La junta directiva de DEV se renueva con nuevos vocales
Tras la dimisión de Luis Quintans como presidente y miembro de la junta directiva, el órgano de gobierno de la asociación incorpora sangre nueva.
La Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV) se vio salpicada por la polémica de Badland Games —ahora renombrada como Badland Publishing—, por lo que su presidente, Luis Quintans, dimitió de todos sus cargos. Ahora, meses después de esos acontecimientos, el órgano de gobierno de la asociación anuncia que se renueva.
En total serán 6 nuevos vocales. Se trata de Valeria Castro, fundadora y productora de Platonic Games; David Ferriz, cofundador, diseñador y artista en DevilishGames; Juan Castillo, fundador de Mechanical Boss; Miguel Ángel Aren, consejero delegado de Polygone Studios; Luis Díaz Peralta, más conocido como Ludipe, que trabaja en AllPixelGames y se encuentra desarrollando A Place for the Unwilling; y Antonio Iglesias, cofundador de Kraken Empire, la desarrolladora de Kromaia.
Pendientes de ratificación
Aunque la nominación de los nuevos vocales ya se ha realizado, se incorporarán de manera definitiva después de que sean ratificados por la Asamblea General de DEV, como informa la propia asociación a través de un comunicado de prensa. Esto ocurrirá a finales de junio, fecha en la que se anunciará el nombre del nuevo presidente.
Así las cosas, el resto de la junta directiva está compuesta por Xavier Carrillo, CEO de Digital Legends, y Curro Rueda, de Genera Games. En la vicepresidencia se encuentra Fran Gálvez, tesorero. Los vocales, por su parte, son Enric Álvarez, consejero delegado de Mercury Steam, Luis Oliván, máximo responsable de Fictiorama, Fernando Prieto, consejero delegado de Gato Salvaje Studio, Ferran Puntí, dirigente de The Breach Studios y Gonzo Suárez, creador de Commandos.
La asociación DEV asegura que “representa los intereses de un centenar de empresas desarrolladoras de videojuegos”, no solo en un ámbito nacional, sino también fuera de las fronteras españolas. Su objetivo principal es conseguir el “reconocimiento institucional” de la industria del videojuego, una industria, explican, “altamente tecnológica y “exponente internacional” de la cultura en España.