Darksburg, Impresiones PC

En cuanto a diversión, una de las recetas de éxito garantizado es el cooperativo de supervivencia. Juntarse con unos amigos y arrancar una aventura en la que sabemos que, sí o sí, nos van a machacar. El desafío se supone que es llegar cada vez más lejos… pero el objetivo real es echarnos unas sanas risas viendo cómo somos desbordados, escuchando los gritos de nuestros compañeros pidiendo una ayuda que no podemos ofrecerles, para caer todos aniquilados, bien hermanados, ante la enésima horda de zombis. Derrotados, sí, pero con cara de satisfacción y con ganas de arrancar una nueva partida. Esa fórmula se lleva aplicando con éxito desde los inicios del PC. Allá en los años ochenta Atari creó el género con Gauntlet, un cooperativo isométrico cuyas bases hoy sigue el presente Darksburg. Y fue llevado hasta la perfección en las entregas de Left 4 Dead y Left 4 Dead II, de Valve, ya en 2008 y 2009.

Si consiguiéramos hacer un pastiche entre estos dos títulos tan distantes, obtendríamos un juego como este Darksburg, de los franceses Shiro Games, que hoy os presentamos.

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Al igual que en los dos títulos referidos, Darksburg nos ofrece cuatro héroes, con muy distintas capacidades, inoperantes por sí, solos, pero una máquina de arrasar enemigos cuando se combinan. El objetivo de los cuatro es tan simple como la supervivencia, algo nada fácil cuando enfrente tenemos infinitas hordas de zombis.

La acción se desarrolla en un entorno isométrico, ambientado en una ciudad medieval, con vista cenital y cámara fija, totalmente apropiado al estilo de juego.

Los cuatro personajes están los suficientemente bien construidos, aun sin apenas trasfondo que los dote de personalidad más allá de su diseño y unos excelentes vídeos de presentación. Así, dispondremos de tres héroes de melé y uno de ataque a distancia, en los que sus posibilidades no son nada evidentes y requieren un tiempo de juego para comprender cuál es exactamente su cometido en combate.

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Pronto nos daremos cuenta que uno de los héroes, un hombre lobo llamado Varag, hará las funciones de tanque, un cocinero barbudo armado con un enorme cucharón, Runolf, tendrá como objetivo real sanar y potenciar al resto. La monja guerrera Abigail no soporta tanto daño como Varag pero es la que tiene los ataques de zona más devastadores y su utilidad eliminando zombis es casi tanta como la de Rose, la heroína a distancia, muy frágil, pero con un ataque que gana potencia mientras esté libre de ataques, con lo que uno de los objetivos del resto es mantenerla a salvo.

Una sinergia simple sobre el papel, pero muy compleja de llevar a cabo. Sobre todo cuando el desafío es tan grande. La acción se basa en intercalar momentos más o menos tranquilos con otros donde los enemigos son centenares, desbordando a los héroes. Es entonces cuando el uso de sus distintos poderes especiales se vuelve determinante. El éxito de la misión dependerá en gran medida de cuándo cada héroe lance sus ataques particulares. Desde el caldero curativo que lanza Runolf y cura a sus compañeros, hasta el haz de luz divina de Abigail que arrasa todo enemigo que se ponga a su alcance. ¿El problema? Estos ataques requieren un tiempo de recarga y su uso en el momento adecuado o no condiciona la supervivencia ante futuras hordas.

Son las horas de juego las que acaban por demostrar lo bien que están planteados estos personajes y lo imprescindible que resulta su coordinación perfecta. Por supuesto cualquiera puede soportar las primeras hordas e incluso podrá completar los desafíos en el modo fácil, incluso en el normal… pero el juego va exigiendo más y más coordinación a medida que elegimos el modo difícil y un modo “pesadilla” que realmente se convierte en eso hasta para los jugadores más curtidos.

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Para garantizar que no se producen estancamientos y el consiguiente aburrimiento, los héroes van subiendo de nivel a medida que los jugamos, consiguiendo así mejoras en su rendimiento que permiten afrontar más posibilidades los niveles más exigentes.

Los modos de juego disponibles son tres. Supervivencia, aventura y Versus. El primero de los modos se desarrolla en un escenario pequeño al que irán llegando sucesivas hordas de enemigos, cada vez más complicada, con el objetivo de soportar un máximo de veinte. Hemos de reconocer que no sabemos qué ocurre si se supera esa última horda. En el modo de aventura, deberemos cruzar con los héroes la ciudad de Darksburg y realizar distintas tareas. Generalmente se trata de coger algo en un punto y llevarlo a otro, con la dificultad de que el héroe que hace el transporte es vulnerable y debe ser protegido en el recorrido.

En este punto hay que señalar que los zombis enemigos, denominados Revenants, cuenta con sus propios “héroes”. Unos zombis con capacidades especiales a la hora de dañarnos o incapacitarnos. Su mayor peligro es que consigan apartarnos del resto del grupo e inmovilizarnos. O somos rescatados, o es la muerte segura.

Estos héroes zombi dan sentido al último modo de juego, el Versus. Emulando al ya mítico Left 4 Dead, mientras 4 jugadores toman el papel de los héroes, otros cuatro irán controlando a estos zombis especiales. De este modo tendremos una aventura donde los enemigos no son controlados por la IA, sino por otros jugadores, lo que aumenta exponencialmente la diversión. Sin duda el modo más divertido…

El título está ya disponible en “acceso anticipado” en Steam por 19,99€ y está teniendo muy buena acogida. Entrar en una partida es bastante rápido y si optamos por crearla nosotros, también recibimos jugadores con facilidad. Si bien el juego sigue en desarrollo, es totalmente estable y no hemos encontrado ni un solo bug.

En el lado negativo hay que citar el escaso contenido que aún ofrece. Cuatro héroes, tres mapas, tres modos de juego… Desde Shiro Games se garantiza que esto irá mejorando y ya han anunciado la incorporación de héroes y campañas. Dado lo satisfactorio de este acceso anticipado, los esperamos con ansiedad.