Far Cry 5 - Horas de Oscuridad, Impresiones

El condado de Hope, en Montana, está atestado de santitos. La secta religiosa impone sus valores a punta de pistola y droga a disidentes y fieles mientras perpetra todo tipo de crímenes en nombre de Dios y de su organización. Paralelamente, un grupo de rebeldes traza los planes para detener a los cabecillas y desarticular la red de extremistas liderada por los hermanos Seed.

Durante este viaje de peligros, el protagonista de Far Cry 5 llega a una casita adornada con banderas estadounidensenses. En su interior se encuentra Wendell Redler, un anciano de pelo largo que viste de vaquero y luce gafas. Temeroso de que algo como lo de Puerta del Edén—la secta que gobierna en Hope— pudiera suceder, el antiguo militar selló un pacto con sus compañeros de pelotón y escondió armas en el jardín de su casa. Cada uno de los soldados guardaba un mechero con partes de un código secreto, que no era otra cosa que la llave para acceder al arsenal. Sin embargo, muchos de ellos ya han fallecido, por lo que es necesario recuperarlos a toda costa.

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Redler ya no tiene edad para luchar como antaño, pero recuerda tiempos pasados en el infierno de Vietnam. El conflicto bélico entre Estados Unidos y las fuerzas del Viet Cong y de Vietnam del Norte se prolongó durante veinte años (de 1955 a 1975), siempre con el escenario de la Guerra Fría como telón de fondo. En Horas de Oscuridad, primer DLC de historia de Far Cry 5, el jugador encarna a Wendell Redler en sus años de juventud.

Fuego y sangre en Vietnam

La historia arranca entre disparos mediante una escena de introducción de estética cómic y dibujos animados. En ella vemos como las balas enemigas alcanzan el helicóptero en el que viajan Wendell y sus camaradas. Tras unos segundos de confusión, el vehículo se precipita hacia el suelo dando tumbos. Cuando el soldado despierta, se halla prisionero en una rústica celda de madera. Abre los ojos y lo primero que ve es a uno de sus compañeros encañonado por un miembro del Viet Cong, que exige respuestas a sus preguntas. Al no recibirlas, no duda en apretar el gatillo. Es en ese momento, cuando todo parece perdido, el instante en el que los aliados irrumpen con sus aviones y abren fuego contra el enemigo. La celda estalla en mil pedazos y Wendell queda libre de sus ataduras.

El objetivo del juego es llegar al punto de extracción y escapar con vida de Vietman. Desde el minuto uno, podemos encaminar nuestros pasos hacia el lugar marcado en el mapa o entretenernos con las misiones propuestas. Por tanto, el contenido puede durar unas cuantas horas o tan solo el tiempo que nos lleve ir desde un punto A hasta un punto B. En lo que respecta a la narrativa, la producción de Ubisoft Shangai descarta la figura del personaje mudo—algo por lo que se optó en Far Cry 5—y presenta a un personaje predefinido. Sin embargo, Horas de Oscuridad no destaca por su guion, que sirve más bien como excusa para seguir disparando. De hecho, que nadie espere grandes misiones de historia, puesto que la línea argumental se desarrolla al principio y al final prácticamente.

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Disponemos de un nuevo mapa de mundo abierto para explorar. Se trata de un jungla repleta de enemigos, un lugar hostil donde se dispara primero y se pregunta después. A medida que avanzamos, encontramos nuevos emplazamientos con misiones. Lo que se cuenta en ellas poco incide en la historia principal, pero sirve para conocer detalles sobre la guerra y sobre el terreno en el que se mueve el personaje.

De Far Cry 5 se rescatan los asaltos a fuertes enemigos, donde de nuevo se prima el sigilo, lo que no quiere decir que funcione del todo. El problema sigue siendo la inteligencia artificial, muy mejorable en todos los aspectos. Por otra parte, se ha incorporado un sistema de talentos que se va activando al matar a una serie de enemigos sin que nos vean. Estas cinco habilidades brindan ciertas ventajas a Wendell: el talento Adrenalina le permite moverse más rápido al agacharse; la habilidad Fantasma reduce el ruido al andar y esprintar; Sexto Sentido marca automáticamente a los enemigos que están a punto de detectarle, mientras que el talento Depredador convierte al protagonista en un observador de élite. Las ventajas se mantienen siempre y cuando no nos detecten y perdamos la posibilidad de encarar la situación con sigilosamente.

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Una de los nuevos tipos de misión consiste en asesinar a comandantes del Viet Cong para obtener información sobre los emplazamientos de interés. Lo ideal es irrumpir sigilosamente y asesinar a los soldados sin que el resto de enemigos se percate de nuestra presencia, ya que al primer tiroteo, el comandante huirá hacia el búnker y tendremos que darle caza. Sea como fuere, a veces será imposible ejecutar los asesinatos silenciosos. El interior de los búnkeres es muy estrecho y a menudo está vigilado por perros que no tardarán en detectar nuestra presencia.

En un escenario de guerra, la propaganda y la desinformación se dan de la mano para desmoralizar al enemigo y motivar a los aliados. En el Vietman de Far Cry 5- Horas de Oscuridad, Redler escuchará la voz autoritaria de una mujer enemiga. Pide a los norteamericanos que se rindan, puesto que tienen a sus compañeros prisioneros y solo así salvarán sus vidas. Les asegura que no merece la pena que mueran por su país. La voz procede de una grabación en bucle que se emite desde distintos puntos, normalmente unas casetitas de madera. Si destruimos las grabaciones, mejoraremos la moral de nuestras tropas.

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A pesar de estar solo ante el peligro, nuestro protagonista podrá solicitar ataques aéreos siempre y cuando los cañones del Viet Cong no estén activos. En caso de estarlo, primero deberá limpiar la zona de enemigos, colocar explosivos en los cañones y hacerlos saltar por los aires.

Sin ser un producto fresco dentro de la serie, el DLC ofrece horas de entretenimiento. Es cierto que la historia queda diluida por el propio planteamiento del contenido, pero Horas de Oscuridad incluye muchas de las mecánicas que ya funcionaron con anterioridad, así como alguna pequeña novedad. Además, es posible disfrutar del juego en modo cooperativo. El veterano Wendell Redler recuerda un capítulo de su vida oscuro, otro más, pues lo que ahora acontece en su Hope natal iguala los horrores de la guerra.