Vehículos robóticos de combate para el Ejército USA en 2020
Una guerra librada a distancia, con robots en vez de soldados. El ejército de los EEUU se prepara con sus nuevos ‘juguetes’.
La perfección en la tecnología de los drones ha traído consigo un nuevo tipo de guerra: el conflicto a distancia. Un piloto no tiene que jugársela en un avión sobre territorio enemigo para bombardear una célula terrorista, sino que puede hacerlo a 50 000km desde su base en su país. El siguiente paso en la escalada armamentística es reducir el componete físico de soldados reales y dejar que sean las armas las que se destrocen en los campos de batalla. De ahí el nuevo ‘juguete’ del ejército de los Estados Unidos: vehículos robóticos de combate.
MET-D
Aunque nos suena a la guerra de Skynet en la serie Terminator, la idea de vehículos autónomos robóticos de combate sin soldados es algo que el próximo 2020 será una realidad, puesto que será el año que viene cuando el ejército de los USA empiece a probar sobre el terreno este tipo de vehículos armamentísticos en la denominada Fase 1. Las pruebas se llevarán a cabo desde dos plataformas de combate móviles Bradley Fighting denominadas MET-D (Mission Enabler Technologies-Demostrators), las cuales llevarán a bordo a un conductor, un artillero y 4 soldados en la parte de atrás cada una.
Estos soldados se dividirán en parejas para controlar cada uno a un tanque ligero M113 modificado sin tripulación a bordo, equipado con ametralladoras de 7,62 mm. La Fase 1 consistirá por tanto en 4 equipos de soldados dentro de 2 unidades móviles MET-D probando a pilotar y disparar 4 vehículos autónomos de combate M113. Si todo sale bien, en 2021 comenzará la Fase 2, aumentando las unidades MET-D a 6 y controlando los mismos cuatro tanques M113 junto a “4 vehículos de combate robóticos sustitutos ligeros y 4 de nivel medio”.
Minimizar las bajas
Más lejana en el futuro tenemos la Fase 3, que empezaría en 2023 con 6 MET-D, cuatro M113, 4 vehículos de combate robóticos sustitutos de nivel medio y 4 pesados. La idea tras estos tests es reducir el riesgo en escenarios que implicarían combates, y enfrentarse al enemigo con un armamento modificado que ahorraría la exposición de los soldados a las armas enemigas, que al igual que los pilotos de drones estarían peleando desde la distancia.
La idea es buena desde el punto de vista humano, pero ¿cuánto falta para que directamente pasemos a vehículos autónomos dirigidos por una IA y no un humano?