League of Legends: Wild Rift; impresiones de nuestras primeras partidas

Hace unos meses Riot Games sorprendió a toda la comunidad de jugadores de League of Legends: después de diez años de silencio, sacaban a la luz numerosos proyectos de lo más variados y, aunque ligados a su buque insignia en cuanto a lore y ambientación, de géneros totalmente diferentes. Uno de los títulos que se anunció en aquel momento fue Wild Rift, el MOBA de Riot Games para dispositivos móviles y consolas que propone un cambio fundamental en el formato. Tras haber jugado unas cuantas partidas y de hablar con el director de diseño Brian Feeeney (más conocido entre los fans como FeralPony), os traemos nuestras impresiones sobre el nuevo título de Riot Games.

Una experiencia nueva pero familiar

Lo primero que notamos al comenzar una partida en Wild Rift es una sensación de extraña familiaridad. Salta a la vista que el equipo de Riot ha puesto empeño que en el jugador que haya sido asiduo a la Grieta del invocador se sienta como en casa. El mapa es similar, con ciertos cambios en su tamaño y en la jungla. El plantel de campeones disponibles son caras conocidas, aunque no estén todos los del título de PC. La rapidez con la que trascurren las partidas afecta al ritmo del juego, pero está ajustado para que sea una experiencia de profundidad y estrategia equivalente.

En cuanto a lo gráfico hemos de decir que, tal y como habían advertido durante las diferentes promociones del título, estamos ante un juego hecho totalmente de cero. Con un motor más moderno y optimizado, podemos ver animaciones atractivas y únicas cada vez que escogemos a un campeón, sus modelados son similares pero adaptados a resoluciones más pequeñas y paletas de color más simplificadas. Salta a la vista que se ha tratado con mimo la base original y que todos los cambios tanto estéticos como mecánicos están destinados a adaptar de forma más fidedigna la experiencia de League of Legends a otros dispositivos sin teclado y ratón. Hablaremos más en profundidad de los controles, requisitos mínimos y posibles limitaciones más adelante, pero en general las impresiones han sido muy positivas.

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Plantilla de campeones y sus controles

Al igual que el mapa y los controles, los campeones que podemos utilizar para alzarnos con la victoria han sido adaptados a los nuevos controles y tamaños de pantalla. Por ejemplo, hay varios modos de cámara entre los que podemos elegir: fija en nuestro personaje, semi-fija para poder desplazarla manualmente en la dirección que queramos desde la esquina superior derecha de la pantalla… Si apuntamos con una definitiva que abarque todo el mapa con su rango como es el caso de la R de Lux y Ezreal, se nos mostrará automáticamente el objetivo para que podamos apuntar con mayor precisión. Incluso con ultimates como la de Ziggs podemos seleccionar que nos aparezca el impacto de la bomba en un recuadro momentáneo que encuadre el lugar donde ha caído. Toda esta variedad de opciones se agradece ya que, dependiendo del tamaño de pantalla en el que juguemos nos puede ser más o menos complicado adaptarnos a la jugabilidad y visión.

Los controles son similares a los de otros títulos del género. Movemos al personaje con un joystick izquierdo en la pantalla, mientras que a la derecha tendremos una serie de botones. Tres de ellos están destinados al autoataque con diferentes prioridades (súbditos, campeones y torretas), otros cuatro a las habilidades de cada campeón, uno para la activa de un objeto en caso de que lo hayamos comprado y otros para los hechizos de invocador. Esta disposición de botones facilita mecánicas como el quiteo y el farmeo de minions, lo que aporta accesibilidad a los nuevos jugadores. El botón de objeto activo que hemos mencionado supone que únicamente podremos comprar un objeto con activa (por ejemplo una redención) y, si queremos utilizar otro, tendremos que deshacernos del primero. Un dato curioso es que como parte de los cambios en los objetos, en este título las botas son uno activable.

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Otro asunto interesante que ha surgido a raíz de eliminar el control por ratón y teclado son las skillshots (habilidades que requieren que el jugador apunte). Este factor se ha solventado de forma bastante impresionante implementando dos opciones. La primera es un toque rápido al botón de la habilidad en cuestión, que hará que se lance automáticamente a la ubicación del campeón enemigo más cercano en el instante en el que la casteamos. Es decir, si el enemigo se desplaza lo suficiente puede esquivarla. La otra opción requiere más práctica y habilidad, pero ayuda a mantener la profundidad y la capacidad psicomotriz del jugador como parte esencial de los duelos: podemos mantener pulsado el botón de la habilidad y dirigirla con un indicador. De esta forma podremos hacer predicciones en función a dónde creamos que estará el enemigo unos segundos después. En resumen, los controles se han adaptado y en cierta manera simplificado, pero esto no le quita profundidad al gameplay.

El título llega a nuestras manos con 47 campeones disponibles, cada uno de ellos único y con mecánicas específicas. Por ello, os animamos a probar todos los que están en la rotación gratuita para comprobar cuál se ajusta más a vuestro modo de juego es dispositivos táctiles.

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Cambios en pos de la adaptación

Además de las habilidades que hemos mencionado anteriormente, hay más aspectos del juego original que se han modificado para hacer de Wild Rift una mejor experiencia. El mapa es más pequeño, por lo que regresar a base a comprar y volver a línea supone mucho menos tiempo. Para no entorpecer la visibilidad con los propios dedos del jugador, se ha implementado un efecto espejo en el mapa: ambos equipos se ven a sí mismos jugando desde el lado azul (izquierdo). Esto implica que las líneas exteriores ya no se llaman toplane y botlane, sino línea de dragón y de barón, y uno de los equipos verá su ubicación invertida.

En cuanto a los dragones, su aspecto visual es similar al que tenían en la novena temporada y los tipos son los mismos: océano, infernal, montaña y nube. Las compras en la tienda son más rápidas porque podemos configurar la build de forma previa y adquirir los objetos con un solo botón.

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Continúa con el modelo free to play de Riot Games

Desde 2009 cuando nació League of Legends hasta 2020 con Wild Rift y pasado por Teamfight Tactics, Legends of Runeterra y Valorant, la filosofía de monetización de Riot Games se ha mantenido estable. Wild Rift se puede descargar de forma totalmente gratuita, y sin invertir un solo céntimo puedes llegar a ser el mejor jugador de tu región si tienes la habilidad y el tiempo suficientes. Las mejoras que se pueden comprar con dinero real en el juego son muy variadas y de un amplio rango de precios, pero meramente estéticas. Sin duda, las skins, poses, emoticonos, emblemas, iconos y baratijas junto a las mejoras gráficas del juego son un gran aliciente para gastar dinero, pero esto no influirá nada en la experiencia de juego.

Por otro lado, se ha confirmado que la cuenta que utilizaremos en este juego es independiente a la de League of Legends y, por lo tanto, no tendremos disponibles los aspectos que hayamos adquirido en dicho título. Eso sí, podremos enlazarlas para recibir diferentes recompensas en función de lo que hagamos en ambos juegos. Además, es probable que los eventos de los dos juegos vayan a la par, aunque las misiones de cada uno serán independientes al igual que el meta. De hecho, durante las primeras horas de juego y a base de completar misiones, hemos desbloqueado un aspecto de campeón permanente a elección y varios personajes con diferentes orbes gratuitos.

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Una buena oportunidad para que nuevos jugadores se sumen a la comunidad

Si eres de los que después de hacer el tutorial de League of Legends se asustó y nunca volvió a ejecutar el juego o si, por el contrario, eres de los que no ha conseguido que sus amigos inviertan cierta cantidad de horas en entender las mecánicas para jugar solo Q contigo, te alegrará saber que esta puede ser una buena entrada al universo de Runeterra. El cambio de formato viene acompañado de una serie de ayudas y simplificaciones que amplían el abanico de jugadores que podrán disfrutarlo.

Para empezar, no es necesario un ordenador para poder jugarlo ni un móvil de última generación. Los requisitos son bastante asequibles, pero siempre dependeremos de la calidad y velocidad de la red wifi que tengamos. En nuestro caso, probamos el título en un Xiaomi Redmi Note 6 Pro y no nos hemos encontrado con ningún problema significativo que influyera en la experiencia de juego.

Los requisitos mínimos para la beta son los siguientes:

Además de en lo técnico, la barrera de entrada (las horas que pasan desde que comienzas a jugar por primera vez hasta que lo entiendes y puedes disfrutar plenamente del título) ha disminuido considerablemente, aunque siga presente. Se han añadido una serie de tutoriales cortos para los conceptos básicos del género, se han añadido opciones en los controles para lanzar habilidades de forma automática y algunas mecánicas como el quiteo son más fáciles de ejecutar. La cantidad de objetos en la tienda es bastante más reducida que en la versión de ordenador (también hay objetos nuevos y exclusivos para Wild Rift) y se puede configurar una build previa a la partida. Esto agiliza el tiempo de compra y puede servir de guía aquellos que no hayan estudiado los objetos o simplemente quieran una experiencia casual y liviana.

La reducción de tiempo de las partidas a una media de quince minutos (aunque se nos ha duplicado ese tiempo en más de una ocasión) hace que perder con mucha diferencia no suponga una experiencia tan demoledora a nivel mental como lo es en los cuarenta minutos que suele durar una de League of Legends. En poco tiempo puedes empezar una nueva partida donde las ventajas se resetean.

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Nuestra experiencia

Después de completar los tutoriales para desbloquear un campeón permanente a elección y ganar unas cuantas esencias azules, pudimos comenzar nuestra primera partida contra jugadores reales. En ella descubrimos que el control de cámara y el posicionamiento de wards es más intuitivo a los mandos de lo que pudiéramos pensar en un primer momento. Los ataques predictivos como el zap de Jinx se adaptan perfectamente al control, así como su habilidad definitiva.

Tanto esta partida como las siguientes que jugamos se hicieron amenas, independientemente de si salíamos ganadores o perdedores. De hecho, al estar el chat menos accesible que cuando escribimos directamente en el teclado del ordenador, hemos notado que se reducen considerablemente los comentarios innecesarios por el canal de texto. Gracias a una serie de frases que podemos decir a nuestros compañeros con tan solo presionarlas, la comunicación en partida es más fluida e instantánea. Hay que tener en cuenta que todo ocurre mucho más rápido que en una partida de ordenador y no tenemos tiempo que perder.

Por otro lado, si hemos notado que después de unas cuantas horas de juego nos volvemos más imprecisos con el pulgar con el que controlamos el movimiento. Esto ha sido a título totalmente personal y es posible que no le ocurra a la mayoría de jugadores, pero hemos encontrado solución con un joystick externo que se adapta a la pantalla del móvil. Únicamente tuvimos fallos de conexión cuando probamos a alejarnos bastantes metros del Wifi, y todo nuestro tiempo de juego ha sido a 30 fps estables. También nos ha sorprendido que, pese a que el acceso estaba limitado a unos pocos durante el parche 1.0, hemos encontrado partidas rápidamente, lo que es un indicio de que el matchmaking es bueno.

En cuanto a optimización, hemos de destacar que consume muy poca batería para ser un juego en línea con gráficos y modelados 3D. Cada partida nos ha consumido alrededor de un 4% de batería, lo que da pie a poder jugar sin tener el dispositivo cargando. Por último, resaltar que la interfaz es muy intuitiva, funcionando con diferentes pestañas de navegación y las pantallas de carga bastante reducidas.

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El futuro a largo plazo

Feeney ha asegurado que la experiencia de Wild Rift está enfocada al disfrute tanto de jugadores novatos como de los profesionales, y que esperan generar una escena competitiva. Sin duda, las mecánicas del juego y su concepción base dan de sí como para crear estrategias profundas en torno a ellas, y por supuesto la perspectiva de estrategia macro sigue estando presente. Habrá clasificatorias, un total de 10 rangos como en el League of Legends pero añadiendo uno intermedio entre platino y diamante. Se podrá competir tanto en solo Q como en equipos más numerosos.

Después de las horas que hemos podido probar el título, creemos que los jugadores pueden pasar muy buenos ratos en esta Grieta tanto de forma casual como competitiva. Por supuesto, la existencia de una escena profesional depende de muchos factores empresariales y de comunidad, pero la preocupación de que el título fuera demasiado simple como para siquiera plantearla se ha evaporado.

Nos han asegurado que tienen perspectiva de mantener el proyecto a largo plazo, actualizándolo y cuidándolo de forma continua. Se añadirán más campeones (han insinuado que algunos incluso exclusivos e independientes a League of Legends) y el meta irá evolucionando. Muchos profesionales de Riot han trabajado en este título y, con jugar tan solo un poco, salta a la vista que es un proyecto en el que cada detalle se ha pensado y evaluado concienzudamente. Por ello os animamos a que si sois asiduos a League of Legends u os ha llamado alguna vez la atención el MOBA de ordenador le deis una oportunidad a Wild Rift para sacar vuestras propias conclusiones. Por nuestra parte, lo seguiremos jugando y esperamos con ansias el momento de darle de nuevo a buscar partida.

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