Alien: Isolation, análisis: ¿el mejor port de Nintendo Switch?

Hace 5 años salió Alien Isolation. Hace 5 años analizamos Alien Isolation. Y hace 5 años dimos una nota que en la actualidad varios, entre ellos el analista de este texto, no compartimos. Lo cierto es que desde entonces hemos buscado hacerle la justicia que el título de SEGA y CA merece citándolo en reportajes y especiales. Y el reciente port para Nintendo Switch hecho por el estudio Feral Games solo testifica lo genial que este título sigue siendo.

Switch Alien

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Para quien no lo conozca, en 2014 The Creative Assembly, que hasta el momento era un estudio dedicado mayoritariamente a juegos de estrategia RTS como Total War, se la jugó haciendo un ‘salto de fe’ y atreviéndose con tres elementos que nunca había usado: un juego en primera persona, un título de terror y una gran licencia convertida en cultura popular. El resultado, avalado por Sega, fue Alien Isolation, un survival horror más FP que FPS con una gigantesca carga fanservice que lo convirtieron al instante en un ejemplo tipo ‘Ghostbusters: The Videogame’: un producto con un uso de la licencia magistral, nostálgico y respetuoso, y una muestra de cómo se debe adaptar una IP expandiendo de paso su lore sin traicionar al original.

Lo cierto es que la práctica que hemos visto asentarse cómodamente en esta generación de recuperar títulos de no hace mucho tiempo -como decimos, Isolation sólo tiene 5 años- no es plato de gusto para todos, pero aunque a veces chirría, en otras es una sorpresa maravillosa. Porque parece que Nintendo Switch es la consola perfecta para este Alien de CA. Y lo que es el remate ya: se ve (muchas) veces mejor que las versiones de PS4 y Xbox One.

USS Sevastopol, toma 2

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A nivel argumental, siendo un port no se ha tocado nada del conseguido guión del juego. Y lo único que debes saber es: Eres Amanda Ripley, la hija de Ellen Ripley, y debes ir a la estación USS Sevastopol en la que al parecer hay noticias sobre lo que le pasó a tu madre, desaparecida hace 15 años. Situado de forma magistral en la saga de films -si queréis el hueco exacto, se sitúa entre Alien 1979 y Aliens 1986, Isolation es un ‘tour-de-force’ obligado de jugar (y adorar) si se es fan de la franquicia de Xenomorfos.

¿Qué te encuentras al pisar la Sevastopol? Pues básicamente un mapeado enorme y muy laberíntico que sirve de base a un survival horror de pura cepa en primera persona. Pero no, esto no es el enésimo juego de Marines espaciales en el que dar y darse gusto vaciando cargadores de munición a manos llenas, sino algo 180º diferente. Hay exploración, hay pruebas y hay armas incluyendo algunas tan icónicas como el lanzallamas de Ellen Ripley. Pero también hay crafteo y munición tan limitada que el estudio te empuja deliberadamente a evitar los enfrentamientos o usar el escenario.

¿La razón? El enfoque que Creative Assembly decidió darle a Isolation, que básicamente es una versión ampliada pero fiel del primer film de la saga. Esto se traduce en que una fémina Ripley está a solas con un xenomorfo en un entorno espacial aislado y claustrofóbico. Y el gameplay, que te aconseja la ‘Stealth’ y dosificar las balas muy mucho, te enfrenta a un alien que no puedes matar, sólo esquivar y sobrevivir -igual que el Alien de Ridley Scott. Hay más personajes, y algunos deben ser liquidados, pero la base, el corazón de Isolation sois tu y el xeno que te busca, da caza y te persigue.

Una Nostromo con el nombre cambiado

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Por tanto estamos ante un survival horror clásico, fiel a los cánones iniciales, de desarrollo pausado, incluso lento a veces -como el primer film-, pero capaz de provocar que tu corazón pase de 0 a 100 de un instante al otro. Cada aparición del alien, cada caza a la que nos somete y momento que debemos pensar cómo esquivarlo, es capaz de provocar tensión incluso a los más veteranos del género. Toda la experiencia es como un enorme juego del gato y el ratón en el que queda claro a quien representa Amanda.

Y como es un survival absoluto, sus tics y manierismos entran en juego: como decimos, Isolation puede hacerse muy lento a algunos, porque no estamos ante una set-piece tras otra ni un script constante, sino ante un tipo y ritmo de juego muy clásico, que apuesta de lleno por ser ‘Stealth Horror’ en vez de ‘Action Horror’, ‘rara avis’ en una generación en la que todo debe ser grandioso, Open World, ruidoso y constante. Es pausado, es metódico y esa es tanto una de sus mejores bazas como a la vez uno de sus handicaps para quien piense que es un Doom 3 o un Colonial Marines 2.

Tensión miedosa no resuelta

Pero a veces se pasan, hay que decirlo y reseñarlo. Si aceptas su enfoque pausado, el problema es que el juego parece que quiere tenerte en tensión las 16-20 horas que dura, y varias veces la música te pondrá en alerta al doblar una esquina para… nada, porque no habrá nada. Por ello, esa especie de tiempos muertos engañosos nos habría gustado que los hubiesen corregido, pero aunque no arruinan la experiencia del juego, sí que provocan zonas de tedio que no deberían estar.

La Sevastopol, como buena estación espacial, está dividida en secciones conectadas por elevadores, vehículos y pasillos estancos. A veces necesitaremos tarjetas-llave para abrir secciones, o hackear terminales, o abrirnos paso con sopletes. Y el sistema de crafteo te permite construir desde cócteles Molotov a bombas de tubo, ‘grillos’ para hacer ruido o pulsos electromagnéticos.

Súmale el armamento y tienes un buen arsenal para el resto de enemigos -no diremos quienes- cuando no estás lidiando con el alien, aunque lo divertido es que el ruido de estar peleando con los otros enemigos si te decantas por ir pegando tiros puede atraer al xeno, aunque no te toque lidiar con él en ese punto del juego. Otro elemento que puede ser amado / odiado es el hecho de que el salvado no es automático, por lo que la partida debe ser guardada manualmente. Si te olvidas, y mueres, te tocará repetir una buena porción del juego.

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‘Tripulación Prescindible’

Un añadido estupendo a este port de Switch es la inclusión de todos los DLCs que salieron en su momento, incluido el de ‘Expendable Crew’, que recrea con el gameplay del juego momentos del film Alien como la caza por el sistema de ventilación o la huída y destrucción final de la Nostromo, permitiéndote elegir entre Ellen Ripley, Dallas o Parker. Puritito fanservice del bueno que nos encanta y es genial verlo incluido.

Pero en el apartado jugable debemos reseñar algo que el port de Switch contiene y que habrá quien se acostumbre o quien vea la experiencia lastrada por ello: Lag. Evidente desde el momento en que te despiertas en el juego, el retraso entre la pulsación y la respuesta es una de las pocas pegas que este port tiene, y que quienes estén acostumbrados sobre todo a los FPS rápidos notarán enseguida. Como decimos te puedes acostumbrar e incluso no notarlo la mayoría de las veces, o sufrir cada vez que te mueves, giras la cámara o consultas la interfaz in-game.

Una obra de arte audiovisual

Aunque salir como título intergeneracional le pasó un poco de factura -se estrenó en PS3 y 360 además de PS4 y Xbox One-, lo cierto es que a nivel de dirección artística, y comparándolo con la saga en la que se basa, Alien Isolation es una absoluta obra de arte. Cada rincón de la Sevastopol, cada animación del alien, cada habitación, iluminación y diseño es un homenaje a la Nostromo y al universo de la Tetralogía inicial que ya desde ese logo inicial de la 20th Century Fox con marcas de ‘tracking’ de cinta VHS te engancha -kudos a la opción de aberración cromática.

Lo impresionante de este port del juego en Switch es que realmente se ve mejor por momentos que las propias versiones PS4 y One lanzadas en 2014. No importa que la resolución de Isolation sea menor en la Nintendo Switch, hay partes en que eclipsa a los de sus compañeras generacionales gracias a elementos como un mejor trabajo de anti-aliasing -logrado por Feral Interactive con una herramienta de anti-aliasing temporal que funciona por zonas y momentos.

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La tasa de frames es estable, el V-Sync es estable, y aunque es a costa de elementos como la resolución dinámica o el desenfoque de movimiento, os remitimos al exhaustivo análisis de los expertos de Digital Foundry para ver la calidad de esta versión.

A nivel sonoro, Isolation es otra obra maestra, porque cuando se estrenó hacía tiempo que no experimentábamos un diseño de sonido tan atmosférico, aterrador y envolvente. Este Alien está hecho para ser jugado con auriculares o un buen equipo de sonido, para sentir cómo te rodean los ruidos guturales y pasos del xeno por la Sevastopol.

Añádele una BSO que mezcla temas de la icónica partitura original de Jerry Goldsmith y lo mejor: un doblaje al castellano con la voz original española de Sigourney Weaver. Todo eso se mantiene en el port, al que lo único que le falla es que jugado en formato portátil no se escucha igual de bien por los altavoces de la Switch.