CABINAS DE TELÉFONOS
El móvil gana, adiós a las cabinas telefónicas este 2018
Telefónica sigue obligada a mantenerlas, pero se ha propuesto que esa obligación termine este año.
Hoy día, si queremos hacer una llamada telefónica y no estamos en casa sólo tenemos que echarnos la mano al bolsillo. De hecho lo hacemos incluso cuando estamos en casa. Y de hecho ya ni se suelen hacer llamadas. Existe un enorme mundo de apps de mensajería, de videollamadas de datos, de mensajes directos… Pero hace 20 años, cuando los móviles eran aún ‘dumbs’ y para quienes pudieran permitírselo, si querías llamar a casa desde la calle, la opción era tener cambio en el bolsillo y usar una cabina de teléfonos.
Adiós a las cabinas telefónicas este 2018
Iconos urbanos en sí mismas, una de las señas de identidad de Reino Unido son sus particulares cabinas rojas. Y sin una cabina a mano, ¿dónde se cambiaría Superman de traje? Incluso han protagonizado obras maestras del terror patrio como la desasosegante La Cabina. Pero desde que la telefonía móvil se impuso, las cabinas (y las guías telefónicas) han caído en desuso, y el Gobierno intenta librarse del gasto anual de 2 millones de euros que cuesta mantenerlas, con beneficios demasiado bajos como para que salgan rentables.
Teniendo en cuenta que Telefónica sigue estando obligada a prestar estos servicios finalizando la fecha de prestación el 31 de diciembre de 2018, la CNMC, Comisión Nacional de los Mercados y. la Competencia, ha publicado un informe sobre la propuesta de modificación del servicio universal de telecomunicaciones que contempla el Ministerio y que implica, entre otros aspectos, la supresión de la obligación de mantener las cabinas y guías telefónicas de uso público.
Darles una segunda vida
Hecho a petición del Dirección General de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información de la SESIAD, el informe de la CNMC propone la supresión de las cabinas telefónicas como elemento perteneciente al ámbito del servicio universal, “al constatar el progresivo abandono de su uso, en términos de tráfico de llamadas, de ingresos y de distribución territorial de su uso”.
La CNMC cree que no existen razones de mercado actualmente para seguir garantizando la prestación del servicio que brindan las cabinas, ya que una vez se deje de prestar el elemento de los teléfonos públicos de pago o cabinas como parte del servicio universal, si las cabinas afectadas a esta obligación de servicio público no se han desinstalado por parte de Telefónica o la Administración, “sería conveniente analizar qué uso comercial se les puede dar, como ha ocurrido en otros países de nuestro entorno o incluso también en España, más concretamente en Andalucía”. O sea, darles un segunda vida reconvirtiéndolas en ejemplos como los siguientes: