historias tan japonesas, enrevesadas y detectivescas. Una clase de historia del videojuego remasterizada a los formatos actuales, pero sin dejar de lado un estilo, un ritmo y una estructura propias de esa época donde el medio buscaba encontrarse a sí mismo.

Hemos realizado este análisis con un código de descarga suministrado por Nintendo España para Nintendo Switch.

Conclusión

Famicom Detective Club: The Missing Heir y The Girl Who Stands Behind son dos obras importantísimas para el género de las visual novel en general y para Nintendo en particular. Queremos más ejercicios de atrevimiento como este, porque la extravagancia y sofisticación de su propuesta nos ayudan a interpretar el contexto actual. Conocer nuestro pasado para entender el presente y vislumbrar el futuro. Seguramente no sean las mejores novelas visuales del mercado, pero sí dos ejemplos metodológicos cuyo relato presume ahora de un mérito difícil de calcular. Se consiguió algo muy difícil con tan poco: crear una atmósfera de misterio arropada por dos historias apasionantes, personajes bien escritos y un suspense que no se resuelve hasta el mismísimo final. La sombra del club de los detectives es muy alargada. Gran noticia para todos.

Lo mejor

  • Excelente a nivel artístico; un acierto total
  • Un remake cuidado de dos obras muy importantes
  • Por encima de todo, dos grandes historias bien contadas

Lo peor

  • Su sistema de movilidad, muy limitado
  • La estructura es muy poco intuitiva
  • Tosquedad en sus mecánicas
7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.