Este iPhone X sigue funcionando tras 6 días perdido en el mar
Enterrado en barro y todo, el móvil se le perdió a un marinero que acabó encontrándolo de nuevo.
Uno de los departamentos de Apple que más trabajo tiene siempre que sale un nuevo iPhone es sin duda el de publicidad, y cada campaña vale decenas de millones de dólares. Pero Ben Schofield, un marinero británico, puede que haya creado el mejor anuncio de la historia de Apple para el aún en boga iPhone X, desde ya el móvil que puede aguantar días bajo agua de mar.
Un iPhone X al agua
Conozcamos a Ben Schofield, un marinero de cubierta de 35 años que trabaja en el Regal Lady -anteriormente el Oulton Belle-, barco - museo y uno de los varios conocidos como ‘Dunkirk Little Ships’, o los barquitos de Dunkirk, una flotilla de cientos de embarcaciones de marinos mercantes, pescadores, yates, etc que no dudaron en navegar en mayo - junio de 1940 a Dunkirk, Francia, para ayudar a la evacuación de los soldados aliados en la Segunda Guerra Mundial -como muy bien refleja la magistral película Dunquerque, de Christopher Nolan.
Atracado permanentemente en el Puerto de Scarborough, en la costa Noreste de Inglaterra, hace poco Schofield estaba trabajando en el Regal Lady y sufrió un percance: se le cayó su móvil por la cubierta, directo al mar que rodea Scarborough Harbour. Un iPhone X nada menos, que aunque a día de hoy Apple ya no lo vende oficialmente, sí que se puede encontrar en otras webs, y un terminal de gama alta que en su día costaba más de mil euros.
Operación Rescate 'X'
Ayudado por un amigo, Ben intentó rescatar su preciado teléfono de las corrosivas aguas saladas del mar buceando en la zona, pero fue en vano. No obstante no se dio por vencido, y decidió esperar a que la marea de la zona bajase para poder tener una visión mejor del lecho marino de la zona.
Pero la marea aun tardaría 6 días en bajar, lo que significa que el terminal estaría casi una semana sumergido en agua salada, lo que prácticamente es una sentencia de muerte para un dispositivo electrónico por el tiempo y la corrosión.
De hecho, el iPhone X tiene una certificación IP 67, lo que significa que puede aguantar sin problemas sumergido en agua, pero sólo durante 30 minutos y a 1 metro de hondo como mucho. El terminal de Schofield estaba hundido a 50 pies de profundidad, unos 15 metros, durante 6 días y en agua de mar.
Pero por intentarlo no perdía nada, así que el marinero aprovechó la marea baja de esa zona del puerto, que revelaba el lecho. Se puso bolsas de plástico en los zapatos y descendió desde el lateral del barco. Y en mitad de una superficie de lodo marino y charquitos de agua salada, dio con su iPhone X. Y lo que convierte a esta historia en el mejor anuncio de Apple es que el terminal aún funcionaba.
Ni Apple se lo creía
Al comprobar que aún vibraba, Schofield limpió la pantalla, le quitó la funda rígida que lo protegía de golpes y caídas, y comprobó cómo el terminal aún estaba encendido. Así que le limpió el barro, le quitó la arena del puerto de carga, y dejó que se secara. En cuanto lo hizo, el marinero puso a cargar el iPhone X, que aún tenía un 3% de batería, y “todo funcionaba. Contacté con Apple y no podían creérselo”.
¿Cómo podía haber pasado esto? Un iPhone que durante 6 días estuvo hundido más de 10 veces la profundidad que soportaba y aún funcionaba a pesar de la sal del agua. Según Apple, parece que “la arena tapó los orificios de carga del terminal y lo preservó”. Sea como fuere, la historia tiene final feliz, y Ben Schofield no se ha quedado sin móvil, además de tener una buena historia que contar en el pub.