De la aventura al RPG, la transformación de la saga Assassin's Creed
La franquicia de Ubisoft se reinventó con Origins y ha llevado a la franquicia hacia una dirección nueva, aunque sin renunciar a sus bases más reconocibles.
Se dice pronto, pero hace más de una década que Assassin's Creed lleva entre nosotros. La saga de Ubisoft nació con una primera entrega ambientada en la época de la Orden del Temple, cuando las potencias cristianas luchaban contra el enemigo musulmán en las Santas Cruzadas. Esa primera entrega abrió el camino para que sus secuelas fueran puliendo y mejorando la fórmula. Así las cosas, la trilogía protagonizada por Ezio Auditore incorporó muchas mecánicas nuevas y mejoró la fórmula del original, que siempre se ha visto como una especie de punto de partida.
La franquicia fue durante años una aventura de mundo abierto en tercera persona, muy enfocada al sigilo y a la acción. A medida que fue evolucionando, se implementaron multitud de novedades, pero al tratarse de un videojuego anual, muchos de esos cambios se iban incorporando de manera paulatina, mientras que el núcleo jugable se mantenía más o menos invariable.
El primer tropiezo, Assassin's Creed III fue un aviso; Unity, una alarma sonando en las oficinas de Ubisoft. No es que ninguno de ellos fuera un mal título, pero fueron lanzados al mercado con graves problemas de rendimiento. En el caso de Assassin's Creed Unity, le ocurrió algo parecido a Mass Effect Andromeda: sus múltiples bugs, sobre todo el que convertía en monstruos esqueléticos a sus personajes, causaron una mala imagen de la que nunca se pudo recuperar. Y eso que el juego fue corregido a posteriori y actualmente funciona casi a la perfección. Por supuesto, también se podía hacer otra lectura: la fórmula se estaba agotando.
Assassin's Creed Syndicate fue el último representante del estilo clásico de la saga. En Ubisoft sabían que algo debía cambiar, pero al contrario de lo que pueda parecer, ningún juego de la serie se ha desarrollado en un solo año. Como Activision con sus Call of Duty, la empresa gala dispone de varios equipos trabajando simultáneamente en diferentes Assassin's Creed. Por lo tanto, por mucho que hubiesen querido, ya no había forma de dar marcha atrás. La decisión más sabia fue hacer un parón y preparar algo que cambiara esa percepción. Ese algo fue Assassin's Creed Origins.
El origen representa también un cambio
Bayek de Siwa y Aya de Alexandria, Amunet, fueron los artífices del inicio de algo nuevo, La Hermandad de Asesinos, entonces conocida como Los Ocultos. El juego en sí es el inicio de un cambio, o más bien, la evolución de una fórmula que se había quedado estancada. Sin dejar de ser una aventura de mundo abierto, se introdujeron ciertas mecánicas propias de los juegos de rol.
Uno de esos sistemas es el de progresión. A través del combate y de la resolución de misiones, el personaje adquiere una experiencia que le permite subir de nivel. A su vez, obtiene puntos que puede canjear por habilidades. Por tanto, el personaje fortalece sus características en función de un árbol de habilidades.
Assassin's Creed Origins puso la primera piedra, pero Odyssey es una evolución de todos esos conceptos. En lo que al sistema de combate se refiere, el juego profundiza en sus aspectos roleros. Mención especial a las habilidades asignables en las ranuras correspondientes.
A través del sistema de diálogo, forjamos la personalidad del personaje. Como comentamos en las impresiones, las decisiones influyen hasta cierto punto en el mundo del juego. Por ejemplo, en los primeros compases, una enfermedad asola un pueblito de Cefalonia. Entonces tenemos la oportunidad de hacer dos cosas: si hacemos la vista gorda, los sacerdotes asesinarán a los enfermos; si actuamos, salvaremos a los desafortunados. Sin embargo, eso puede acarrear ciertas consecuencias. No las adelantaremos.
El sistema de diálogos aporta flexibilidad y nos permite jugar con las conversaciones. Así, si queremos interpretar el papel de mercenario rudo, siempre podremos alzar la espada o amenazar con abrir una o dos cabezas. El sistema de diálogos es un claro ejemplo de la nueva dirección de Assassin's Creed. Además, si antes hemos nombrado Mass Effect Andromeda para hacer referencia a un aspecto negativo, huelga decir que los romances, característica habitual de las obras de BioWare, siguen siendo muy apreciados por su público. Ubisoft los ha implementado en el título, y aunque los personajes principales no disponen de compañeros, el mundo está plagado de gente, así que los amoríos están garantizados.
No habrá Assassin's Creed el año que viene, pero lo que es evidente es que Ubisoft ha reformulado su proyecto.Veremos si el siguiente sigue ahondando en el aspecto RPG o se desvía hacia otros lugares. Tiempo habrá para comprobarlo.
- Aventura
- Acción
Assassin's Creed: Odyssey, desarrollado y editado por Ubisoft para PC, PlayStation 4, Xbox One y Stadia, es una nueva entrega de la popular saga de aventura y acción Assassin's Creed en la que esta vez viajamos hasta la antigua Grecia. Pasa de la marginación a la gloria embarcándote en una odisea para descubrir los secretos de tu pasado y cambiar el destino de la antigua Grecia.