Reino Unido trata de minimizar los efectos del Brexit en la industria del videojuego
El Gobierno May quiere llegar a un acuerdo con la Unión Europea en materia de comercio digital para garantizar los servicios y el flujo constante de talento.
El equipo negociador de Theresa May y el de la UE llegaron el martes a un principio de acuerdo para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Como publican nuestros compañeros del diario El País, la primera ministra se enfrentó al rechazo por parte del bando euroescéptico, que tildó el acuerdo de “profundamente insatisfactorio”. Uno de los sectores preocupados por el Brexit es el de los videojuegos, ya que Reino Unido es uno de los grandes productores de ocio electrónico. Sin embargo, el Gobierno ha asegurado que van a trabajar en minimizar los efectos de la salida.
“Aunque Reino Unido no formará parte del Mercado Único Digital, vamos a proponer un ambicioso acuerdo con la Unión Europea en material de comercio digital. Buscaremos compromisos recíprocos que sostengan el negocio, garanticen los servicios y permitan el flujo de talento”, ha explicado un representante gubernamental a GamesIndustry. “El sector de los videojuegos juega un papel importante en el éxito de las industrias creativas del Reino Unido, así que estamos escuchando las preocupaciones de los accionistas”.
A pesar de las dudas, el ejecutivo da a entender que su futura relación con la UE incorporará planes de cooperación para la elaboración y la puesta en marcha de regulaciones, así como de medidas conjuntas que garanticen la protección de datos. Por otra parte, ha habido voces discordantes que han puesto en tela de juicio el hecho de que el Reino Unido pueda retener o contratar a los talentos de otros países, o incluso que los profesionales puedan desplazarse libremente por el continente para acudir a eventos, conferencias o viajes de negocios. Antes las quejas, el Gobierno subraya que el Reino Unido “buscará acuerdos de movilidad con la UE en áreas definidas y acotadas”.
Con todo, ha explicado que dependerá del Reino Unido que las leyes de inmigración que se aplican a los ciudadanos de la Unión Europea se implementen en el país. Londres también ha señalado que tiene sobre la mesa varias iniciativas para financiar y fomentar la industria del videojuego, lo que incluye rebajas de impuestos. De hecho, a principios de año se confirmó que se iban a destinar 150 millones de libras en ayudar a las industrias creativas, entre las que se encuentra el videojuego. Esto incluye una extensión de 1.5 millones de libras para la financiación de juegos, que ya ha logrado ayudar a más de 90 millones de negocios y a 250 graduados a lo largo y ancho de la nación.
Dudas de los anti-Brexit
La industria del videojuego abandera grupos opositores al Brexit. La campaña Games4EU ha advertido de que la salida del Reino Unido provocará “grandes daños” al tejido industrial británico si no se llega a un acuerdo satisfactorio o si se opta por un Brexit duro. La organización ha publicado un documento de 51 páginas en el que se detallan las conclusiones de su análisis, que se ha elaborado teniendo en cuenta diversos factores: los talentos de la UE, viajes y financiación; aduanas y comercio; impuestos, propiedad intelectual, derecho civil, factores económicos, etc.
“Las discusiones en los medios de comunicación hacen mención a kilómetros de camiones y retrasos en los puertos en todo el Reino Unido, que crearán problemas en la cadena de suministros, pero no se trata solo [de la industria] del automóvil o la agricultura, sino también la del entretenimiento interactivo”, reza el texto. “Necesitamos transportar nuestros juegos (tanto digitales como físicos), nuestras consolas y a nuestra gente a través del Reino Unido y de la Unión Europea”. Además, recuerdan, dependen del “sistema regulatorio” que permite el acceso digital de sus productos “alrededor de la UE”.
Empresas como Activision, Square Enix, Microsoft o Sony disponen de filiales en el país. Sin embargo, argumentan, una vez que el Brexit quede consumado, esas compañías “se verán obligadas” a trasladarse a algún otro lugar de la Unión Europea. “Los negocios del Reino Unido ya se benefician de que su propio país pueda acceder a las regulaciones de la UE” en lugar de tener que pasar por las 28 leyes diferentes que imperan en cada uno de los estados miembro. El documento indica que esos beneficios se perderán y que tendrán que lidiar con las leyes propias de cada país.
Además, la Comisión Europea, un órgano dependiente del Parlamento Europeo, financia año tras año numerosas propuestas. Títulos como Trine 4, Earthlock 2 o Lumberjack, el juego todavía no anunciado de Tequilla Works, cuentan con la ayuda económica de Europa. Por lo tanto, la industria británica perderá, presumiblemente, la posibilidad de acceder a este importante apoyo financiero.
Mientras Theresa May traza la hoja de ruta para que Reino Unido deje de pertenecer a la Unión Europea, los unionistas de Irlanda del Norte ya han adelantado su oposición al acuerdo. El núcleo más duro favorable al Brexit también ha expresado su descontento con el texto, por lo que es de esperar que el ejecutivo británico todavía tenga que limar asperezas antes de cerrar un acuerdo definitivo. La primera ministra comparecerá a lo largo del día para explicar su proyecto.
