Videojuegos de Harry Potter, un paseo por sus orígenes
Las ocho películas basadas en los libros homónimos contaron con videojuegos propios. Recordamos esos inicios, los tres primeros juego de Electronic Arts.
Harry Potter vuelve a estar de actualidad. Las nuevas películas, Animales Fantásticos y dónde encontrarlos, auguraban que Warner Bros no tardaría en comenzar a sacar videojuegos basados en la franquicia. Sin embargo, por el momento solo han llegado productos para móviles. Con todo, recientemente se filtró un RPG de mundo abierto ambientado en el siglo XIX que medios como Eurogamer ya han dado por confirmado, aunque todavía no se ha anunciado de manera oficial. Ahora bien, ¿cómo eran los juegos del pasado?
En el año dos mil, Facebook todavía no existía, Twitter era impensable, Pobladores era una realidad y Yahoo Grupos aglutinaba a un buen número de seguidores del niño mago. En aquella época, Warner Bros ya había anunciado la película y había presentado a los actores que encarnarían a los tres protagonistas principales, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint. El boom no había llegado aún al cenit, pero el impulso de las versiones cinematográficas hicieron el resto del trabajo.
En el mundo del videojuego, era una época diferente también. Si en la actualidad no prima tanto el hecho de trasladar una película al videojuego para que coincida con la fecha de estreno, antaño era una práctica muy común. Electronic Arts, la gigante del entretenimiento, poseía tres de las licencias más potentes: James Bond, El Señor de los Anillos y Harry Potter. Durante años, y antes de que perdieran los derechos de estas dos últimas franquicia, que regresaron a Warner Bros, sacaron un buen puñado de títulos. Nos centraremos en los primeros videojuegos basados en la obra de J.K. Rowling.
Orígenes: buenos productos para público infantil
Los primeros pantallazos de Harry Potter y la Piedra Filosofal empezaron a salir en las revistas especializadas. En una de las primeras capturas que se vieron, Harry salía en un pasillo vestido con su túnica de Hogwarts; en otra, correspondiente a la versión de PlayStation, se encontraba en Gringotts, el banco de los magos.
Para la adaptación de la primera película, Electronic Arts contó con diferentes estudios para las distintas versiones. De este modo, los juegos de PC, PlayStation, Game Boy Advance y Game Boy Color fueron creados por equipos diferentes. Excepto el de Color, que era un RPG por turnos, el resto seguía una directrices muy claras: una aventura en tercera persona en la que manejábamos a Harry.
De todos estos juegos, es posible que la versión de PlayStation sea la más recordada. Utilizaba un motor gráfico distinto al de PC y visualmente no era tan vistosa, pero muchos la disfrutaron en una época en la que la máquina de Sony era reina del videojuego doméstico. Al mismo tiempo, el título era simpático, directo y muy divertido de jugar. No solo podíamos pasearnos por los pasillos de Hogwarts, sino también por los aledaños y el terrible Bosque Prohibido. Además, los personajes principales, profesores incluidos, estaban presentes en la aventura.
Con un desarrollo lineal, Harry Potter y la Piedra Filosofal nos transportaba a un mundo de magia donde podíamos interactuar con alumnos y profesores, montar en escoba y deslizarse vertiginosamente mediante un minijuego que consistía en pasar por aros mágicos en un tiempo concreto, usar la varita para atacar y defenderse y, en definitiva, convertirse en Harry durante unas horas. Es verdad que la historia tenía un tono más infantil que la película y que la narrativa no era gran cosa. La banda sonora, de Jeremy Soule, tampoco era la de John Williams, aunque las notas del tema principal recordaran vagamente al Hedwig Theme. De hecho, tuvimos que esperar hasta Harry Potter y la Orden del Fénix para escuchar el icónico tema del también compositor de Star Wars e Indiana Jones.
Si la versión de PlayStation era un título bastante competente, al igual que el RPG de Game Boy Color, la de Advance resultó ser un fiasco. Gráficamente no era un desastre, pero su desarrollo repetitivo y las terribles fases de plataformas que tenías que repetir una y otra vez pesaron demasiado.
El cambio de generación trajo consigo lo que probablemente sea el mejor título de la serie que se ha hecho hasta el momento. Harry Potter y la Cámara Secreta tuvo versiones casi igual a La Piedra Filosofal en PlayStation y PC. Sin embargo, el producto que salió en GameCube, PlayStation 2y Xbox estaba a un nivel muy superior. El nuevo motor gráfico, realista pero con un ligero toque cartoon, lucía muy bien. Jugablemente se reforzaron las mecánicas y la exploración se potenció notablemente. Con la mejora gráfica, Hogwarts lucía mejor que nunca...y se jugaba mejor que nunca.
Con El Prisionero de Azkaban no se logró alcanzar el nivel de excelencia del anterior título, muy a pesar de las innovaciones y de que continuara la linea de sus antecesores. La novedad más reseñable era que ahora se podía intercambiar entre los tres personajes principales. No en vano, era imprescindible elegir al personaje correcto para resolver los puzles, un tanto anodinos a veces. Sin embargo, el juego no consiguió madurar junto a la película y los personajes. Alfonso Cuarón, director de la cinta, quiso expresar la madurez de los personajes y construyó una película más oscura. En cambio, el juego siguió conservando el tono infantil a pesar de que en lo visual sí se respeto la estética del filme.
Si bien el desarrollo de esta clase de productos solía ser relativamente apresurado, pues debía coincidir con el estreno en los cines, la película se retrasó y Electronic Arts aprovechó para lanzar Harry Potter Quidditch World Cup, que como su título indica, se trataba de un juego deportivo sobre el deporte de los magos. La fórmula que se había utilizado en los juegos anteriores, en los minijuegos de Quidditch, no podía trasladarse como tal. Se hizo un esfuerzo por adaptar el deporte de magos, pero la experiencia no resultó especialmente memorable.
Con este juego, se cierra el capítulo dedicado a los orígenes de los videojuegos de Harry Potter. En los siguientes años, salieron obras de calidad y otras muy mediocres, pero eso ya es otra historia.
Harry Potter y la Piedra Filosofal
- Acción
- Aventura