Super Hydorah, Análisis

Super Hydorah, Análisis iOS

Locomalito vuelve a la carga con la versión comercial de su shoot'em up de estilo neo-retro Super Hydorah, ahora para dispositivos iOS tras su lanzamiento original en PC y Xbox One, para dar el salto pocos meses después tanto a PS4 como PS Vita. Con una versión en camino para Nintendo Switch más que apetecible, Locomalito hace un alto en el camino junto a Abylight Studios para ofrecer su propia versión táctil de tan celebrado título arcade, una port 1:1 con el que pretenden abrirse a un público mucho más amplio a pesar de ser un género de nicho, potenciado incluso más por su marcado estilo retro que mezcla los 16 y los 32 bits de antaño, eso sí, de forma magistral. Veamos en nuestro análisis qué novedades aporta esta versión para iPhone y iPad y si realmente vale la pena a pesar del siempre controvertido control táctil de smartphones y tablets.

Los amantes del género seguramente ya habrán jugado o incluso superado Super Hydorah, un título muy a tener en cuenta para aquellos que disfrutaron en su día de clásicos magnos como R-Type, Gradius y similares. Pero con este nuevo port táctil, se nos brinda la magnífica oportunidad de llevarnos Super Hydorah allá donde queramos gracias a una versión calcada a la original y que logra adaptarse perfectamente al juego portátil, tanto por sus propias características como por las nuevas opciones que su creador ha logrado implementar con total naturalidad. Tanto es así, que a un mismo punto de partida se le añade la posibilidad de disfrutar del título desde un nuevo prisma, sin caer en la banalización del control o concepto táctil.

Así, antes de empezar nuestro movido viaje interestelar, tendremos la oportunidad de elegir entre dos modos de dificultad: fácil u original. El primero nos otorga hasta tres niveles de blindaje y autoregeneración, especialmente indicado para pilotos noveles; el segundo, tal y como su nombre indica, ofrece la misma experiencia de sobremesa, es decir, un único nivel de blindaje sin regeneración, especialmente indicado para pilotos curtidos en miles de batallas. En cualquier caso, el título ofrece en sus dos vertientes el suficiente nivel de dificultad y reto para que todos los jugadores encuentren la forma de disfrutar de todo un shoot'em up en formato táctil. Además, y a través del menú de opciones, podemos ajustar la sensibilidad del control. En este sentido, Super Hydorah en iOS presenta un control bien ajustado, en el que tan sólo debemos deslizar el dedo en cualquier parte de la pantalla para mover nuestra nave y recurrir al icono de arma secundaria una vez esté activa; si tocamos en otra parte de la pantalla la nave anulará el autodisparo por defecto mientras mantengamos la presión.

Además, esta nueva versión iOS permite usar mandos físicos tipo MFI Joystick en iPhone, lo que garantiza una experiencia calcada a la original a aquellos usuarios escépticos por su condición táctil. Terminando ya con las singularidades de su control, Locomalito ha integrado un completo sistema de vibración háptica que traslada a nuestras manos todos y cada uno de los disparos y explosiones. A nivel gráfico mantiene intacto el carisma de la versión original, todo un festín de píxeles y efectos que parecen sacados directamente de un estado intermedio de los clásicos de 16 y 32 bits. Además, podemos potenciar el efecto retro gracias a un filtro de estilo CRT que homenajea los monitores arcade de la década de los 80 y 90.

Y qué decir de su magnífica banda sonora, obra del ya habitual socio de Locomalito, Gryzor87, que nos regala una colección de temas que no hacen más que ensalzar el carácter retro del título, con piezas únicas para cada nivel que nos trasladarán de inmediato a nuestro ‒por desgracia‒ extinto salón arcade de nuestra infancia. El conjunto se completa con total integración con Game Center y varios idiomas extra para sus subtítulos; los testimoniales diálogos de introducción se mantienen en inglés.

El resto de elementos que conforman uno de los shoot'em up tradicionales ‒al menos en lo que respecta a su forma de jugar‒ más interesantes de los últimos tiempos se mantienen intactos en esta versión para móviles, lo que dice mucho en su favor. Elementos que caracterizan la apuesta de Locomalito como la posibilidad de elegir nuestro propio camino a través de niveles no lineales, el desbloqueo de armas principales y secundarias y las opciones que su propio diseño nos brinda, haciendo de cada aventura una experiencia casi única. Y realmente desafiante, eso sí, sin llegar al límite de desesperación de los auténticos y míticos pesos pesados del género, especialmente en su modo de juego más accesible. Eso sí, en su salto a móviles, el divertido modo cooperativo se ha perdido por el camino.