Apex Legends acaba con un problema del género: jugar con desconocidos

¿Cuántas veces has jugado a Fortnite o a PlayerUnknown's Battlegrounds con desconocidos y has acabado frustrado por la imposibilidad de comunicarte con ellos? Es común empezar una partida de PUBG y que cada uno de los jugadores señale en el mapa un punto distinto donde aterrizar. A veces eliges el punto marcado por el jugador más pesado (el que no para de poner el marcador una y otra vez), y otras veces, cada jugador tira hacia donde le parece, desapareciendo el juego en equipo. Pero no es la única situación donde hay un problema de comunicación en estos juegos: ¿cuántas veces un compañero te ha quitado un arma que querías tú? Probablemente, casi tantas como las que le has querido decir a otro jugador "he encontrado un Kar.97; cógelo porque yo soy muy malo con los francotiradores". La misma situación se da cuando ves un enemigo y eres incapaz de comunicárselo al resto de tu escuadra. Apex Legends, el battle royale gratuito de Respawn Entertainment, se lanzó por sorpresa este 4 de febrero para PS4, Xbox One y PC, y gracias a su sistema de marcado, ha solucionado de un plumazo este problemas.

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Los desarrolladores conocidos por trabajar en Titanfall (y por proceder de la Infinity Ward responsable de CoD 4: Modern Warfare y anteriores) han desarrollado una serie de acciones comunicativas y han impuesto unas limitaciones mecánicas que facilitan el trabajo en equipo entre los tres jugadores que forman cada escuadra.

Desde la pantalla de selección de personaje se ve la intención de Respawn de que los jugadores colaboren y se tengan en cuenta el uno al otro. En Apex, de manera similar a Overwatch, hay personajes, cada uno con su propia habilidad y sus pertenencia a una clase (daño, tanque, sanador). Al contrario que en el juego de Blizzard, aquí cada jugador del grupo elige cada personaje por turnos, lo que tiene dos efectos: 1) da el tiempo suficiente para pensarse qué personaje y/o rol viene mejor al grupo teniendo en cuenta las leyendas ya elegidas y 2) te dan unos segundos que bastan para leer las habilidades de cada personaje si no los conoces.

Una vez en la partida, como en el resto de battle royale, el primer paso de la escuadra es aterrizar en algún lugar del mapa que compartimos con otros 57 jugadores. Pero al contrario que en Fortnite o PUBG, un jugador elige dónde caerá todo el grupo, impidiendo que este se separe. Para evitar que un jugador se comporte de manera totalitaria, hay una serie de herramientas comunicativas que desde este momento de la partida empiezan a funcionar: aquí es donde entra el sistema de marcaje. Cualquiera de las leyendas del grupo puede marcar una zona del mapa, y el resto de jugadores, apuntando hacia la marca y pulsando la rueda del ratón (o R1/RB en mando), pueden confirmar esa posición - o marcar cualquier otra. Además, si el jugador al que le toca dirigir le parece demasiada responsabilidad o no se conoce el mapa, puede delegar la tarea a cualquiera de sus compañeros.

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Una vez con los pies en el suelo (o mientras te desplazas por las tirolinas que recorren el mapa, o mientras te arrastras con la espalda por una pendiente a alta velocidad) es cuando el sistema de marcaje explota sus posibilidades. Por supuesto, sirve para marcar zonas del mapa, como en el resto de juegos, para que los compañeros vayan hacia allá, pero tiene muchas otras funcionalidades. Si apuntamos hacia un arma y hacemos clic en la rueda del ratón, diremos a la escuadra que hemos visto ese arma (u objeto de curación, o munición, o armadura, etc.) y les aparecerá en la pantalla una marca de dónde está. Si hemos visto a un enemigo a lo lejos, si le apuntamos, podemos marcarlo para el resto de jugadores aliados con la misma acción.

Además, manteniendo pulsado el botón para marcar, se abre una rueda de opciones con la que podemos marcar rápidamente un punto del escenario a nuestra vista y señalar que ahí hay peligro, que tengan cuidado o que esperen.

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En definitiva, Respawn ha solucionado gran parte de los problemas de comunicación que se generan al jugar a un battle royale con desconocidos o si, simplemente, no nos apetece utilizar el micrófono por el motivo que sea. Habrá que ver si estas herramientas se convierten en algo que adapten competidores como Fortnite y PUBG, aunque en un género donde todos los títulos van mejorando e introduciendo características unos de otros, no sería de extrañar.