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Arcade español en Nintendo Switch

Debris Infinity, análisis Nintendo Switch

Este solvente arcade desarrollado en Cantabria llega a Nintendo Switch con una propuesta que encaja perfectamente en la consola.

Debris Infinity, análisis Nintendo Switch

A pesar de lo que los fineses de Housemarque, jefes del género en la última década, manifestaron hace algunos meses cuando aseguraban que se dedicarían a otras lides más rentables, el arcade no está muerto. Lo que sí tenemos claro es que el resquicio de vida que le queda hay que buscarlo en el terreno independiente, al que le importa más hacer el juego que quiere hacer que las cuentas de resultados, y si hablamos de una consola a la que le sienta como anillo al dedo un juego de las características de Debris Inifnity, esa es Nintendo Switch, a la que acaba de aterrizar.

No tratamos un juego nuevo en absoluto, ya que Sergio del Valle -fundador de SVC Games-, santanderino él, lleva varios años exponiendo su juego por distintas ferias y de hecho, este arcade lleva ya varios meses en Steam,el mejor terreno de pruebas para recoger feedback útil y añadir o mejorar características ya presentes. Así se ha hecho, y desde aquel prototipo que pudimos probar hace dos años hasta ahora, muchas cosas han cambiado. También se vuelve a demostrar que el mercado español es más grande de lo que parece, y que lejos de las propuestas más célebres como Rime, Blasphemous o Raiders of the Broken Planet -ahora Spacelords-, hay mucha vida más allá. Mucha y muy buena, de hecho.

Un juego que sabe lo que quiere

Debris Inifnity no engaña a nadie. Estamos en una época donde el videojuego trasciende a niveles que nunca llegamos a sospechar, planteando en ciertos foros debates que en los años 80 y principios de los 90 nos habrían sonado a una lengua extinta cuando solo éramos unos chiquillos que nos dejábamos las pesetas en los recreativos. Y a veces, precísamente por esto, tendemos a olvidarnos que el objetivo primigenio del videojuego no es trascender, sino divertir, y a eso es a lo que va este juego, nada pretencioso. Debris Infinity no quiere hacerte pensar ni plantearte el sentido de la vida tras jugarlo, solo que tras la última partida, estés deseando jugar una más. Y bien que lo consigue.

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Estamos hablando de un juego desarrollado en su grueso por una sola persona -con algunas colaboraciones puntuales-, con lo que el apartado visual es todo lo atractivo que puede, y sobre todo debe ser. Simplista, pero efectivo, ya que el diseño de la nave protagonista y los enemigos no nos va a maravillar, pero cumple su objetivo, y cuando es la hora de mostrar efectos en pantalla tales como disparos o explosiones, lo hace de manera más que solvente. Tan acertado o más es el aspecto sonoro, con una banda sonora frenética de temas techno -como no podía ser de otra forma- y una imprescindible voz femenina que nos alerta de las diferentes situaciones. Imprescindible porque en el fragor de la batalla no estamos para permanecer atentos a señales visuales, ya que bastante esfuerzo es permanecer con vida ante las decenas de enemigos que pueblan la pantalla. Por sacar algún defecto al apartado técnico, o más bien de diseño, la presentación del hud en forma de círculo que rodea a nuestra nave puede ser confuso o poco estético -sobre todo teniendo en cuenta la importancia de la información que da-, pero es comprensible pensar que presentarlo de otra manera -es decir, en el exterior de la pantalla- habría sido incómodo para un jugador que está centrado al 100 % en simplemente jugar.

Sin embargo, es en el terreno jugable donde Debris Inifnity debe sacar pecho. Nos encontramos ante un arcade de acción de doble stick, cuya configuración en los controles está perfectamente planteada en la consola híbrida de Nintendo, ya que amén de estos pequeños joysticks, tan solo precisamos de los gatillos delanteros para acceder a todas las acciones disponibles. Rápido, intuitivo y sin muchas complicaciones, como es de menester en el género. Dicho esto, las complicaciones llegan por otra parte, y es cuando los enemigos empiezan a acumularse en nuestra pequeña pantalla.

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Desde siempre, una de las claves del arcade es aprender los patrones enemigos, y el caso que nos ocupa no es una excepción, comenzando por unos enemigos circulares que con nuestros disparos se dividen en otros más pequeños y deambulan por la pantalla rebotando contra los límites de esta, en un guiño al clásico Pang. También haremos frente a otros que nos persiguen hasta la extenuación, o a los más grandes, que requieren de mucha metralla para ser derrotados y cuyo disparo cargado da cuenta de nosotros prácticamente de un impacto. Probablemente echemos de menos mayor cantidad de enemigos, pero los que hay son lo suficientemente variados como para que las situaciones a las que nos enfrentemos también lo sean. Y dicho esto, las partidas a Debris Infinity no van a ser largas por definición, con lo que es un mal menor, pero sí vamos a tardar apenas unas primeras partidas en saber de qué palo va cada enemigo diferente.

Dicho esto, la peligrosidad de cada uno también varía, con lo que es muy necesario establecer prioridades sobre qué enemigo nos conviene derrotar antes, y esto no es fácil cuando la mayoría de las veces tenemos que hacer auténticas virguerías simplemente para seguir vivos. Afortunadamente vamos a contar con cierta -y breve- ayuda, como varios tipos de disparo más potentes, bombas que dejan la pantalla prácticamente limpia de enemigos o unos segundos de cámara lenta para escapar de las situaciones más complicadas, pero tendremos que ganárnoslo. No solo conseguir todas estas ventajas, sino también las mejores puntuaciones, es algo que precisa de habilidad y de más que el ansia por sobrevivir, porque solo consiguiendo los mejores combos accederemos a los puestos altos de los rankings online, un aspecto que de paso, supone la inclusión de un competitivo con jugadores de todo el mundo.

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En lo que también puede presumir Debris Infinity es en ofrecer suficiente variedad de modos de juego, aunque el modo Normal sea la estrella, el cual no es sino el clásico en el que tenemos que sobrevivir el máximo tiempo posible dando cuenta de los enemigos sin ningún respiro. Sin embargo, Power Wave -combate por oleadas- y Time Attack, en el que también luchamos contra el reloj mientras nos centramos en hacer combos eficaces para aumentar este límite temporal. Los tres otorgan suficiente variedad a una propuesta generosa que además cuenta con un original cooperativo en el que con ambos Joy Con, un jugador controla la nave mientras el otro dirige los disparos. Un planteamiento original y realmente disfrutable.

Nota: 7'5

Conclusión

Debris Infinity es una propuesta que sencillamente encaja como anillo al dedo en Nintendo Switch, con partidas rápidas pero con una capacidad de adicción de sobra suficiente para que nuestras sesiones de juego sean más largas de lo que esperaríamos en un principio. Sencillo y sin virguerías... Este arcade español va directamente donde debe dirigirse el género, que es a la diversión inmediata y la competición con otros jugadores del mundo por conseguir la mayor puntuación, además de ofrecer modos extra que alargan la vida del juego hasta hacerlo en uno de nuestros juegos de cabecera en la hibrida de Nintendo.

Lo mejor

  • Diversión directa, puramente arcade
  • Estilo visual y sonoro sencillo pero efectivos
  • Extremadamente desafiante
  • Con su precio se vende solo

Lo peor

  • El diseño del hud es replanteable
  • La implementación del competitivo local lo hacen un elemento prescindible
  • Lo sencillo de la propuesta puede provocar saturación en el jugador

Debris Infinity

  • NSW
  • PC
  • Acción

Debris Infinity, desarrollado y editado por SVC Games para PC y Switch, es un título de acción tipo shoot'em up que pone al límite tus reflejos, pudiendo manipular el tiempo para realizar movimientos imposibles y usando un elaborado sistema de puntuación.

Carátula de Debris Infinity
7.5