BlazBlue Cross Tag Battle, impresiones beta

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BlazBlue Cross Tag Battle, impresiones

BlazBlue es una saga que se ha instalado entre las grandes del género. Su eclosión en la pasada generación de consolas, ocupando el hueco de Guilty Gear, que se tomó un merecido descanso antes de volver por todo lo alto con Xrd, no pasó desapercibida por nadie de la comunidad. Un estilo visual espectacular, un sistema de combate complejo y exigente y una gran cantidad de modalidades convirtieron Blazblue en un fijo entre los mejores de la lucha. Ahora llega un crossover con Persona 4 Arena, Under Night In-Birth y el universo RWBY.

La beta, disponible para los usuarios americanos durante este fin de semana, contaba con 20 personajes disponibles, la mayoría de Blazblue: Ragna, Jin, Noel, Makoto, Rachel, Hazama, Azrael, Iron Tager, No13 y Es. Acompañados de cuatro de P4A: Yu, Yosuke, Chie y Yukiko; cuatro de UNIEL: Hyde, Linne, Waldstein y Gordeau; y dos de RWBY: Ruby y Weiss. Un plantel interesante para poder jugar hasta este lunes 14 de mayo y que luego se reducía a uno por cada facción para seguir offline.

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Una vez en materia con el equipo de Noel y Chie como más usados, nos damos cuenta que el título tiene un sistema de combate muy sencillo de comprender. Botón de ataque flojo, ataque fuerte, botón de cambio y el Crash assault, que sirve para hacer los movimientos EX. Con R, la habilidad del compañero como si de un assist se tratara, pero con tres variantes. Y dos barras complementarias a la de vida: la Cross Gauge que se usa para ir haciendo ataques combinados, como  los Cross Combos. Es una mecánica interesante. Se trata de asistir con golpes que alarguen los ataques del compañero, pero con la particularidad de poder incrementar la barra de cross para, una vez llena, lanzar un ataque especial del personaje. El peligro de tener los dos luchadores a la vez en pantalla es evidente, dicho sea de paso.

El sistema se completa con ataques especiales que gastan barra de skill, autocombos con los botones de ataque flojo y medio y otras acciones como un reversal (puede ser tipo shoryuken como en Ragna o tipo counter como Chie) para quitarte la presión de encima, el Crash Assault (un overhead) y el reject guard: cuando te presionan y estás bloqueando, puedes usar ese movimiento para quitarte de encima el enemigo, muy al estilo reflect de FighterZ pero que se hace en block y consume parte de la barra de skill.

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Por último, también hay mecánicas de mayor envergadura como el Cross Burst, que consume toda la barra Cross Gauge y permite entrar el segundo personaje en la lucha o el Resonance Blaze, que se activa cuando tenemos un solo personaje en liza y da ventajas durante unos segundos al jugador: recupera barra de energía, los Distortion Drives -especiales- son más poderosos, regenera vida y puede cancelar ataques especiales en Distortion Drives. También están presentes los Astral Heat, golpe que mata al rival si impacta, pero que debe activarse durante el Resonance Blaze.

La sensación con el juego es que es sencillo de controlar en un primer momento, con dos botones de ataques normales, sencillez de invocar al compañero para alargar combos o para cambiar de luchadores cada dos por tres (que el botón de cambio esté en B en Switch o X en PS4 habla por sí solo de la importancia que tiene y el uso que se le da) y con mecánicas para que los más novatos puedan sentirse cómodos. No ya solo por los autocombos, sino por la presencia del reversal para contrarrestar embestidas o el Reject Guard, que se puede usar en bloqueo y permite escapar de la presión rival. Mantiene el abajo+C (crash) como sweep, movimiento que levanta al enemigo para poder iniciar una secuencia, como en Under Night o en FighterZ. Naturalmente los combos aéreos, con ayuda de las habilidades de compañero, son la base de todo.

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El juego nos permitió probar combinaciones en el modo tactics (training de toda la vida), aprender las bases y también el uso de algunas mecánicas. Ya se han visto combos que matan toda la barra entera y otros que permiten dejarte en situaciones de 50/50 para reiniciar el asalto y acabar con los enemigos. Fluido y rápido, el juego es muy vistoso y usa melodías y escenarios que nos serán reconocibles de los universos que se mezclan en este crossover. Nosotros lo hemos jugado en Switch, donde el título en modo portátil luce muy bien (aunque es cierto que los sprites de los personajes no son tan detallados como posiblemente las otras versiones) y funciona sin problemas.

Tras jugar algunas partidas en versus y probar el modo entrenamiento, nos lanzamos al modo online. El sistema funciona como FighterZ, con un lobby con personaje chibi con el que podemos ir a los distintos apartados del título. Pudimos crear una sala y esperar rivales. Aunque la introducción y los pasos previos iban muy ralentizados, lo cierto es que los combates en general funcionaron sin grandes problemas de lag, una buena noticia teniendo en cuenta que probablemente la mayoría de rivales eran fuera de nuestra región. Sí que algún combate se hizo injugable, pero fueron los menos.

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BlazBlue Cross Tag Battle nos dejó buenas sensaciones jugables. No tiene la exigencia ni profundidad de la saga principal ni seguramente el gancho de un FighterZ (dos títulos de los que en mayor o menor medida, bebe y comparte espacio por unas cosas u otras), pero el sistema de cooperación entre los dos miembros del equipo tiene pinta de ofrecer muchas opciones al jugador, y la selección de universos en lucha es muy atractiva a nivel audiovisual. Veremos como se desarrolla en su versión final, con todos sus modos, personajes y el recorrido que tiene a nivel online. El juego sale en España a primeros de junio gracias a Meridiem Games, que ha apostado fuerte por su distribución aquí.