Los secretos de los drones militares americanos se venden por 130 euros
La información privada del predator Reaper y otros drones está en la Dark Web a 150 - 200 dólares.
En su momento uno de los proyectos clasificados como ‘ultra-secreto’ al igual que el F-117 Nighthawk, el MQ-1 Predator fue el primero de su clase UAV (Vehículo aéreo no tripulado), un dron que podía ser pilotado a miles de kilómetros de distancia y con una capacidad operativa completa que permitía usarlo tanto para observación y reconocimiento como para ejecutar misiones de eliminación de objetivos. Entró en servicio a mediados de los 90, en conflictos como Bosnia, Serbia, Afganistan, Yemen o Iraq, y unos años después fue sustituido por el MQ-9 Reaper, el Predator B, primer UAV diseñado para vigilancia de larga duración y de gran altitud.
Los secretos del Predator B en la Dark Web
Las joyas de la Corona del ejército americano, los Predators empezaron a aparecer en la cultura popular en films como la primera cinta de Transformers -igual que el F-117 cuando salió en Decisión Crítica. Pero hoy son noticia porque sus secretos están al alcance del mejor postor en la Dark Web.
Según podemos leer en la web de la firma de seguridad Recorded Future, su equipo de expertos en Inteligencia, Insikt Group, se encontraba haciendo un reconocimiento de los mercados de la Dark Web el mes pasado cuando se encontraron lo siguiente: alguien estaba vendiendo documentos militares del ejército de los Estados Unidos. Un hacker pedía entre 150 (128 euros) y 200 dólares por “material sensible“ aunque no clasificado sobre el dron Reaper de la US Air Force. Junto a los documentos del Predator B también se vendían datos sobre otros vehículos y tácticas del ejército USA.
¿Cómo se hizo con ellos?
El Insikt Group contactó con el hacker y verificó los documentos para comprobar su autenticidad, observando que el vendedor había usado una vulnerabilidad FTP en los routers Netgear que llevaba dos años siendo conocida, routers usados por la Base Creech de la Fuerza Aérea en Nevada. Al tener acceso directamente al equipo informático de la base, que por cierto estaba desactualizado y con los mismos ajustes de cuando salió de la fábrica, el hacker se hizo con un puñado de documentos sobre el dron MQ-9 Reaper, incluyendo libros sobre el mantenimiento del aparato y hasta un listado de los pilotos asignados a su manejo. Documentos no clasificados como tales, pero sí relevantes y que además incluyen los nombres de pilotos.
Aparte de estos, el hacker se hizo con el manual del tanque M1 Abrams, materiales de entrenamiento y otros documentos sobre tácticas de combate, todos ellos provenientes directamente del Pentágono o “de un oficial del ejército americano“. De momento se desconoce qué ha pasado con el hacker, ya que imaginamos que el ejército habrá tomado cartas en el asunto. Pero es curioso que dado el enorme presupuesto -Trump quiere doblarlo- que gasta el ejército USA y el especial cuidado que pone para mantener sus secretos, simplemente baste un router desactualizado para acceder a su infraestructura online.