Observation, análisis. ¿Solos en el espacio?

Imagina despertar solo en la nada. Más allá de la estación espacial, un vasto universo de oscuridad. Abres los ojos y ves metal y ordenadores. Respiras, vives, pero todo a tu alrededor está sumido en una extraña calma. Silencio, silencio, nada más que silencio. Aun así, sabes que algo malo ha ocurrido. Un terrible accidente. Los sistemas no funcionan y la inteligencia artificial permanece callada. Tú, jugador, te preocupas, y eso que no han pasado ni unos segundos desde que la historia de Observation ha comenzado.

Emma Fisher es una de las supervivientes de la estación espacial, la Observation. En esos primeros segundos tras el accidente, el personaje logra transmitir la sensación de opresión a los que estamos a los mandos. Una tensión que no desaparece casi en ningún momento. Pero no confundamos, la nueva producción de No Code Studio no es un videojuego de terror, aunque el pánico de hallarse en el espacio y de enfrentarse a lo desconocido sí sea uno de los temas nucleares.

Houston, tenemos un problema

Cuando el desastre acontece, lo primero es contactar con la Tierra. Pero como suele ocurrir, las comunicaciones no pasan por su mejor momento y las interferencias consumen cualquier esperanza de recibir ayuda del exterior. Emma, sin perder la calma, trata de analizar el estado de SAM, la inteligencia artificial de la nave. Después de reiniciarla y de escuchar sus primeras palabras, le pide que efectúe un autodiagnóstico. Como no podía ser de otro modo, casi toda su memoria ha desaparecido.

En casi todas las historias manejamos a un personaje de carne y hueso. En Observation, en cambio, no nos metemos en el papel de Emma, sino que somos la propia inteligencia artificial. Al tratarse de un ser incorpóreo, la interacción se lleva a cabo a través de las cámaras de seguridad, que nos permiten analizar el entorno e interactuar con los diferentes elementos de los escenarios. La jugabilidad se basa, sobre todo, en mecánicas de aventura gráfica point & click. Rastreamos las salas, jugamos con los ángulos para encontrar más elementos y seguimos las instrucciones que nos dicta Emma. Otras veces, en cambio, nos introducimos en cámaras móviles, por lo que tenemos la posibilidad de movernos dentro de las habitaciones e incluso salir de salir al espacio exterior.

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El nombre propio que da título al juego y a la estación espacial, Observation, es un fiel reflejo de lo que ofrece. La mayor parte del tiempo, el jugador se concentra en observar el entorno para resolver problemas. Por ejemplo, si necesitamos reactivar el sistema de comunicación, deberemos buscar los paneles correspondientes e interactuar con el hardware, a menudo, manejando una sencilla interfaz o completando un puzle. Observation no destaca tanto por la dificultad de sus rompecabezas, sino que se centra en narrar una historia mientras buscamos el modo de avanzar. Como inteligencia artificial que somos, nos desplazamos por las salas por medio de las cámaras, de modo que podemos sortear esclusas cerradas, abrirlas para Emma (una vez obtenidos los patrones esquemáticos) y llegar hasta lugares vedados para el ser humano.

Por citar otro ejemplo, en otro momento de la narración, la doctora nos pide que busquemos a un miembro concreto de la tripulación. Lo que para la muchacha significaría desplazarse por toda la estación espacial, con los consiguientes problemas en forma de puertas cerradas, etc, para SAM solo supone viajar a través de cámaras de seguridad.

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Una narrativa compacta

No Code Studio es un pequeño equipo compuesto por veteranos de la industria. Sus fundadores, los hermanos McKellan, han trabajado en proyectos de alto presupuesto como Alien Isolation. Sin embargo, los también creadores de Stories Untold, han hallado la inspiración en 2001: una odisea en el espacio: “La idea del juego me vino después de leer algún artículo sobre películas narradas desde un prisma distinto”, declaró John McKellan a MeriStation. Esta aventura de suspense explora la identidad de las inteligencias artificiales y su comportamiento.

“No es un narrativa con un montón de ramas, pero se producen diferentes reacciones según la manera en la que juegues”. Así explicó McKellan el desarrollo argumental de la aventura. En términos narrativos, es un juego de estructura lineal. El guion no cambia demasiado en función de las acciones que tomas, pero como dice el creativo, sí hay reacciones distintas. En los primeros minutos de juego, el fuego ha dañado la estructura en una de las salas, lo que compromete la seguridad de toda la estructura. Por tanto, Emma acude rauda a extinguir las llamas, pero se encuentra con la primera barrera: la puerta está cerrada. Entonces, la mujer pide a SAM que abra la esclusa: 1, 2, 3...¡ahora! En la primera partida, lo hicimos tal y como ella dijo, a la de tres. En la segunda, nos adelantamos un poquito y el diálogo cambió: Emma grita un “what the fuck! (¡qué demonios!) para a continuación recordarnos que sus órdenes han sido muy claras.

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A nivel argumental, Observation tiene los ingredientes para trenzar una buena historia. El misterio accidente, la desaparición de la tripulación, la certeza de que realmente no estamos solos y de que existen fuerzas que determinan el destino de la estación y de sus tripulantes son algunos de los elementos que aparecen de una u otra manera. Por añadidura, que el prisma narrativo esté centrado en la inteligencia artificial le da un toque distintivo a la obra, que sabe manejar con maestría el suspense.

Y pese al buen hacer en lo que se refiere a la tensión y al desarrollo argumental, también se dan ciertos problemas. Es obvio que este es un título de presupuesto más limitado, algo que se percibe sobre todo en el acabo gráfico (la expresión de los personajes, principalmente). Sin embargo, el punto más confuso es la repetición de elementos en los escenarios y la dificultad que a veces entraña buscar lo que queremos entre la maraña de objetos.

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La memoria es lo más preciado del ser humano. Sin memoria, solo hay olvido, y con el olvido, la nada. Y la nada es lo que SAM tiene en su memoria interna cuando es reiniciado. Por eso, el hecho de buscar documentos y de descubrir los entresijos de la historia se justifica también argumentalmente. Al final, no hay nada más importante que los recuerdos, especialmente en el espacio profundo.