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El mundo abierto de Days Gone no tendrá tiempos de carga
La ambición de Sony Bend Studio
Aunque el protagonismo lo hayan tenido otros, Sony no se ha olvidado de que una de sus principales bazas para PlayStation 4 en 2019 será Days Gone, la nueva obra de Sony Bend Studio. Después de haberlo podido probar en profundidad durante varias horas, poco a poco entendemos el objetivo y prioridades de un proyecto que parece ser más ambicioso de lo que parecía, pues no tendrá tiempos de carga.
Este mundo abierto apostará por las mismas técnicas que otros videojuegos de esta generación en los que los tiempos de carga entre zonas se camuflan con algunos pasajes en los que solo haya que avanzar para que, por ejemplo, el paso por un puente sirva para cargar la zona adyacente.
No habrá puertas cerradas
Además, Days Gone no tendrá límites en interiores. Dicho de otra forma: no habrá peurtas bloqueadas o barreras dentro de las casas que nos encontremos. La sensación se inmersión pretende ser total para que la presencia de zombis y hostilidad alcance niveles muy levados. Esta última característica será especialmente aprovechable durante los enfrentamientos contra otros enemigos, pues saber que es posible traspasar todo tipo de puertas servirá para esconderse o usarlas a nuestra conveniencia.
El único precio a pagar a cambio de esta ausencia de tiempos de carga es que posiblemente el título tenga un tiempo de espera inicial algo elevado, inevitable si se quiere gozar de estas facilidades. La aventura de Deacon St. John, desarrollada por unas 130 personas, se lanzará en exclusiva para PlayStation 4 el próximo 22 de febrero de 2019.
- Aventura
- Acción
Days Gone, desarrollado por Bend Studio y distribuido por Sony para PlayStation 4 y PC, es una aventura de acción sobre supervivientes y aquello que los hace humanos: la desesperación, la pérdida, la locura, la traición, la amistad, la hermandad, el arrepentimiento, el amor y la esperanza. Trata sobre cómo estas personas encuentran una razón para vivir incluso al enfrentarse con esas enormes tragedias. La esperanza nunca muere.