World of Demons
- PlataformaIPD8IPH8
- GéneroAcción
- DesarrolladorPlatinum Games
- Lanzamiento02/04/2021
- EditorPlatinum Games
Exclusivo Apple Arcade
World of Demons, análisis. Lo nuevo de Platinum Games es para iOS (y es muy bueno)
Recuperado del olvido y sin previo aviso, los creadores de Bayonetta, Nier Automata y tantos otros publican en exclusiva para Apple Arcade su nuevo World of Demons. Acción Platinum Games, de bolsillo.
Uno está tan acostumbrado a loar las bondades de la acción cortando enemigos a rodajas mediante referentes como Ninja Gaiden Black, Devil May Cry 3 y 5 o Bayonetta, que cuando sin previo aviso apareció de la nada World of Demons para Apple Arcade, se encendieron todas las alarmas. Cómo podía ser que Platinum Games sacase algo así y no nos hubiésemos enterado. La respuesta era mucho más sencilla: porque no se anunció hasta que se publicó. Recuperado del olvido, el título que debía ser un free to play para smartphones llega como un reclamo para el servicio de Apple. 3,99 euros para un mes de suscripción. El juego vale cada céntimo. A ese precio es un regalo. Es Platinum Games para móviles. Tal cual.
El título nos pone en la piel de cuatro personajes que, por motivos diversos, buscan venganza en un mundo en el que el peor de los demonios, sellado hace años, ha conseguido salir y sembrar el caos. Entre Onis y Yokais, Onimaru, el protagonista, intenta matar a Shuten Doji, el gran Yokai que precisamente él liberó. Por el camino nos encontramos a Sayo, una sacerdotesa que busca a su madre, a Dohzen, un monje que perdió a un amor lejano y a Ren, un samurái que quiere vengar la muerte de su maestro. Las cuatro historias están entrelazadas entre ellos, y aunque la trama tampoco da mucho más de sí, sirve de vehículo para unos diálogos con los demonios y entre los personajes que ameniza lo importante: mutilar demonios.
El sistema de combate está claramente marcado para jugarse en formato táctil, aunque como mejor lo hemos disfrutado ha sido con Razer Kishi en móvil o con un mando tradicional (Xbox One) en iPad Pro. Tenemos un botón para atacar, otro para esquivar y dos acciones asignadas a yokais que podemos invocar con distintos poderes. Además, vamos recopilando otras almas yokais que se gastan en un solo uso para ampliar nuestro elenco de ataques. ¿Suficiente? Puede parecer que no, pero la respuesta es que sí.
Combate made in Platinum
Cada personaje tiene su combo, que puede modificar dejando pulsado el botón de ataque entre el primer y segundo golpe, entre el segundo y el tercero, al final… Consiguiendo cambiar la secuencia de ataque, añadiendo nuevos movimientos y, acto seguido, poder reiniciar el combo. La clave del combate es saber combinar los ataques con la esquiva, ya que ésta nos aporta un factor diferencial tanto en los combates como entre los personajes.
Onimaru tiene una esquiva perfecta que contragolpea con un ataque aéreo. Sayo, como puede combatir a media y larga distancia porque lanza rayos con su arma, tiene una esquiva perfecta que ralentiza a los enemigos, pero a cambio, si haces tres seguidas, eres tú el que se queda vendido. Por su parte, Dohzen es el personaje más pesado y lento, pero con golpes más fuertes. No esquiva, sino que bloquea. Y por último Ren, espadachín como Onimaru pero más exigente: su esquiva perfecta tiene un rango de acción más corto, pero si se hace bien, deja aturdidos a los enemigos.
Y así vamos luchando mientras usamos a los yokai, que son una pieza indispensable en todo esto. Los hay de diversos elementos y también funciones. Algunos aturden a los enemigos, otros los ralentizan; los hay que nos potencian los ataques o nos regeneran la vida. Por otro lado, nos ayudan a alargar combos o seguir en el aire con los mismos, a despistar enemigos y los más devastadores, que son espíritus de los jefes, son brutales porque simplemente destrozan.
En este sentido, entra en juego la estrategia a seguir en cada combate. Tirar los yokai a lo loco es una mala idea, porque no todos tienen la misma efectividad hacia un mismo enemigo. Los monstruos con los que luchamos también tienen su elemento principal, como pasa a su vez con nuestras armas, por lo que un ataque de hielo es muy potente contra un enemigo de elemento fuego pero al revés, no. Antes de cada combate se nos indican los elementos principales de los enemigos, así que saber escoger el arma y yokais necesarios es imprescindible.
Nos hemos encontrado enemigos rasos que nos han destrozado porque íbamos con un set que no era apto y, en cambio, destrozar al jefe de esa fase porque nuestra build era más efectiva contra él. Así que la rueda de elementos, que afecta a enemigos, armas y yokais que usamos, no es baladí.
Más de 100 yokais esperan
Pero nuestras herramientas no tienen sentido si delante no tenemos enemigos variados, y en World of Demons los hay para aburrir. 100 enemigos con sus patrones, que debemos aprender porque el botón de evasiva es imprescindible como ya comentamos, que además se van combinando entre ellos en distintas oleadas. Por eso es importante guardar ataques yokai para según qué enemigos y saber cuándo usamos nuestro ataque Ultima, una especie de super devastador que se consigue cargando la barra de energía. Un ataque que bien usado (considerando siempre los elementos, otra vez) puede vaciar media barra a un jefe final o, por el contrario, no quitarle ni un 10%.
Durante los combates siempre podremos llevar dos personajes a la vez y cambiarlos cuando queramos, permitiendo que el segundo recupere vida cuando descansa. Eso sí, si lo matan, no volverá hasta que reiniciemos partida o acabemos la fase. Por esto también hay un componente de estrategia interesante, porque podemos construir dos sets diferentes para abordar distintos tipos de enemigos.
Los más poderosos son los jefes, a los que tendremos que romper la guardia para aturdirlos y poder dañarlos más todavía. Jefes que, además de aparecer más poderosos en distintos momentos, a veces se combinan entre ellos para darle una vuelta de tuerca más al desafío. World of Demons es ágil, juega muy bien sus cartas con un combate accesible y no llega a hacerse repetitivo a lo largo de la historia por la variedad de enemigos y personajes que controlamos, aunque hay algunas decisiones que acaban empañando la experiencia general.
Historia principal y secundarias obligadas
Uno de los problemas de desarrollo que le vemos está en el avance del juego. El título se divide en cuatro capítulos con distintas fases. En cada una de ellas avanzamos por un escenario cerrado donde vamos acabando con enemigos para romper el sello, llegar a otra estancia y así hasta el jefe final. Hay cierta exploración (objetos que solo podemos activar con ciertos yokais, espíritus extras que aparecen durante un tiempo limitado) para conseguir nuevos objetos en forma de dinero, piedras o armas, pero es lo de menos. Cada fase puede durar unos 10 o 15 minutos, pero ahí no radica el problema. El problema está en el salto de capítulo.
Por algún motivo, Platinum Games ha establecido un bloqueo de nivel por lo que, si solo hacemos la historia principal, no tendremos el nivel suficiente para pasar al siguiente capítulo y por lo tanto, tenemos que hacer misiones secundarias. Acostumbran a ser combates por oleadas, con jefes o con tiempo limitado, y acaban entorpeciendo el avance. Es verdad que hay algunas fases que permiten farmear rápido el nivel para avanzar, pero es una interrupción innecesaria.
La sensación, en este sentido, es que se quiere alargar el juego de forma artificial, y como vamos a realizar las secundarias con nivel alto (pero insuficiente para el nuevo capítulo) éstas pierden algo de interés, sobre todo porque son repetir enfrentamientos que ya hemos hecho con cambios mínimos.
Niveles, armas, progreso
El juego hereda algunas cosas que seguramente iban a estar en el free to play. Por un lado, podremos subir de nivel nuestros personajes, mejorando atributos pasivos y habilidades. Por el otro, gastando dinero y piedras podremos mejorar las armas (que las hay de distintos elementos) para desbloquear ataques especiales y subir su daño. Además, también podemos mejorar los yokai que reclutamos. El dinero es imprescindible para todo esto, y hay otros objetos dedicados a cada mejora. Sin mejoras de armas es complicado avanzar, dicho sea de paso. Destacar que hay unas misiones para ganar dinero donde tenemos que gastar unas piedras para acceder a ellas. Lo que iba a ser un free to play y finalmente no lo fue.
El título es lo suficientemente equilibrado para que la subida de niveles, la elección de armas y yokais según sus elementos y la composición de los dos personajes que llevaremos sea relevante, sin profundizar en exceso en algo que un jugador de móvil encontrase demasiado tedioso.
Naturalmente, como buen juego de Platinum Games, acabar el jefe final tras esas 14 horas es solo el principio. El propio final ya lo deja entrever, pero todos los capítulos se desbloquean en dos dificultades más: intermedia y avanzado, exigiendo más nivel de los personajes y por lo tanto, alimentando la rueda del progreso, confección de armas, mejoras, etc. Seguramente es en este punto donde las decisiones jugables, que antes hemos alabado, empiezan a tocar techo. Para una vuelta de sus 15 horas y algunas más, el juego es un disfrute. Para lo que exige las tres vueltas creemos que la fórmula jugable se acaba agotando. Y eso no quita que siendo lo que es, un juego para móviles, sea una propuesta adaptada al dispositivo en el que sale.
El espíritu de Okami (y algunos bugs)
El título exclusivo de Apple Arcade entra por los ojos de forma evidente. Ese trazo y dibujo al estilo Okami basado en el ukiyo-e japonés, con trazos que parecen hechos de pincel y líneas muy marcadas, le sienta de maravilla a un juego que despliega su imaginación en forma de una gran cantidad y variedad de enemigos, a cada cuál más original sin perder la esencia ni la inspiración en el folclore y mitología japonesa, ya que muchos de ellos –una gran mayoría- son perfectamente reconocibles. Además, funciona bien sin problemas de rendimiento salvo algunos momentos muy puntuales. Es verdad que los escenarios no están repletos de elementos y detalles, pero la ambientación que encontramos en cada fase de cada capítulo aporta matices y cambios respecto al anterior que se agradecen.
El único problema importante en lo técnico lo hemos visto con un bug que afecta a los dispositivos que están en castellano (y seguramente otros idiomas). Si tenemos el iPhone o iPad en castellano, tendremos temblores de cámara cuando acabamos un combo, los personajes no aparecen en los diálogos y alguna otra cosa menor. En cambio, si cambiamos el idioma del móvil, el juego va perfecto tal y como se planteó (y podemos poner los subtítulos en castellano dentro del mismo sin problema). Algo molesto que quienes no lo sepan en nuestro país pueden encontrarse con un juego mucho menos pulido. Platinum Games ya trabaja para solventarlo.
Conclusión
Si nos preguntasen cómo nos habríamos imaginado un juego de Platinum Games para móviles, seguramente habríamos respondido que algo similar a World of Demons. El título sabe mantener la esencia, dinamismo y acción marca de la casa con un control y acciones más accesibles y sencillas, pero que funcionan bien a lo largo de más de 14 horas de juego ante un nada desdeñable elenco de 100 enemigos y jefes de altura en nuestro camino. Los estilos de combate de los protagonistas y la necesaria estrategia a la hora de gestionar elementos (armas, yokais) para hacer frente a los enemigos hacen que el juego gane en opciones y profundidad con el paso de las horas. Es verdad que para una experiencia completa haciendo frente a dos dificultades superiores puede acabar quedándose corto a nivel jugable, como también es cierto que algunas decisiones con las secundarias y el bloqueo por niveles son discutibles. Pero la experiencia entra por los ojos y te atrapa con una fórmula que ya es marca registrada. Y ahora, bien planteada para móviles.
Lo mejor
- Visualmente es muy atractivo y variado en enemigos
- Sistema de combate made in Platinum, pero bien adaptado a móviles
- La estrategia y posibilidades con los elementos, yokais, armas, mejoras...
- Las diferencias de estilo entre los cuatro personajes controlables
- Los diálogos con los yokais (y con buena traducción al castellano)
Lo peor
- La obligación de jugar secundarias para avanzar, cuando la mayoría de ellas simplemente repiten lo que ya hemos visto en la historia
- Un bug que afecta a los dispositivos en algunos idiomas
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.