Le haces un test de velocidad al router, compruebas la tasa de bajada y subida de megas, y te quedas pensando por qué si tienes eso en el router del salón navegas tan lento con el móvil tirado en la cama. Es hora de analizar el entorno, de ver la colocación del aparato, de pensar en un repetidor Wi-Fi o de plantearse otras opciones. Es hora de ampliar la cobertura en nuestra propia casa siguiendo estos pasos y consejos:
Test de velocidad
Lo primero es la comprobación directa de la cantidad de velocidad que tenemos de subida y bajada. Para ello hay muchos tests que podemos hacerle. Os recomendamos el Test de Velocidad del grupo ADSL Zone, rápido y muy fiable que en segundos nos dará los parámetros del Wi-Fi. Con ellos de base iremos probando distintos métodos sencillos y básicos a ver si esos números mejoran.
Colocar bien el router
Un paso más esencial de lo que muchos creen, no basta con tener ese dispositivo que el empleado de Ono nos coloca cerca de la TV o el teléfono de sobremesa sin más. Si el router va por cable entonces podemos tenerlo donde queramos, pero si se trata de un modelo wireless o inalámbrico, entonces necesita un espacio amplio para la señal y a ser posible sin muchos aparatos eléctricos alrededor que puedan tener un impacto en la señal.
Una forma de aumentar la cobertura Wi-Fi en casa sería mover el router inalámbrico de sitio, colocarlo sobre una estantería, una mesa o incluso fijarlo a la pared. Y si tiene antenas, ponedlas en vertical hacia arriba. Ahora haced de nuevo el test de velocidad al aparato y comprobad con los resultados anteriores si habéis mejorado la velocidad.
Comprueba el canal
Si alguna vez habéis manejado un monitor de bebés, conducido un coche de radiocontrol o hablado por un walkie-talkie, sabreís que tener dos dispositivos en un mismo canal provoca interferencias. Ahora imaginad que no son dos dispositivos sino cientos de miles. Eso es lo que sucede con vuestro router en una ciudad, que comparte un mismo canal con el resto de routers de la operadora que ofrezca el servicio. Por defecto tendemos a usar el canal en el que nos lo configuran. Y si llamamos para quejarnos un día de que no tenemos señal, el operario puede arreglarlo en cinco minutos cambiando la señal de internet a otro canal.
Cambiar el canal de recepción no es complicado. De hecho operadoras como Vodafone-Ono tienen una app con la que podemos cambiar el canal del router usando simplemente el móvil tras ver en un gráfico cuáles son los canales más congestionados de tráfico y cuáles son los más libres. Pero si lo queremos hacer desde el PC
Coloca un Repetidor Wi-Fi
Es fácil tender a pensar que si vivimos en un sitio pequeño, la señal Wi-Fi del salón llegará a todos los rincones de la casa. FALSO. Todo router wireless es capaz de enviar la señar a una cierta distancia hasta que ésta empieza a debilitarse. Y lo que es peor, las esquinas y paredes naturales de una casa funcionan como bloqueadores que van disminuyendo la calidad de la señal. Si no queremos complicarnos mucho la vida podemos colocar uno o varios repetidores Wi-Fi por toda la casa. Estos son dispositivos que reciben la señal del router y la amplían transmitiéndola por el resto de la casa.
Pensad en ellos no como routers, sino como otro cliente con una dirección IP, como un portátil. Es por ello que no hacen milagros, sino que usan lo que tienen. En este caso si colocamos el repetidor muy lejos del router, la señal que le llegará será muy débil, y se limitará a retransmitir una señal débil. El truco está en colocarlo tan cerca del router como para que le llegue un 80% - 4 de 5 barras de la señal Wi-Fi y al tiempo esté cerca de los sitios que nos interesa ampliar la cobertura, como las habitaciones o un despacho.
Instalar un PLC
La tecnología PLC aprovecha la red eléctrica para convertirla en una línea digital de alta velocidad de transmisión de datos, permitiendo, entre otras cosas, el acceso a Internet mediante banda ancha. En sí es un concepto de enchufar y ya está, consiguiendo aprovechar el tendido eléctrico para llevar la señal a otras partes de la casa con más eficacia que un router wireless y repetidores, ya que si hay muchos dispositivos electrónicos en casa de esta forma no se satura la red al no recibir tantas peticiones de conexiones wireless a la vez.
Normalmente su funcionamiento es con dos unidades. Conectamos la primera cerca del router, y si lo necesita conectaremos el PLC con el dispositivo mediante un cable Ethernet. Después conectaremos un segundo PCL cerca del dispositivo que queremos conectar a Internet, como una consola o un portátil, y conectarlo a este mediante otro cable Ethernet que llevará la señal de Red mediante la instalación eléctrica. Si os parece demasiado cableado, existen PLCs que tienen conexión inalámbrica, aunque su punto débil es estar conectados en un área con regletas y varios dispositivos más como electrodomésticos, microonda, lavadoras u otras máquinas.