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Vote for the goose

Cómo Untitled Goose Game se convirtió en un símbolo de la izquierda

El estudio House House ha convertido al famoso ganso de Untitled Goose Game en un emblema para la izquierda. Te contamos todas las claves de la revolución del ganso.

Cómo Untitled Goose Game se convirtió en un símbolo de la izquierda

En diciembre de 2019, pocos días antes de celebrarse las elecciones más relevantes de la historia reciente de Reino Unido, los creadores de Untitled Goose Game se significaron políticamente. Desde su cuenta de Twitter, House House instó a sus seguidores a votar a favor de los laboristas, la izquierda británica, en detrimento del actual primer ministro, Boris Johnson. El estudio lo pidió “por favor, por favor, por favor” y acompañó su mensaje con una fotografía del ya famoso ganso junto a una rosa roja, símbolo socialista. Un hecho especialmente reseñable y sorprendente en una industria, la del videojuego, reacia a hacer posicionamientos ideológicos explícitos.

Basta con atender a las declaraciones emitidas desde EA asegurando que no se hacían “declaraciones políticas sobre la Segunda Guerra Mundial” en Battlefield V, un juego sobre matar nazis. Avergonzarse de la que quizá siga siendo la mejor premisa posible en un relato de ficción demuestra que el medio videolúdico todavía no ha asumido su impacto ideológico y eso torna el caso de Untitled Goose Game en una anomalía que conviene detallar, analizar y razonar.

El videojuego como producto ideológico

Los videojuegos tienen ideología. Aunque más de la mitad de los lectores ya habrán huido despavoridos ante semejante blasfemia, conviene que los que sigamos dando un garbeo por estas líneas ahondemos en la idea. No hay mejor ejemplo que los videojuegos bélicos, por más que sagas como Call of Duty y la ya mencionada Battlefield se empeñen en negar la mayor. Es lógico; son obras que apelan al gran público y que intentan desmarcarse del discurso político explícito para no perder compradores. Las declaraciones de EA son la prueba fehaciente de ello.

Disimular el rastro ideológico de este tipo de franquicias es como tratar de ocultar una flatulencia en el patio del recreo teniendo las manos completamente rojas: imposible. Call of Duty y Battlefield narran historias heroicas y fieles a la normatividad y mitología norteamericana. Otros videojuegos como Specs Ops: The Line muestran el lado más terrible de la guerra. Aquel al que, por su crudeza, no todos quieren mirar. La sola elección de uno u otro enfoque genera un relato ideológico muy distinto y sirve para reafirmarnos en la idea de que los videojuegos tienen ideología.

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Resulta comprensible que las compañías eludan las declaraciones políticas —no tanto que traten de estúpido a su público— para no perder audiencia. Pero es precisamente por eso por lo que la postura de House House choca tanto. ¿A qué se debe el posicionamiento político del ganso y sus creadores? La respuesta es sencilla: son personas antes que una empresa. La forma de pensar de los autores influye en su obra de una forma u otra y Untitled Goose Game, interpretable como una suerte de utopía socialista de acuerdo con el propio estudio, no es una excepción.

El compromiso político del ganso

En House House no tienen pretensión alguna por aparentar profesionalidad, mucho menos imparcialidad. Simplemente son, según el miembro del estudio Jacob Strasser, “tres años más profesionales que hace tres años”. Esa actitud amateurista —en el mejor de los sentidos— y poco predispuesta a renunciar a sus opiniones personales convierte a House House en una rara avis. Tanto es así que el equipo al completo detuvo su actividad el día del lanzamiento de Untitled Goose Game para participar en la Marcha por el Clima de 2019.

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Un gesto valiente al tratarse de un estudio independiente sobre el que pesaba un gran hype, pero también harto significativo. “Los negocios, como siempre, están destruyendo nuestro futuro y las cosas tienen que cambiar ya mismo”, expresó otro componente del equipo, Nico Disseldorp, en declaraciones a Kotaku. Lo relevante ahí no es tanto su protesta contra la emergencia climática —muchas empresas se han comprometido en ese sentido—, sino el señalamiento explícito de las grandes corporaciones y los gobiernos cómplices hasta la fecha como los culpables de la crisis del planeta. Sin miedo alguno, en House House han naturalizado las reflexiones políticas. Y este es tan solo uno de los muchos ejemplos que brindan los autores del Metal Gear Solid emplumado.

Pese a que House House está conformado por australianos, todos ellos mantienen un fuerte vínculo con la Bretaña rural y se mantienen al día de las políticas del Reino Unido. Con ello se explica no solo su recomendación electoral para los comicios británicos, sino la ambientación del juego. Se trata de una broma interna, pero Jacob Strasser comentó off the record a Vulture que “en el canon del juego, el ganso echó a Margaret Thatcher y permitió que Tony Benn gobernara un Reino Unido socialdemócrata”. En esa campiña virtual, “todos son buenos marxistas y buenas personas”, continuó el desarrollador. Las declaraciones, publicadas pese al ruego de Strasser —ains, la deontología—, otorgan una perspectiva única sobre el peso de la ideología en House House.

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Y para quienes se lo estén preguntando; no, el ganso no ataca a los marxistas. Hubo quien se lo planteó a House House en Twitter, a lo que Strasser contestó que “el ganso es tan solo un ganso, un personaje caótico y neutral”. Asimismo, desde el estudio se invitó a los fans a que adivinaran qué votó en el Brexit cada personaje de su obra, implicando al público en su interés por la política británica. Es decir, son sus propios autores quienes fomentaron las lecturas acerca de Untitled Goose Game en clave de geopolítica internacional. Se admite así que los videojuegos, unos más otros menos, permiten esas interpretaciones y que no son meros sobreanálisis de sus mensajes. Algo obvio para quien escribe estas líneas, pero no tanto para según qué demografía gamer.

Vote for the goose: el ganso como emblema de la izquierda

El resultado de todas estas acciones no podía ser otro: el ganso se ha convertido en un símbolo de la izquierda. Las multitudinarias manifestaciones contra el Brexit en octubre del año pasado, cuando aún se debatía el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea, son el mejor ejemplo de ello. Una de las protestantes, Sarah Hiraki, compartió en Twitter una galería repleta de pancartas anti-Brexit con el simpático ganso como protagonista. Destacan mensajes como “Honk if you want to remain” —algo así como “grazna si quieres quedarte”—, con el personaje de Untitled Goose Games rodeado de las características estrellas de la Unión Europea. Las calles de Londres también se llenaron de risas gracias a la pancarta en la que el travieso ganso aparecía persiguiendo a Boris Johnson con el lema “It’s a beautiful day in the UK and you are a horrible prime minister”.

Días después de las protestas, en House House continuaron recibiendo mensajes sobre cómo su personaje se había alzado como estandarte de la resistencia. Su reacción, no podía ser de otro modo, fue muy positiva. “Me alegra que el ganso sea un símbolo de la izquierda. Prefiero por mucho ser un icono de la izquierda que de la derecha”, celebró Michael McMaster, otro de los integrantes del estudio, en una entrevista para Vulture. “Nos encanta todo aquello que reporte alegría, orgullo y diversión para la izquierda. Y si eso enfada a los ultraderechistas, mejor”, se congratuló. Sin duda, toda una lección de cómo fidelizar a tu público a través del compromiso y la implicación social.

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Con mensajes como estos, resulta sencillo entender por qué el ganso de marras se ha erigido como una verdadera estrella para la izquierda británica. Condición que se consolidó cuando, una semana antes de las elecciones generales en Reino Unido, House House pidió el voto para los laboristas. Esa es la anécdota con la que arranca este artículo, pero ya ha quedado claro que no es la única pronunciación política por parte de este estudio independiente. Y no es descabellado pensar que tampoco será la última.

El caso de Untitled Goose Game es de lo más refrescante para los videojuegos. Hablamos de una industria comedida en lo ideológico y que no siempre trata a su público con la madurez correspondiente. El auge del indie dev, precisamente por la libertad que le otorga su condición de independiente, está transformando el panorama. La idea de que un estudio imite a House House y hable abiertamente del posicionamiento ideológico que ha moldeado su obra es un ejercicio de transparencia, honestidad y capacidad crítica de lo más positivo. Nosotros lo tenemos claro: siempre votaremos por juegos y estudios valientes. Siempre votaremos por el ganso.

Untitled Goose Game

  • PS4
  • PC
  • NSW
  • XBO
  • Simulación

Es una mañana bonita y apacible... hasta que llegas tú. Un ganso. En el sentido literal del término: eres un ganso de esos con pico y plumas. Y, si alguna vez hubo un ganso petardo, ese eres tú. Untitled Goose Game combina simulación tipo sandbox con un humor muy especial y suelta a los jugadores en un plácido pueblecito, en forma de ganso, y con una lista muy curiosa de quehaceres: robar sombreros, gastar bromas y... bueno, en general, molestar todo lo posible. La cosa promete, ¿no? Un título de simulación a cargo de House House y Panic para PC, PlayStation 4, Xbox One y Switch.

Carátula de Untitled Goose Game
7.5