Xbox Series S vs Xbox One X: ventajas y por qué es un salto generacional
La llegada de este nuevo modelo de prestaciones reducidas respecto a Xbox Series X supone un verdadero salto comparado con la veterana Xbox One X.
Xbox Series S será la gama de entrada de la nueva generación de consolas de Microsoft. Su lanzamiento está previsto para el 10 de noviembre por 299 euros, una diferencia considerable respecto a los 499 euros de Xbox Series X, con la que la comparamos en este artículo. Ahora bien, ¿merece la pena una Xbox Series S o es mejor quedarnos en Xbox One X?
Xbox Series S tiene arquitectura de nueva generación; Xbox One X no
Para refrescar la memoria, Xbox One X es el modelo premium de la actual generación, esa máquina publicada en 2017 que presumía de ser silenciosa —podemos atestiguarlo— y ofrecer gráficos en resolución 4K con 6 TFLOPS. He ahí la cuestión: Xbox Series S tiene 4 TFLOPS, es decir, “menos potencia gráfica”. Vamos a repasar por qué ese número no debe confundirnos en base a datos e información.
No es siquiera necesario pararnos a hablar de datos técnicos muy específicos ni densos, pero sí es justo empezar por las desventajas: Xbox Series S ofrece resolución 1440p hasta 120 FPS con upscaling para ofrecer contenido en resolución 4K; por su parte, Xbox One X sí ofrece resolución 4K de forma nativa y cuenta con lector de discos. Series S es solo digital, un punto muy a tener en cuenta.
Para aquellos que estuvieseis pensando comprar una Xbox One X ahora, que seguramente baje de precio por la liberación de stock producto del fin de su producción, seguramente os interese conocer la abismal diferencia en algunas de sus especificaciones técnicas; esta vez sí con Xbox Series S como principal ganadora.
En el interior de Xbox Series S: Xbox Velocity Architecture
Comencemos por un hecho simple: Xbox Series S es una consola pensada para durar cinco, seis, siete años. Una consola que empezará este mes de noviembre toda una generación; dicho de otro modo, una garantía de software. Los próximos juegos exclusivos que lleguen a partir de finales de 2021 y 2022 solo se podrán jugar en Series, no en One. Forza, Gears, The Initiative, Everwild, lo nuevo de Obsidian y un largo etcétera. Xbox One X es, por tanto, una compra interesante… a corto plazo. Su momento ya pasó, seguramente.
Seguimos con el almacenamiento: memoria SSD de 512 GB en una unidad NVMe PCle 4.0. En castellano: Xbox One X una un disco duro tradicional de 1 TB a 5.400 RPM, que en la práctica cuenta con unos tiempos de carga muy diferentes (mucho más prolongados) que la arquitectura Xbox Velocity Architecture, con la que podremos cargar juegos y olvidarnos casi por completo de los tiempos de carga, reanudar partidas de manera instantánea… Además, la transferencia de datos en bruto en la nueva consola de Microsoft, Xbox Series S, tendremos una transferencia de datos en bruto de hasta 2,4 GB/S; en Xbox One X es de hasta 140 MB.
Xbox Series S vs Xbox One X
Xbox Series S | Xbox One X |
CPU: 8 núcleos AMD Zen 2 @ 3.6 GHz (3.4 GHz con SMT) | CPU: 8 núcleos AMD @ 2.3 GHz |
Memoria SSD de 512 GB de tipo NVME | 1 TB disco duro |
Xbox Velocity Architecture: sí | Xbox Velocity Architecture: no |
4 TFLOPS | 6 TFLOPS |
Resolución 1440p; capacidad de escalado 4K | Resolución 4K hasta 60 FPS |
Memoria RAM: 10GB GDDR6 RAM @ 224GB/s | Memoria RAM: 12 GB GDDR5 @ 326 GB/s |
Solo digital | Lector de discos Blu-ray 4K |
DirectX Ray Tracing: sí | DirectX Ray Tracing: no |
Variable Refresh Rate: sí | Variable Refresh Rate: no |
Variable Rate Shading: sí | Variable Rate Shading: no |
Precio: 299 euros | Precio: 329-379 euros (descatalogada) |
Por otro lado, el sistema de almacenamiento de Xbox Series S contará con una CPU de 8 núcleos AMD Zen 2 a 3.6 GHz, una arquitectura de nueva generación que se verá acompañada de una GPU AMD RDNA 2 (20 CUs a 1.565 GHz). En Xbox One X son 8 núcleos, pero a 2.3GHz en una AMD personalizada que, a estas alturas, ya no es tan moderna. La ventaja de 12 GB de memoria RAM de Xbox One X frente a los 10 GB de Xbox Series S tampoco deben ser interpretados de forma absoluta: todo depende de cómo se haga uso de esa información a través de la CPU. La memoria que incorporará Xbox Series X es GDDR6 con 8 GB a 224 GB/s y los otros 2 GB a 56 GB/s; la de Xbox One X es GDDR5.
Terminamos con otro aspecto que es, en la práctica, fundamental: Xbox Series S incluye un puerto HDMI 2.1 permitirá tecnología Variable Refresh Rate (refresco adaptativo, algo parecido a AMD FreeSync) y soporte de Variable Rate Shading, una garantía para que se aproveche al máximo en cada momento la potencia de la GPU; igual que Xbox Series X. Para terminar, DirectX Raytracing y latencia ultra baja.