Halo: Combat Evolved. Los orígenes de una saga legendaria

Pac-man, Mario, Crash Bandicoot, Cloud, Bomberman, Spyro... Sea cual sea tu conocimiento en videojuegos, muy probablemente hayas oído hablar de, al menos, una de estas sagas. Estos emblemas son una referencia para sus desarrolladoras y forman parte de los ideales de Namco, Nintendo, Sony... Y la de Microsoft, es Halo.

Acompañada de su primera consola, Microsoft irrumpió en la industria del videojuego con una de las sagas más queridas del mundo que, con suerte, aún le prometemos un futuro más que esperanzador. En Meristation hemos querido dar un repaso a esta saga tan mítica y descubrir sus orígenes con Halo: Combat Evolved, aparte de contaros también anécdotas de su desarrollo e historietas de viejos cascarrabias con las que alimentar vuestro amor hacia la saga.

No se puede entender Halo sin antes hablaros de Bungie como desarrolladora. Fundada en Chicago en 1991 se estrenó en el medio con Gnop! un juego clónico del mítico Pong para ordenadores Mac. Aunque este juego era gratuito, muchos otros desarrolladores pagaban 15 dólares para conseguir su código fuente, así que con esos ingresos llegaron a crear Pathways.

Con este videojuego surgió en ellos la necesidad de crear historias más allá de comer fruta o salvar princesas, por lo que se pusieron manos a la obra. El resultado de todo ello fueron premios con los que consiguieron recaudar fondos para crear una oficina y contratar a sus primeros trabajadores con los que crear Marathon, su primer éxito y en donde se adivinan las raíces de muchos de los elementos de Halo.

Después de pasar por la estrategia con el inolvidable Myth, Bungie pensaba crear un nuevo éxito para Apple en forma de Halo, que en su primera iteración era más táctico y en tercera persona, hasta que Microsoft vió su potencial y decidió comprar Bungie para convertirla en punta de lanza con la que dar fuerza al catálogo de su primera consola: Xbox. A partir de ahí, es historia viva del videojuego.