Gameplay
Vídeo impresiones: DOOM Eternal más bestia que nunca
Os mostramos gameplay de DOOM Eternal tras jugar a la versión final del juego.
Comenzamos el año de la mejor manera posible. Desde MeriStation hemos tenido acceso a la versión final de Doom Eternal, uno de los títulos que marca la primera mitad del presente 2020. Tras nuestras impresiones en el último E3, las sensaciones que nos dejó en el evento californiano fueron de auténtico estupor. Las técnicas primitivas empleadas en la entrega de 2016 han dado paso a un shooter “total”. Pocas veces habíamos estado ante una secuela que no solo evoluciona lo vivido, sino que reinterpreta ciertas mecánicas para hacer una fórmula a prueba de bombas.
La sesión a la que pudimos acudir nos dejó apreciar las cuatro primeras horas de juego. El material que estáis comprobando en este vídeo corresponde a uno de los mundos más avanzados del primer cuarto de la aventura, quizá casi sobrepasándola. Ante todo, debemos advertiros del tremendo avance en materia jugable que ha sufrido desde la anterior demo a la actual versión. Aquí hemos podido probar en profundidad el sistema de desarrollo del Doom Guy (o Slayer, como se le refiere dentro del nuevo trasfondo).
Y es que id Software ha buscado llevar mucho más allá las posibilidades de convertirnos en el asesino más despiadado del infierno. De aquellas cápsulas que tan solo permitían subir tres parámetros, pasamos a la posibilidad de obtener habilidades pasivas que determinan la manera en la que realizamos acciones críticas en combate. Por ejemplo, unos cristales nos permiten subir salud, armadura o munición, mejoras que estarán atados en diversos grupos que al asociarse desbloquean ayudas inéditas. O como el caso de las runas, equipables hasta un máximo de tres y que podremos alternar en cualquier momento, siempre y cuando la hayamos obtenido por los mapas. Un cambio similar han sufrido las mejoras de armamento, supeditadas al cumplimiento de un determinado número de encuentros hostiles.
En este vídeo podéis ver el juego en todo su esplendor. Disfrutad de la masacre.