La mayoría de los padres deja a sus hijos jugar a juegos para adultos
Una encuesta de Childcare en Reino Unido muestra que los padres se preocupan más de que sus hijos vean películas para adultos a que jueguen juegos +18.
Una inmensa cantidad de los padres no se preocupan por el código PEGI, que indica las edades recomendadas para jugar a un videojuego y que está bien identificado en la carátula de los títulos y en las tiendas digitales.
Según un estudio de Childcare.co.uk (vía Eurogamer), el 86% de los más de 2.000 padres británicos que compran videojuegos a sus hijos no se preocupan por el código PEGI. Además, más de la mitad permite que jueguen sin supervisión de un adulto a títulos con un +18 en la portada, como puede ser Grand Theft Auto V.
Los resultados de la encuesta también muestran que el 43 por ciento de los padres han visto cómo sus hijos usan palabras ofensivas o negativas en su lenguaje tras jugar a títulos para adultos.
Parece que los padres, a pesar del resultado expresado en el párrafo anterior, no se preocupan por los videojuegos como lo hacen por el cine. Solo un 18 de ellos permitirían que sus hijos de entre 10 y 14 años vieran una película para mayores de edad.
La encuesta también ha preguntado a los padres (de los cuales, el 72% de los que respondieron son madres) sobre cuántas horas juegan sus hijos. El 34 por ciento dice que los niños juegan más de cuatro horas al día.
Un dato positivo que muestra la encuesta es que el público joven es casi equitativo en cuestión de género. Un 53% de los hijos de esos padres eran varones, y el 47% mujeres.