La Biblioteca Nacional conservará todos los videojuegos españoles
La institución pública anuncia que equipará el videojuego a otros productos culturales como la literatura para preservarlos.
Los videojuegos que produzca la industria española se conservarán en la Biblioteca Nacional, según adelantan nuestros compañeros de EL PAÍS. A partir de este momento, el videojuego tendrá el mismo tratamiento que los libros y otros productos de carácter cultural. La decisión se ha tomado después de que la BNE se reuniera con algunos representantes de la industria del videojuego. “Tenemos en depósito unos 600 títulos, pero la novedad de este soporte y el que la ley de Depósito legal, de 2011, no los nombrara, han motivado que no tuviéramos toda la información. La Biblioteca Nacional de Francia tiene unos 18.000”, explica Ana Santos, directora de la institución, en conversación telefónica con el medio de PRISA.
De acuerdo con sus palabras, han propuesto al Ministerio de Cultura una reforma de la legislación que permitirá que los productores del videojuego depositen sus obras en la BNE. Estas medidas se han impulsado junto a la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), la Asociación de Usuarios de Informática Clásica (AUIC) y la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV). También ha estado presente un representante del Ministerio de Cultura. Todos ellos se han comprometido a depositar los videojuegos en la Biblioteca Nacional, tras la rubrica de un convenio.
"Las asociaciones han mostrado su apoyo a esta iniciativa así como su interés en colaborar con el fin de facilitar el trabajo de la BNE y sumar esfuerzos en esta tarea. Esta colaboración se tratará de articular formalmente mediante un convenio de colaboración, si bien, se han previsto algunas actuaciones iniciales con el fin de ir avanzando en aquellos aspectos prioritarios y que resulta posible abordar", destaca el comunicado publicado por la BNE.
Obras de consulta para la investigación
El siguiente paso es el de identificar qué productos forman ya parte del archivo del BNE y cuáles se han quedado fuera. Las asociaciones serán las encargadas de ofrecer los datos necesarios al organismo. “Muchos son formatos digitales, no solo físicos, y tanto unos como otros necesitan distintos modelos de consola para tener acceso a ellos”, señala Santos. Con el fin de solucionar ese problema, se adquirirán equipos que permitan reproducir los títulos. “Estarán disponibles, como el resto de colecciones, para su consulta o investigación”, lo que no significa que se puedan utilizar para el disfrute personal. “Hay muchas tesis sobre lo que el videojuego significa, sobre todo en cuanto a impacto sociológico”.
Santos ha querido cerrar el debate sobre si los videojuegos son cultura o no. “Somos conscientes de que es un patrimonio cultural. El videojuego genera creación y cultura y la Bibliotaca Nacional debe conservar todos aquellos soportes que la generan”. La directora ha puntualizado que de todo lo que reciben “no hacen discriminación”, independientemente del contenido, “porque es lo que se publica”. Esa clase de materiales “pueden ser materia de estudio para investigadores”, zanja.
Fuente | EL PAÍS