Revolver en mano: Red Dead Redemption 2 y la evolución del Dead Eye

El segundo tráiler gameplay de Red Dead Redemption 2 volvió a dejarnos multitud de novedades acerca del título en poco más de cuatro minutos. Muchas de las funciones ya las conocíamos gracias a los avances que se publicaron hace solo unas semanas; sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando los hemos visto en acción.

Además de la cámara en primera persona y la cámara cinemática, esta vez Rockstar ha querido ceder unos instantes a explicar cómo funcionará el Dead Eye con más detalle, y como nosotros ya lo pudimos probar con libertad en nuestra toma de contacto con el juego, vamos a profundizar un poco más en esta mecánica.

Echando la vista atrás, ¿de dónde venimos?

Los inicios del Dead Eye no se remontan a Red Dead Redemption (2010) sino realmente al primer episodio de la saga lanzado en PS2 y Xbox, Red Dead Revolver (2004), donde se utilizaba especialmente para dar un toque más enigmático y expectativo a los duelos a muerte. A pesar de poder usarse en cualquier momento de la aventura, su terminó quedando algo marchito con la llegada del remodelado sistema visto en la entrega protagonizada por John Marston. Dicho Dead Eye volvía a ralentizar el tiempo, pero en dicho título de Rockstar San Diego todo se fundía a un color rojo muy oscuro, muy similar al que acompañaba las imágenes promocionales.

La mecánica se llegaba a romper ligeramente si la usábamos en demasía y la mejorábamos lo suficiente, haciendo que los momentos de disparo fuesen mero trámite al permitirnos la selección de los blancos de forma automática. La única limitación era la barra de ralentización, que en caso de acabarse debíamos esperar a que se rellenase. Si en Red Dead Redemption tuvimos 3 niveles de Dead Eye, en esta secuela numerada serán un total de 5.

Uno, dos y tres; el Ojo Muerto de John Marston

Con el inolvidable Marston el Dead Eye comenzaba con un nivel que únicamente reducía el tiempo para garantizar un disparo con algo más de precisión; nada comparado a lo que se ganaba al desbloquear el segundo nivel, en el que si movíamos el punto de mira directamente a un enemigo, colocaba automáticamente las marcas del disparo en una parte de su cuerpo, haciendo que ese disparo no fuese nunca en balde.

Pulsar el gatillo se volvía mucho más fácil con el nivel 3, ese que conseguíamos tras completar “La tragedia del pistolero” de Landon Ricketts. Aquí al pulsar un botón se nos permitía marcar uno o tantos enemigos como pudiésemos de manera manual antes del disparo; acto seguido, se abría fuego en orden de selección sobre los objetivos. Un frenesí de plomo perfectamente coreografiado.

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Rockstar mete la quinta marcha

Suponemos que, a lo largo de estos últimos ocho años, cuando en Rockstar se sentaban en la mesa a discutir sobre el título, muchas veces salía el tema de cómo mejorar y redefinir el Dead Eye en Red Dead Redemption 2. La solución, que todavía no nos atrevemos a decir si ha sido o no la más acertada, será un sistema de cinco niveles que comenzará como siempre desde la ralentización del tiempo hasta el marcaje de objetivos de forma manual o automática.

Tememos, no obstante, que una vez más se pierda en el camino el realismo que acompaña al título en absolutamente todos sus apartados (interacción con el escenario y el resto de personas, movimientos corporales, combate cuerpo a cuerpo, situaciones de acción, diseño de interiores…) al hacer que la cámara lenta esté presente demasiado tiempo. Nadie estará obligado a usarlo, pero si da excesivas facilidades quizá se peque de ello más de lo que recomendado.

Otro de los niveles del Dead Eye que aprenderemos junto a Arthur Morgan, el nuevo protagonista, es la posibilidad de resaltar el punto débil de un enemigo. Por ejemplo, si nos fijamos en el último gameplay, uno de los forajidos con el que nos enfrenamos tiene como punto letal el pecho y la cabeza, que se muestran de color rojo (minuto 2:29). Si apuntamos y disparamos justo ahí, la muerte del objetivo será inminente.

Esta función puede ser especialmente interesante cuando vayamos a cazar, sobre todo animales voluminosos y peligrosos, puramente salvajes. De las 200 razas de animales que encontraremos en la fauna de este Salvaje Oeste de 1889, está por ver cómo se resuelven esos encuentros y si, de nuevo, no se termina rompiendo por las facilidades de uso que nos dará. También vuelve el apuntado manual de objetivos antes de que las balas salgan con decisión.

Las posibilidades se expanden, las opciones se pulen y se mejoran, ahora con un color más anaranjado con bordes negros en los cuatro lados de la pantalla. Cuando lo pudimos probar, nos dio la sensación de que ahora estaba especialmente refinado en la cámara, adoptando una posición en ocasiones más baja en lo que a altura se refiere, quizá más parecido al tiempo bala de Max Payne 3, lo cual no nos disgusta para nada si termina heredando algunos elementos de dicha obra.

Un detalle interesante en el que nos fijamos y con lo que queremos finalizar, es la distancia que adoptará la cámara dependiendo de la amplitud del escenario. Si estamos en medio de un bosque o en una enorme explanada, entrar en el Dead Eye no implicará necesariamente que la cámara se acerque al hombro de Morgan; pero en los poblados sí, aplicando un pequeño zoom que tratará de velar por la comodidad del apuntado.

Queda poco para tener entre manos Red Dead Redemption 2, pero son muchas las dudas que todavía tenemos, muchas las preguntas que responder. Un título descomunal en opciones y contenido del cual esperamos ofreceros todo en tan solo unas semanas. Las opciones para jugarlo serán dos: Xbox One y PlayStation 4 a partir del 26 de octubre.