Bright Memory: 8 euros que deben estar en tu Xbox Series X

Xbox Series X llega el 10 de noviembre a España, y son muchos los nombres que están encima de la mesa para estrenar la consola: Yakuza Like a Dragon, Assassin's Creed: Valhalla, Watch Dogs: Legion, NBA 2K21 o Destiny 2: Más allá de la Luz... Pero hay uno que por lo que cuesta, no debería faltar. Se trata de Bright Memory, un juego de acción en primera persona descarnado, efímero, que dura menos de una hora en su primera vuelta y en menos de tres horas, tras tres vueltas y todos los logros, está terminado. Pero que es pura esencia arcade. Jugar, mejorar puntuación, y volver a empezar. Por los 8 euros que cuesta, Xbox Series X y Series S deben venir acompañados del juego de estreno más barato de las nuevas consolas. Vale lo que cuesta. Por algo tiene un 91% de reseñas positivas en Steam.

Es difícil ponernos a valorar un título que se presenta como una demostración de lo que puede ser Bright Memory: Infinite en el futuro. ¿Qué es exactamente el juego, de hecho? Básicamente, un episodio que no tiene demasiado sentido por sí solo cuando lo juegas, protagonizado por Sheila en el 2020. Empezamos asaltando una especie de despacho futurista para, tras ver a un supuesto personaje que nuestra heroína conoce, acabar en un mundo medieval mil años atrás en medio de bestias y enemigos de todo tipo. Disparamos a diestro y siniestro con la metralleta, la escopeta y la pistola. Luego sacamos una espada y nos liamos a cortes por todos lados, mientras de paso usamos poderes especiales para detener el tiempo, levantar enemigos o crear una zona de daño por segundo durante un tiempo limitado. Un par de scripts por aquí, un jefe sacado de Dark Souls por allá y un gran enemigo final para dar carpetazo.

La duración de Brigth Memory va totalmente relacionada con su intensidad y con su ritmo. No hay tiempo para descansar, y las escenas de vídeo, apenas sin contexto, sirven solo de transición entre un momento y otro de acción. No pasará a la historia por ser el mejor FPS de 2020, ni tampoco por revolucionar el género. Pero es imposible que compres Bright Memory, acabes la primera vuelta y no pruebes otra acto seguido. Es intenso, divertido, adictivo.

Sobre todo porque el sistema de control y su respuesta funcionan a la perfección. La mezcla de ataques cuerpo a cuerpo con espadazos y ataques especiales, junto con los tiroteos responde de manera precisa desde el primer momento. Y cuando llevamos un rato solo pensamos en hacer más combos y machacar enemigos sin que nos toquen mientras sube un sistema de combos como el de Devil May Cry: ¡SSS! Todo mientras conseguimos experiencia y desbloqueamos nuevas habilidades y nuevos ataques para seguir machacando monstruos.

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Disparar, cortar en pedazos

Porque esta es otra: el juego no se corta en ofrecernos enemigos a mansalva y jefes y subjefes cada dos por tres. Un tigre gigante, un caballero digno de From Software, enemigos voladores, soldados armados hasta los dientes y oleadas de todos ellos a la vez. Y vamos girando rápido, gracias también al movimiento de esquiva que te permite evitar golpes en el momento justo para contragolpear. Todo a un rimo frenético digno de mención. Y de paso, un par de elementos donde no atacamos a nada: un puzle sencillo y una zona de plataformeo. No necesita más.

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En nuestro caso hemos terminado tres veces el juego (hay logros para las tres vueltas), viendo como en nuestras siguientes runs, el nivel de exigencia subía algo, aunque no demasiado. Y nos hemos quedado satisfechos. 8 euros, algo más de dos horas de juego que te sacan una sonrisa y te dejan más que convencido de lo que ha sucedido en pantalla. ¿Necesitamos algo más? Tienes 4 o 5 coleccionables, algún logro que te obliga a realizar alguna tarea extra y el mayor reto posible: terminar una ruta entera con mejor puntuación y menos muertes. Pura recreativa a 4K.

El juego, además, es una delicia en movimiento si tenemos en cuenta que detrás de su desarrollo hay apenas una persona. 4K y 60 frames por segundo, con personalización sacada de PC y con la necesaria activación del V-Sync si no queréis sufrir un tearing muy molesto. Toqueteado esto, el juego se luce por su fluidez y también por algunos emplazamientos y enemigos. No, no es un benchmark ni tampoco es el título que marca la nueva generación: es un juego de 8 euros que nos ofrece un acabado más que vistoso y una diversión inmediata.

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Sinceramente, es difícil no recomendar esta compra si te gusta la acción en primera persona. Es fluido, tiene un control preciso, te da muchas herramientas y todas funcionan bien y tiene momentos que se luce. No es perfecto, y se ve en ciertas texturas, animaciones, recreaciones faciales o algún bug que otro. Pero es que Bright Memory es lo que es. Una experiencia efervescente y descarnada.