Mortal Kombat 11 y las pesadillas de sus desarrolladores

Gracias a una entrevista concedida a Kotaku, podemos conocer la experiencia por la que tuvieron que pasar los desarrolladores de NetherRealm Studios encargados de las fatalities y la parte más gore de Mortal Kombat 11. Por otro lado, el equipo de desarrollo se encuentra siendo investigado por haber recibido acusaciones de crunch y acoso.

Pesadillas y diagnósticos psiquiátricos

Todo aquel familiarizado con la saga Mortal Kombat sabrá que presenta unos combates brutales con un alto grado de brutalidad en ellos. A los jugadores parece no afectarles, pero si nos colocamos en el punto de vista de los desarrolladores encargados de la parte más visceral y gore podemos imaginar cuán difícil fue la investigación de tales temas y su posterior aplicación en el juego. Todo esto queda confirmado en la citada entrevista a Kotaku, donde diversos empleados hablan de sus experiencias de pesadilla.

Llegado a cierto punto, este mismo desarrollador acudió a un terapeuta y le diagnosticaron con TEPT (transtorno de estrés postraumático). Además, quedó confirmado que tal diagnóstico estaba atribuido a su trabajo en MK11, no solo por el contenido del juego y por tener que investigar y trabajar con sus violentas cinemáticas fotograma a fotograma, sino también por estar rodeados por los materiales de referencia que los artistas utilizan para la investigación.

"Caminabas por la oficina y un chico miraba videos de YouTube acerca de ahorcamientos, otro miraba fotos de víctimas de asesinatos, alguien más miraba un video de una vaca asesinada", comentan. “La parte aterradora fue siempre el punto en el que las personas nuevas en el proyecto se acostumbraron. Y definitivamente llegué a ese punto".

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El resto de testimonios que se reúnen en el reportaje con similares, con ejemplos personales en los que incluso encontramos a uno que no soportaba mirar a su perro porque se lo imaginaba con las tripas fuera. No hay duda en que el desarrollar un juego tan violento pasó factura a muchos de los que tuvieron que estar horas y horas con él.