Opinión
Los huevos del caballo
La física aplicada al nuevo Red Dead Redemption 2 indica que algo se mueve en la industria.
Millones de personas van a dedicar un tiempo de su vida a contemplar atentamente las reacciones ante la climatología de los genitales, concretamente del escroto, en los caballos de Red Dead Redemption 2.
Pasearán por el lejano oeste no en busca de una misión concreta, si no la fría cima de una montaña para comprobar con sus propios ojos cómo los testículos del equino se encogen. Este hecho se produce igual que en la vida real, protegiendo a los espermatozoides que contienen para que no mueran helados, ergo para que no se ponga en peligro la continuidad de la especie. Obviamente, lo mismo sucede en zonas o épocas calurosas, como cualquier lector varón ha comprobado en sus propias carnes, sólo que al revés; se alejan del interior del cuerpo cuyo excesivo calor pondría igualmente en peligro la descendencia. Pura supervivencia.
Mientras unos estén agachados mirando esta proeza de la naturaleza, otros, en Assassin’s Creed Oddyssey, mirarán hacia arriba para contemplar la grandeza de otros genitales. La inmensa estatua del dios Zeus en Kefalonia, que nunca existió en realidad, recrea con todo detalle la atlética anatomía del barbudo todopoderoso. El padre de los dioses y los hombres muestra sin pudor su incircunciso pene acompañado por sus inseparables cataplines. Mientras Zeus vigila el Universo, Kassandra o Alexios podrán trepar hasta su entrepierna y usar la estátua como una atalaya a vista de pájaro por unos momentos.
Nada más lejos de mi intención reducir estos dos excelentes videojuegos a unos matices tan superficiales y que tan poco aportan en realidad a la jugabilidad. Dos curiosidades que han coincidido en el tiempo y que son motivo para que nos alegremos.
Es síntoma de madurez que la cultura pueda tratar algo tan puro como la desnudez con toda naturalidad. Ya sea animal o humana. Porque los videojuegos, no lo olvidemos, son cultura.
Hay que diferenciar la desnudez de la sexualidad. Lo primero no debería ser motivo para la limitación al acceso a los videojuegos, lo segundo sí, ya que ha que dar un acceso ordenado a los menores en el terreno sexual. Da la casualidad que Red Dead Redemption 2 y Assassin’s Creed Odyssey poseen un PEGI para adultos, pero quiero creer que no es por mostrar con naturalidad lo que todos tenemos seamos mujeres, hombres o animales, si no por las escenas de violencia.
Esto abre un camino que probablemente dejará atrás situaciones rocambolescas. Por ejemplo, usando pixelaciones absurdas cuando un personaje de un videojuego se duche desnudo. No está haciendo nada malo. No es una perversión ducharse desnudo. Entonces ¿porqué hay que censurarlo? El peligro real es que un menor deduzca que hay algo malo en mantener una correcta higiene personal.
Cretinos no van a faltar para sacarle punta a esta situación. No les culpo. Somos víctimas de una sociedad represiva que nos ha llevado a diabolizar hechos cotidianos que venimos realizando desde antes de convertirnos en homo erectus pero que nos han hecho creer que son sucios y deleznables
Afortunadamente para las generaciones futuras, la normalización va llegando a la cultura del siglo XXI y los videojuegos están contribuyendo a ello. Hurra por ello.