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Primer campeón latinoamericano

Pokémon competitivo: Paul Ruiz hace historia en un Mundial inolvidable

El Mundial de Pokémon 2018 ha coronado a Paul Ruiz como primer campeón latinoamericano de VGC. Repasamos su victoria y el papel español en el torneo.

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Pokémon competitivo: Paul Ruiz hace historia en un Mundial inolvidable

Por: Israel Mallén @Mallendary

Hay un pequeño y fascinante detalle en el arranque de cada torneo futbolístico: la breve escena introductoria que se emite antes de la retransmisión. Un vídeo que constituye una suerte de cóctel en el que se entremezclan algunos de los momentos más épicos de las competiciones pasadas. Hazañas en pretérito, pero perennes en el imaginario colectivo y con las que se celebra el inicio de un nuevo torneo. Dicha introducción funciona como un toque de atención que interpela al espectador y le invita con firmeza a permanecer expectante a cada movimiento del cuero; uno nunca sabe qué parada, qué remate o qué asistencia pasará a formar parte de la historia. Con vocación de antología balompédica, esa pieza audiovisual ignora lo anecdótico y ensalza instantes tan especiales como la volea de Zinedine Zidane en Glasgow o el inmarcesible gol de don Andrés Iniesta en la final del Mundial de 2010. En tanto que se trata de recopilaciones que solo admiten la excelencia, la criba es salvaje. Son pocas las jugadas que se afianzan en la cultura popular y aparecen año tras año en esos vídeos. El resto, por emocionante que fuera, encuentra cobijo únicamente en la memoria de quienes más aman al fútbol o a cualquiera de los deportes que cuentan con este tipo de fragmento audiovisual.

Si el autor de estas líneas tuviera que eludir una de las muchas responsabilidades que le impone la vida, sin duda sería la de seleccionar un único momento del pasado Mundial de Pokémon de 2018. Es difícil concebir una tarea más complicada que fotografiar tan solo uno de los múltiples instantes para la posteridad que brindó la cita por excelencia de la vertiente competitiva de la saga de Game Freak. Sería injusto obviar cualquiera de las intensísimas partidas que regaló el torneo de TCG. Por no hablar del pecado mortal que supondría ignorar la final de Pokkén Tournament entre Jacob ‘ThanksAlot’ y Kota ‘Tarutaro’ Aragaki, una de las lides más intensas de la historia de los títulos de lucha. De poco serviría estrechar el cerco y limitar la criba a las situaciones derivadas del Mundial de VGC. Este último, en el que se centran los párrafos venideros, generó anécdotas con las que llenar no uno, sino varios de esos vídeos para la eternidad. Sorpresas que dejaron ojiplático al respetable, como un Gothitelle con Tenacidad. Batallas ya inherentes a la definición de Pokémon competitivo como la que enfrentó a Arash Ommati y Nils Dunlop. Hitos como la victoria de Paul Ruiz, primer campeón latinoamericano de VGC.

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Interpretad este escrito como una versión extendida de esos vídeos descritos anteriormente, incapaz de abarcar todo lo que nos ha regalado el Mundial de 2018, pero con la ambición de sintetizar en sus líneas lo que ha supuesto el colofón a VGC 18. Su primera función, por ende, es hallar una palabra que defina tanto a la cita de Nashville como a todo el formato. La ventaja es que la previa del Mundial ya encontró dicho término, uno que encapsula todas las acepciones de VGC 18: “variedad”. El hecho de que se utilizaran hasta 69 criaturas distintas durante el Day 2, de acuerdo con VGCStats, explicita que fue una competición marcada por la diversidad.

El Mundial de la variedad

Pese a que Pokémon como Landorus e Incineroar impusieron un duopolio de facto, apareciendo en la inmensa mayoría de los equipos, hubo espacio para criaturas notablemente menos comunes como Nidoqueen, Rhydon y Accelgor. “El torneo de Nashville ha cumplido con las expectativas en cuanto a la variedad”, opinan desde Victory Road, el medio de referencia sobre VGC en español. Que prácticamente todas las megaevoluciones disponibles hayan tenido presencia en el segundo día de competición refuerza su argumento; en el Mundial ha primado la pluralidad. Para Carlos ‘Carfer’ Fernández, más que las diferentes elecciones de monstruos de bolsillo, lo significativo de este Mundial ha sido “lo sorprendente y creativo de los sets de algunos Pokémon. Este jugador competitivo otorga el premio a la innovación al semifinalista japonés Yusei Matsuno, quien maravilló a los espectadores tanto como desconcertó a sus contrincantes. Su combinado de seis criaturas era estándar, o al menos en apariencia. Los movimientos y los objetos que el nipón eligió para cada Pokémon pillaron desprevenidos a espectadores y jugadores.

El paradigma de ello es el Gothitelle con la habilidad Tenacidad, que sube en dos niveles su ataque especial si cualquiera de sus estadísticas baja. Ese matiz, nimio en apariencia, tiene una doble repercusión en las partidas. Primero, constituye una respuesta harto efectiva a un metagame plagado de intimidadores como los ya citados Landorus e Incineroar. Segundo, como señalan en Victory Road, por cómo juega con la mente del rival. Conforme a los datos de Pykalitics, los Gothitelle usados en el online de 3DS acostumbran a contar con la habilidad Sombra Trampa, que impide cambiar a los Pokémon del campo de batalla. “El contrincante no va a perder ni uno de sus valiosos 45 segundos por turno para comprobarlo”, explican los responsables de la web acerca de VGC, de modo que es probable que arranque el combate con uno de sus intimidadores para reducir el ataque de las posibles amenazas y aguantar mejor hasta deshacerse de Gothitelle. Ya será demasiado tarde cuando descubra que está completamente atrapado contra un Gothitelle potenciado y sediento de victoria. Quizá sea una táctica compleja para los menos duchos, pero ejemplifica a la perfección cómo incluso los Pokémon relativamente estandarizados son capaces de sorprender.

Los mundialistas españoles Álex ‘PokéÁlex’ Gómez y Miguel ‘Sekiam’ Martí comparten la tesis de que el Mundial de Nashville ha sido muy variado y con un nivel altísimo. Es posible que no haya habido ningún Pachirisu, aquel simpático roedor que dejó perplejo al mundo y coronó campeón a Se Jun Park contra todo pronóstico, mas sí ha sido un torneo repleto de pinceladas de pluralidad. Tanta diversidad brinda un espectáculo colosal a los espectadores, como señala Álex Gómez, aunque también un auténtico quebradero de cabeza para jugadores como él. “Ha sido imposible estar preparado para todos los arquetipos, pero reconozco que ha posibilitado unas rondas finales increíbles, como la que enfrentó a Arash Ommati contra Nils Dunlop”, resume el entrenador español. Para él, ese es ya “uno de los mejores combates de la historia de VGC”, palabras mayores viniendo de un jugador curtido en las citas más importantes de este eSport. El jugador catalán también incide en otra batalla que, aunque no pudo ver en directo por estar compitiendo, gozó en diferido. Se trata de la que confrontó a Brendan Zheng y David Koutesh, cuyo final certificó el sentido grito de Aaron ‘Cybertron’ Zheng. Al hermano del primero no le importó corroer su garganta y desgañitarse narrando un último turno vibrante, de esos que sintetizan con la precisión del más hábil relojero qué es VGC.

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Tan eficaces son los términos “variedad” y “sorpresa” para definir el Mundial de Pokémon de 2018, que incluso trascienden a las criaturas ideadas por Satoshi Tajiri y son válidos para los jugadores. Nadie esperaba que un Emilio Forbes que debutaba en la categoría master acabara conquistando la final. Desde luego, tampoco que Wolfe Glick y Ryota Otsuba, campeones de 2016 y 2017 respectivamente, no superaran siquiera el primer día de la competición. Sekiam destaca otro nombre, el de Alberto Lara, al que poco le sirvió completar una magnífica temporada por no ser capaz de ponerle la guinda alzando la corona mundial. El jugador español, sin embargo, puntualiza que en una cita con un nivel tan elevado, en la que cualquiera puede ganar, es muy difícil hablar de decepciones. Y ahí radica precisamente la magia de los mundiales; una jugada aislada es susceptible de invalidar las previas y arruinar quinielas. Quién iba a decir, por ejemplo, que Latinoamérica conseguiría su primer título en VGC tras tan solo tres temporadas de circuito oficial merced a Paul Ruiz.

"Esto es por Ecuador, esto es por Latinoamérica"

El jugador ecuatoriano se proclamó como el mejor entrenador del planeta tras una final magistral. Su nivel, como el de Emilio Forbes, muestran que Pokémon tiene herramientas para brindar un espectáculo único. Antes de arrancar la lid, un cúmulo de jugadores fue capaz de ensordecer la presentación de ambos contendientes clamando el nombre de Paul con todas sus fuerzas. Ruiz devolvió el gesto alzando sus puños con confianza y anticipando, en cierto modo, que no sería la última vez que lo hiciera. El primer combate sirvió para recordar lo amenazante que ha sido Snorlax durante todo el metagame y lo mucho que condiciona las jugadas posteriores si es capaz de usar Tambor y subir al máximo su estadística de ataque. Justo eso fue lo que logró el Snorlax de Ruiz, obligando a Forbes a intercambiar a sus intimidadores constantemente y dando así cierta libertad para que el ecuatoriano reciclara su baya y arremetiera con el poderosísimo Frustración de su Pokémon. Consciente de que los sets de VGC constan de tres combates y de la fortuna que requería ganar el primer duelo ante un Snorlax desatado y un Salamence siempre amenazante, Forbes decidió rendirse. Un gesto de caballerosidad que precedía, sin que él lo supiera todavía, a un momento inolvidable.

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Lo que ocurrió en la pausa entre combates, cuando los dos jugadores meditaban sobre los Pokémon que utilizarían inmediatamente después, demostró que Paul Ruiz era consciente de que el sueño de toda la comunidad latinoamericana estaba cerca. El público, verdaderamente enfervorecido, oxigenó al ecuatoriano y asfixió al norteamericano con una ovación que se extendió durante todo el team preview. Insaciable, Ruiz gesticuló para demandar más apoyo de una forma similar a la de Diego Pablo Simeone en la banda del Wanda Metropolitano. Imbuido por el mantra del Cholo, el prudente "partido a partido", el latinoamericano volvió a concentrarse en la partida a sabiendas de que pronto tendría tiempo para seguir festejando con su gente.

La suerte estaba de su lado y así se lo demostró con un primer turno en el que logró un golpe crítico contra el Mega-Gengar de Forbes. La diosa Tique no abandonó a Ruiz en el segundo turno, pues su Snorlax volvió a sembrar el pánico en el rostro de los Pokémon de su rival al usar Tambor una vez más. Esta vez, empero, Forbes supo reaccionar con la maestría que se le presupone a un finalista del Mundial, intimidando paulatinamente al Snorlax del ecuatoriano y frenando sus brutales embestidas con predicciones asombrosas. Gengar fue capaz de frustrar al rechoncho Pokémon enemigo, valga la redundancia, absorbiendo su Frustración con la tranquilidad que le confiere la inmunidad a los ataques de tipo Normal. Cuando el fantasmagórico ser emitió su letal Canto Mortal y se ocultó tras el un sustituto, todo apuntaba a que el título se decidiría en un tercer y definitivo combate. Pero no esperarás, querido lector, que las previsiones se cumplan en el Mundial de las sorpresas.

Pese a que su barra de salud estuviera teñida de un rojo carmesí, Mega-Gengar estaba cómodo tras el sustituto. El Landorus de Forbes solo tenía que recurrir a Ida y Vuelta para librarse del contador mortífero y entrar posteriormente con la misión de intimidar a Snorlax y seguir reduciendo su ataque. Una jugada inteligente y segura, probablemente la mejor por la que pudo haber optado. He ahí la razón por la que Forbes nunca podría haber ganado un Mundial en el que lo imprevisto tornó en rutina. Ante la preocupación de sus acérrimos, Ruiz celebró que el estadounidense estuviera lo suficientemente centrado en Snorlax como para decantarse por un Ida y Vuelta con su Landorus en lugar de un Terremoto. El latinoamericano se adueñó del título en ese instante y así se lo hizo saber a sus fieles con una fogosa celebración antes siquiera de que su Incineroar lanzara un decisivo Alarido. En una lectura del juego prodigiosa, Ruiz optó por el único movimiento de su equipo capaz de atravesar el sustituto de Gengar y, en última instancia, liberarlo del yugo de Sombra Trampa.

Público, narradores y el propio jugador ecuatoriano estallaron al ver cómo Incineroar rugía con la fuerza de toda Latinoamérica. Snorlax sentenció al recién incorporado Latias y Forbes, sabedor de que ahí terminaba su espectacular andadura en el torneo, tendió su mano a Ruiz. Tal fue la emoción que sintió el ya virtual campeón del mundo que ni siquiera se percató del elegante gesto de su rival, pues pasó de mirar al cielo agradecido a taparse el rostro con sus manos para contener las lágrimas. Lo que ni pudo ni quiso frenar, pues arreció con la fuerza de un huracán, fue la alegría de toda su gente.

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El recuerdo que la victoria de Paul Ruiz deja en VGC es imborrable. Evidentemente, su condición de campeón del mundo lo inscribe en una lista privilegiada con la que todos sueñan, pero a la que pocos acceden. Sus méritos como jugador, tanto por lo demostrado en 2017 como por su éxito en el recién concluido mundial, son inapelables. Sin embargo, incluso aunque otra persona calcara su hazaña emulando con precisión quirúrgica todos sus pasos, el hito de Ruiz siempre destacará por encima del resto. Su discurso final clarifica qué es lo que distingue y distinguirá al actual poseedor del título para toda la eternidad. “Esto es por Ecuador, esto es por Latinoamérica. Esta vez no llevo puesta ninguna bandera porque estoy representando a todo mi continente. El sueño era real”, clamó Ruiz en un auténtico discurso de campeón para concluir dedicando su victoria a una deidad que, de existir, seguro que brindó por su hazaña junto al resto de los mortales.

La repercusión del triunfo de Ruiz para la comunidad hispanohablante de VGC será notable. Así lo auguran profesionales como PokéÁlex, quien describe al ecuatoriano como “un jugador muy humano y trabajador que ha conseguido lo que merece”. Sekiam comparte dicha opinión y considera que el éxito del reciente campeón constituye “un golpe sobre la mesa de todo el colectivo competitivo de Latinoamérica, una región infravalorada y que merecía algo así”. Ambos confían en que el éxito de Ruiz atraiga a nuevos jugadores y potencie el competitivo en su tierra, pero también en España. En tanto que los dos son creadores de contenido, tienen claro que compartir idioma con el campeón del mundo puede ser una ventaja para aumentar su audiencia y, en última instancia, la repercusión de Pokémon competitivo en España. Sin duda, la victoria de Ruiz es de todos.

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Pokémon, una cuenta pendiente con España

Que Latinoamérica haya dado un paso tan importante sirve como motivación para los mundialistas españoles, que siguen soñando con traer el Mundial a casa como Xavi Hernández y compañía hicieran hace casi una década. Dicha aspiración todavía no trasciende lo onírico y, más que a aquella generación balompédica gloriosa, el papel de los españoles recuerda a la selección que jamás pasaba de cuartos de final. No por falta nivel, ya que España cuenta con algunos de los mejores entrenadores del planeta, sino porque se nos atraganta la gran cita del año. A excepción del prometedor Víctor Medina, sexto en la categoría sénior, y del excelso cuarto puesto de Pedro Torres en TCG, los españoles no dan el último paso hacia la gloria. Falta un punto de confianza en el diseño de los equipos, así como apostar por los arquetipos que más comodidad generan al jugar en lugar de pensar en lo que llevará el resto, tal y como concluyen varios de los participantes patrios.

El mejor posicionado en Nashville, Álex Gómez, no pudo alcanzar su meta de clasificarse para el top cut y tuvo que conformarse con un vigésimo segundo puesto que, aunque meritorio, le sabe a poco. “Llevo cuatro años sin meterme entre los dieciséis mejores en un Mundial y no estoy satisfecho con ello”, lamenta el también pokétuber. Más cómodo con la combinación de Mimikyu y Snorlax que tan bien le ha funcionado durante toda la temporada, optó por adaptarse al metagame y probar con un equipo que, si bien era sólido, no le generaba tanta confianza como el anterior. No obstante, Gómez extrae una valiosa lección de Nashville: “Tengo que acabar de tomar las decisiones correctas en la confección del equipo, mi error durante estos últimos años”. Quizá con ese pequeño matiz consiga validar las predicciones de unos compañeros que auguran que Gómez podría aspirar a todo si acaba colándose en las últimas rondas. Por más que barajara tomarse un descanso en VGC 19, su ambición le impide cesar hasta que no consiga el tan ansiado título. Hay algo en su voz que invita a pensar que el joven entrenador tiene energía para conjugar el verbo “ganar” durante mucho tiempo. Gómez ha confirmado a MeriStation que seguirá compitiendo al máximo nivel en 2019.

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Como él, Eric ‘Riopaser’ Ríos y Javier ‘Proman’ Señorena tampoco pudieron superar las rondas suizas del Day 2. Este último, empero, está satisfecho con haber llegado al segundo día de competición tras un brillante debut. “Durante la temporada no he estado tan fuerte y no pude elaborar el equipo definitivo hasta poco antes de la cita”, confiesa un Proman que, pese a ello, firmó una más que notable actuación. De hecho, la cita de Nashville le ha servido para saldar una cuenta pendiente; tanto en el Mundial de 2016 como en el del año siguiente perdió contra todos los japoneses que tuvo que enfrentar. Este año ocurrió todo lo contrario, un obvio signo de progresión al que Proman espera dar continuidad en VGC 19.

Sekiam, otro de los mundialistas españoles, no logró clasificarse para el Day 2 y tuvo que despedirse del Mundial el mismo día en el que este arrancó. Sin embargo, del mismo modo que hacen PokéÁlex y Proman, el jugador de Giants extrae una lectura positiva de su participación en Nashville. “Aunque me hubiese gustado estar en el Day 2, me he sentido cómodo jugando y eso me da esperanzas de cara a VGC 19”, revela ilusionado. Sekiam tenía muchos argumentos a favor para superar la primera gran criba del Mundial, pero el desafortunado desenlace de uno de los combates le impidió lograrlo. “Tanto a mí como a mi rival tan solo nos quedaba Kartana, pero el mío contaba con toda la vida y el suyo con algo más de la mitad, además de estar intimidado. Tuve la mala suerte de que ganó la speed tie y dio crítico a mi Kartana”, relata apenado, aunque consciente de que el azar es inherente a Pokémon competitivo. La saga de Game Freak le debe una y VGC 19 se antoja como una excelente oportunidad para compensar al jugador español.

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Quien tampoco pudo alcanzar el segundo día del Mundial fue José Cabre, mas halló consuelo al meterse en el top cut del Open celebrado en paralelo. Caracterizado por tratar de aportar un toque personal y alocado a sus equipos, el catalán es un ejemplo de superación. En 2016 perdió la mayoría de partidas que disputó, según su propio testimonio, y dos años después ha logrado clasificarse para todo un Mundial. “Pokémon recompensa el esfuerzo”, asevera Cabre, que aspira a seguir creciendo como jugador para firmar una mejor actuación en el torneo de 2019. Asimismo, el ocio que le proporciona Pokémon y toda la gente que ha podido conocer gracias a su vertiente competitiva compensan cualquier caída. “Como dijo un amigo mío, Pokémon es el único juego en el que puedes hacer un amigo en cada ronda”, concluye con una de las frases más positivas que puede pronunciar un entrenador profesional.

Llegaremos a ser los mejores que habrá jamás

Tras un Mundial inolvidable para la comunidad hispanohablante, todos ellos piensan ya en la nueva temporada. Durante el próximo año, el online de Ultrasol y Ultraluna tolerará hasta dos Pokémon restringidos por equipo, añadiendo progresivamente mecánicas como la de los movimientos Z y las megaevoluciones. Así, VGC 19 rescatará el formato GS Cup y lo dividirá en tres series por primera vez en la historia del metajuego. Con una temporada sin precedentes, habrá quien piense que las opciones de los españoles en el Mundial seguirán siendo escasas. Empero, la edición de 2018 y el triunfo de Paul Ruiz nos han enseñado que lo imposible solo lo es hasta que se consigue. Quizá sea este formato, novedoso e ilusionante para los jugadores entrevistados, el que corone al español como campeón del mundo de VGC. A las odas a Kyogre y Xerneas que circulan por Hoenn y Kalos se unirán, más pronto que tarde, las que protagonizarán jugadores como PokéÁlex, Sekiam, Riopaser, Proman y Cabre. Ojalá sean estas líneas, que ahora cierran el presente texto, las que escriban el principio de su leyenda.