Warcraft 3: Reforged, la caída del reino
Analizamos los motivos por los que el regreso del venerado RTS de Blizzard no cumple las expectativas.
Warcraft 3: Reforged ha sido una gran decepción para el aficionado, particularmente para el que llevaba años esperando algún tipo de regreso al RTS. La grandeza de la campaña permanece inalterable, pero la adaptación está repleta de problemas, omisiones y es un trabajo incompleto, indigno de la reputación del estudio y del legado de un juego inmortal. Para más inri, los cambios realizados en el multijugador afectan retroactivamente al juego original, alterando normas entre creadores y compañía que se habían respetado durante una década y de las que han nacido fenómenos como DOTA o LOL.
Problemas en el multijugador
En este vídeo, repasamos los argumentos ya ofrecidos en el análisis y mostramos algunos de los problemas patentes, por los cuales ya se han pedido disculpas y están en fase de solución, una situación que no se debería haber producido en un primer lugar. Así sentenciábamos en el texto: "Blizzard ha hecho un trabajo excelso en darle un soplo de aire fresco a WarCraft III con Reforged en materia gráfica. La calidad de los modelos tanto de personajes como de edificios es excelsa y lo mismo para el apartado sonoro. La campaña sigue siendo una delicia y muy divertida. Sin embargo su faceta online hace aguas por todas partes con un netcode sin pulir, falto de contenido prometido y errores, en general, nada habituales en una empresa que lleva más de un cuarto de siglo creando videojuegos de gran calidad. Parece un producto por terminar."