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The Persistence

The Persistence

  • PlataformaNSWXBOPCPS47.8
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorFiresprite
  • Lanzamiento24/07/2018 (PS4)21/05/2020 (NSW, XBO, PC)
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorFiresprite

Terror en el espacio

The Persistence, análisis PS VR

La realidad virtual de Sony estrena uno de sus mejores juegos, un curioso cóctel formado por elementos de Dead Space, Alien Isolation y Zombi U, ingredientes que combinan de maravilla y son aderezados por una idea tremendamente original: hacer con ellos un roguelike de exploración espacial.

Actualizado a

La realidad virtual de Sony se encamina hacia su segundo cumpleaños. El próximo 13 de octubre, PlayStation VR soplará las velas y nos invitará a reflexionar y ver qué han dado de sí estos 24 meses. Una época de alegrías y decepciones, sí, pero ante todo, una época plagada de juegos. Otra cosa no, pero el apoyo de PS4 a la tecnología ha sido constante y ajeno al desaliento promovido por muchos usuarios. Incluso durante el E3 2018, donde si bien no tuvo el protagonismo esperado, nos dejó su buena dosis de anuncios. Muchos de ellos promovidos por gigantes de la industria, juegos de realidad virtual bajo el amparo de estudios del calibre de From Software, Japan Studio e Insomniac Games; o de nombres como Justin Roiland, Elijah Wood y Tetsuya Mizuguchi. En el ocaso de esta segunda temporada, y con tan brillante tercera en camino, empiezan a llegar más títulos dispuestos a subir el escalafón de calidad y exigencia que se demanda a PlayStation VR. Empiezan a llegar más títulos que, a base de propuestas interesantes y características únicas, quieren seguir atrayendo nombres como los arriba citados a la tecnología. Títulos como el que hoy nos ocupa, The Persistence.

The Persistence es un nuevo homenaje a la ciencia ficción, a las naves que atraviesan la galaxia y sucumben en el vacío, a los extraterrestres y los rayos láser, a los seres artificiales, los clones y las mutaciones descontroladas. Pero también es mucho más. Es el primer gran proyecto de Firesprite Games. Con base en Liverpool, alrededor de 70 empleados y fundado en 2011 por antiguos integrantes de Studio Liverpool y Psygonis, el estudio ha venido colaborando con Sony en distintos proyectos relacionados con PlayStation Camera, su incursión en Android e iOS (con Run Sackboy! Run!) y, de un tiempo a esta parte, PlayStation VR. Nada con la ambición y el peso de lo que tenemos entre manos. Su primer gran juego para PS4 y la tecnología de realidad virtual. Una obra que hoy nos encargamos de analizar y que, como veremos, va a sorprender a más de uno. Un debut notable para un juego que pondrá el foco en el equipo y vuelve a demostrarnos que hay más caminos y potencial en PS VR de los que se han descubierto y demostrado.

Uno de los mejores juegos de PS VR

The Persistence es uno de los mejores videojuegos de PlayStation VR. Así, sin más. Queremos hacer hincapié en esa palabra, «videojuego». Nada de «experiencia» o «demo». Videojuego. A menudo, los usuarios de las gafas de Sony tenemos que conformarnos con poco más que una buena historia o una buena ambientación, con la inmersión que aporta dicha tecnología y cuatro detalles en lo que a controles respecta. No es el caso de The Persistence. A nivel jugable, es un título rico e interesante que contiene muchas propuestas, todas ellas muy bien resueltas. Tiene más mérito del que parece dado que no estamos hablando de un walking simulator o un juego de puzles, géneros a los que hemos visto adaptarse especialmente bien a la realidad virtual. El título de Firesprite Games es una aventura de acción, sigilo y terror en primera persona. Una suerte de Dead Space cruzado con Alien: Isolation y Zombi U.

De Dead Space hereda principalmente la ambientación, pero también la gran cantidad de enemigos y armas con la que Visceral Games nos enamoró. No en vano nuestro principal objetivo en el juego es arreglar la nave en la que nos encontramos, aquella que da nombre al título: The Persistence, tal y como hizo Isaac Clarke en su día con la USG Ishimura. Para ello recorreremos las distintas cubiertas de la embarcación, véanse las secciones de investigación, comunicaciones, ingeniería... etcétera. Estancias que, como podéis suponer, estarán repletas de enemigos. Adversarios muy muy variados. Desde los estándar, que parecen zombies, hasta toda clase de evoluciones y variantes de los mismos. Los hay con armas de fuego, con poderes sobrenaturales, con dimensiones descomunales... En muchos casos sus nombres ya nos hablan de lo aterrador de su condición —enloquecidos, lloronas—.

Para defendernos contaremos con un gran elenco de armas, hasta 18. Tan variadas como nuestros adversarios. Armas cuerpo a cuerpo (como cuchillos; porras que al mejorar se pueden electrificar; sueros que vuelven “buenos” temporalmente a los enemigos), armas de fuego (pistolas; revólveres; ametralladoras), granadas (que atraen a los enemigos; de gravedad; con “nanorobots” en su interior que acuden a echarnos una mano), así como los llamados objetos “experimentales” (capaces de hacernos invisibles; de ralentizar el tiempo; cañones de gravedad para sostener al enemigo en el aire como un muñeco.

Una nave varada demasiado cerca de un agujero negro. Así empieza la historia de The Persistence.
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Una nave varada demasiado cerca de un agujero negro. Así empieza la historia de The Persistence.

Heredero de Dead Space, Alien Isolation y Zombi U

De Alien: Isolation, The Persistence recoge el testigo en cuanto a cómo plantear los distintos encuentros con nuestros enemigos. Podemos optar por la acción directa, sí, pero suele ser mucho más recomendable hacerlo por el sigilo. Esquivar enemigos, escabullirnos por conductos de ventilación, dar golpes mortales por la espalda, usar una especie de visión térmica para ver su ubicación exacta en el mapa... Del mismo modo que en Alien, a veces nos encontraremos con enemigos que nos persiguen de manera incansable por el escenario, como nuestro xenomorfo favorito.

Y por supuesto contamos con una buena dosis de sustos. Tenemos paneles que se desprenden del techo, tuberías que tienen una fuga justo al pasar a su lado, puertas que se cierran de golpe... The Persistence no se basa en los sobresaltos, en los llamados “jump scare”, pero vamos a dar más de un brinco en el sofá. Terminan de aderezar la ambientación, evitan que nos confiemos en ningún momento y enriquecen mucho el conjunto.

Aunque los sustos no son frecuentes, daremos un buen puñado de brincos en el sofá. Son la guinda de una terrorífica ambientación.
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Aunque los sustos no son frecuentes, daremos un buen puñado de brincos en el sofá. Son la guinda de una terrorífica ambientación.

Por último, el legado que se rescata de Zombi U es la forma de plantear la muerte. En The Persistence si morimos, hemos muerto para siempre. No hay un punto de control en la estancia anterior, no hay checkpoints. Es decir que nuestro cadáver se queda allí donde yace tirado, con todas las armas y objetos que lleváramos encima (aunque en este caso, no se pueden recuperar). La inteligencia artificial de la nave rescata nuestra conciencia y la pone en un nuevo cuerpo, un clon, pero empezaremos de cero. Lo único que conservamos es el “dinero”, por así decirlo, que ganamos para ir mejorando al personaje. Bueno, eso y los progresos que hayamos realizado en nuestras tareas. ¿Hemos de activar tres interruptores? Si palmamos después de pulsar el primero, seguirá pulsado. Pero nosotros, como decíamos, empezaremos de cero. Sin nada en el inventario y en la primera de las estancias de la nave. La muerte también sucede dentro del videojuego.

Debemos tener en cuenta, eso sí, que The Persistence es un juego difícil y no está hecho para todos. Lo normal será morir. Cuando lo hagamos volveremos al centro de mandos, donde adquirir mejoras y regresar a la acción. Cada vez que volvamos al ruedo lo haremos con más ideas y estrategias en mente. Con más vida o poderío físico, con una armadura que encuentra más botín o un personaje que tiene descuento en las distintas tiendas. Cada vez llegaremos más lejos. Pero lo habitual será morir. Una y otra vez. Algo que puede llegar a desesperar. Empezar de cero y hacer de nuevo lo mismo hace que a veces se nos antoje un tanto repetitivo. La curva dificultad tampoco termina de estar bien marcada, porque en las habitaciones donde avanza la historia, más lineales, la dificultad se dispara. Nos ha pasado varias veces que éramos prácticamente intocables en el resto de salas y un caramelito en aquellas donde progresa la historia. Hay que tener paciencia y estar dispuesto a progresar muy poco a poco

Multitud de armas y enemigos, una de sus señas de identidad.
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Multitud de armas y enemigos, una de sus señas de identidad.

Un sorprendente roguelike de exploración espacial

No contento con combinar tres fórmulas semejantes y salir airoso en todas ellas, el juego es atrevido y va más allá. Innova y se lanza a una nueva aventura. ¡The Persistence es un roguelike de mazmorras generadas procidementalmente! Cada vez que nos maten y salgamos del centro de mando en el que se crean los clones, la nave habrá cambiado por completo. Las habitaciones y el mapa modificarán su forma y distribución. Toda partida es distinta de la anterior. Algo que resultará increíblemente satisfactorio y entretenido. Muy adictivo. El tremendo “golpe” que supone caer mientras exploramos y perderlo todo, como en Dark Souls, se supera con mayor facilidad al vernos de nuevo descubriendo una embarcación prácticamente nueva. Es difícil despegarse de los mandos, de la telaraña que el juego teje a nuestro alrededor.

The Persistence es completo y profundo. Además de las armas, que han de ir desbloqueándose y cuentan con varias mejoras, también podemos ir incrementando estadísticas del personaje como la vida, el daño cuerpo a cuerpo, el sigilo o la materia oscura (usada para teletransportarnos y utilizar una especie de visión térmica que detecta a los enemigos). Incluso podemos ir ganando planos, esquemas de cosas que podemos construir para adquirir nuevo equipo. Trajes que nos reportarán más botín, armaduras con sus propias características. Por haber, hasta hay más de 5 personajes, cada uno con sus particulares ventajas.

Una mezcla de Dead Space, Alien Isolation y Zombi U... ¡en un roguelike! La nave cambia la forma y distribución de todo cada vez que morimos.
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Una mezcla de Dead Space, Alien Isolation y Zombi U... ¡en un roguelike! La nave cambia la forma y distribución de todo cada vez que morimos.

Elevada duración... y dificultad

Acabar The Persistence nos durará fácilmente 10 horas, seguramente más. Completarlo ya es otro cantar. The Persistence es uno de los títulos más largos de PlayStation VR. Además, su lista de trofeos contiene algunos desafíos muy curiosos, siendo un platino entretenido y recomendable. A lo largo de esas 10 horas no solo despejaremos salas a base de acción y sigilo. La exploración también es importante, buscar “células madre” para mejorar al personaje y “fabchips” para fabricar equipo y armas; habrá salas en las que podremos obtener un gran botín si somos capaces de resistir distintas oleadas de enemigos, un mini-modo horda; y afrontaremos desafíos como habitaciones tóxicas o pasillos que tendremos que atravesar a toda velocidad para no quedarnos sin oxígeno.

La historia no tiene ningún misterio. Somos parte de la tripulación de una nave espacial que se acercó demasiado a un agujero negro y... murió. Por fortuna, la Inteligencia Artificial que controla los sistemas de la nave es capaz de rescatar nuestra conciencia y la del resto de tripulantes e introducirlas en distintos clones. Nuestra misión es arreglar la nave y salir de ahí cuanto antes, consiguiendo muestras de ADN que rescaten al resto de nuestros compañeros siempre que podamos. Carece de interés y es difícil de seguir, en esencia por la disposición y el tamaño de los subtítulos, que veremos más tarde. Habrá breves diálogos en cámaras concretas y no nos aguarda ninguna sorpresa argumental que no hayamos visto antes o no pudiéramos esperar. Esto permite establecer un paralelismo muy llamativo con Farpoint. Todo en lo que aquel sacaba nota (historia, gráficos, jugabilidad con el Aim Controller) este suspende, y todo en lo que aquel se venía abajo (propuesta jugable, duración, originalidad y mecánicas), The Persistence brilla y hasta deslumbra. Además de un platino que bien merece la pena desbloquear por los retos que ofrece, al acabar el juego tenemos un modo supervivencia que propone volver a superarlo gastando un máximo de 11 clones, y hasta se nos permite conectar el título con nuestro móvil/tablet para que un segundo jugador interactúe con el mapa y nos ayude o entorpezca el progreso.

El sigilo y la acción están muy bien resueltos. Tendremos todas las mecánicas de un shooter "sin gafas".
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El sigilo y la acción están muy bien resueltos. Tendremos todas las mecánicas de un shooter "sin gafas".

Desfase gráfico

Quizás el aspecto más flojo del juego sea el técnico. Sin el quizás. Decimos técnico y no gráfico porque incluimos la inteligencia artificial y la interfaz. En lo meramente visual The Persistence no resulta demasiado vistoso. Pasillos genéricos en lo artístico, pocos personajes en pantalla al mismo tiempo, una línea de dibujado bastante reducida y unas texturas e iluminación planas. Todo viene acompañado de una recurrente oscuridad, no regulable mediante la opción de brillo, que cualquiera pensaría que hace las veces de la niebla de Silent Hill 2, donde se buscaba ocultar los defectos y no evidenciar el aspecto general de todo. Tampoco es un juego pobre o desfasado, pero sí es muy sencillito y cumple sin alardes de ningún tipo. Bueno, sí, uno y muy de agradecer: no hay pantallas de carga.

El Razzie particular del apartado técnico se lo lleva la inteligencia artificial. Es habitual encontrarnos de bruces en situaciones un tanto ridículas. Puede haber dos personajes muy cerca, que nosotros matemos a uno, éste caiga al suelo muerto dando alaridos y que el otro, a un metro, no le escuche. O que pasen a nuestro lado y, por el mero hecho de estar agachados, no nos vean. Por no hablar de lo contrario. Aquellos que nos persiguen por el escenario a veces parecen saber exactamente dónde estamos y qué hacemos, resultado tramposos y molestos. Sus ataques son muy pocos, bastante predecibles y sus rutinas de patrulla, cortas y evidentes. A pesar de lo variado de todas las mecánicas, de todas las formas de afrontar y despejar salas, acaba volviéndose repetitivo precisamente por lo limitado de la IA, a la que enseguida encontraremos nuestros propios métodos para vencer con facilidad, los cuales no tardaremos en repetir y poner en práctica con asiduidad.

Largo, completo, profundo... quizás la mayor pega sean su acabado gráfico y su inteligencia artificial, que ayudan a dar sensación de repetitividad.
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Largo, completo, profundo... quizás la mayor pega sean su acabado gráfico y su inteligencia artificial, que ayudan a dar sensación de repetitividad.

En lo sonoro el juego cuenta con unos efectos y un sencillo hilo musical acorde al género de terror y la ciencia ficción. Tienen especial presencia los primeros, estando desaparecida y reducida a un segundo y nimio plano la banda sonora, que nos hubiera gustado oír más. Ambos apartados ni despuntan, ni chirrían. The Persistence viene traducido al castellano, que no doblado. Las voces están en inglés subtitulado. Subtítulos que por disposición, es decir por tamaño y ubicación, resultan molestos y difíciles de seguir. Impiden atender a la historia y restan capacidad de inmersión al juego. Algo que se repite con la HUD, o lo que es lo mismo, la interfaz del juego y la disposición del apartado de dinero y las barras de salud, escudo y materia oscura. Elementos que podrían estar mejor colocados y resueltos. Nada alarmante, pero afea la experiencia de juego.

A la hora de hablar de mareos y controles, The Persistence pone a nuestra disposición todas las opciones existentes para que ajustemos y trasteemos con ellas en pos de evitar cualquier posible sensación de náusea o malestar. Al fin y al cabo hablamos de un shooter muy completo a nivel jugable, que prácticamente podría funcionar y tener éxito sin gafas. Es decir que hay movimientos y giros de cámara libres, que en las secuencias de acción habremos de hacer con gran velocidad. De serie contamos con tres modalidades (estándar, comodidad y giro), según nuestro historial previo con la realidad virtual y los shooters, que podremos personalizar a nuestro gusto. Velocidad de rotación, aceleración, giros de 180º, teletransportes suaves al correr, viñetas alrededor de la pantalla... Nosotros, tras unos primeros minutos acostumbrándonos, no hemos tenido problema y hemos disfrutado mucho. Sentíamos estar, por fin, manejando un shooter carente de limitaciones y problemas en PlayStation VR. Nos hemos sentido tan agusto que hemos echado de menos no disponer de PlayStation Move o del Aim Controller para terminar de redondear el grado de inmersión y hacer aún más precisas y divertidas las secuencias de acción y exploración. Hubiera sido el broche de oro.

Conclusión

The Persistence es uno de los mejores videojuegos de PlayStation VR en el sentido más estricto de la palabra. No es un cúmulo de minijuegos o un bonito paseo por el bosque. No es una experiencia con ganas de hacernos llorar, ni una demo técnica que pretenda lucir y presumir de tecnología. Estamos hablando de un título con mecánicas jugables que por fin tienen algo de “chicha”, que tienen dónde rascar. Que funcionarían incluso sin las gafas. El título de Firesprite Games es una aventura de acción, sigilo y terror en primera persona. Un cóctel formado por elementos de Dead Space, Alien Isolation y Zombi U, ingredientes que combinan de maravilla y son aderezados por una idea tremendamente original: hacer con todos ellos un roguelike de exploración espacial. Largo, con bastantes armas y enemigos, repleto de cosas que mejorar y desbloquear... No cabe duda, The Persistence es una de las propuestas más sólidas y completas de todo el catálogo de realidad virtual. Lástima que su apurado apartado técnico, con una pobre inteligencia artificial y molestos problemas de interfaz, acabe influyendo en la experiencia y reforzando la sensación de reiteración y repetitividad. De no ser por ello y de sumar opciones que saquen el máximo partido a la RV (con PS Move o el Aim Controller), hablaríamos de un juego más que sobresaliente. Junto a Farpoint, es el mejor shooter de PlayStation VR. Lo que ofrecía aquel (una buena historia, gráficos, Aim Controller), es lo que le falta a The Persistence, y lo que le faltaba a aquel, es aquello en lo que éste brilla (propuesta jugable y mecánicas, longevidad y profundidad).

Lo mejor

  • Uno de los títulos de realidad virtual más interesantes a nivel jugable.
  • Largo, lleno de cosas por desbloquear.
  • Lo bien resueltas que están las secuencias de acción o sigilo.
  • El componente roguelike.

Lo peor

  • La Inteligencia Artificial.
  • El apartado técnico.
  • Puede hacerse algo repetitivo.
  • No tener opción para Move/Aim Controller.
7.8

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.