Empires Apart
- PlataformaPC7
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorDESTINYbit
- Lanzamiento29/03/2018
- TextoEspañol
- EditorSlitherine Strategies
Empires Apart, análisis
Empires Apart, de los italianos DESTINYbit, se presenta a simple vista como un clon de Age of Empires, uno los grandes RTS de la Edad Dorada de la estrategia en tiempo real, pero si examina más de cerca se encuentra un juego bastante atractivo en su faceta multijugador y que decepciona en su vertiente individual.
Esquema clásico
El juego está ambientado en la Edad Media y ofrece al jugador la posibilidad de escoger entre seis civilizaciones: bizantina, francesa, china, azteca, árabe o mongol. Es muy importante que facción se elige pues condiciona de manera notable el desarrollo de la partida, ya que cada una presenta sus propias unidades, su árbol tecnológico, sus edificios, sus héroes y sus fortalezas y debilidades.
Como en todo buen RTS que se precie el oro, la madera, la piedra y la comida están presentes y el jugador tendrá que encontrar el equilibrio entre recolección de recursos, producción de unidades y hostigamiento a los rivales. Al igual que en la gran mayoría de los títulos del género se premia más la velocidad de acción que la planificación y la estrategia, aunque DESTINYbit ha intentado implementar con cierto éxito algunas mecánicas que corrigen este defecto congénito.
Flojo para un solo jugador
Empires Apart está pensado para competir en línea por eso las opciones para los lobos solitarios quedan bastante relegadas. Un sencillo tutorial, que puede ser obviado si se tiene experiencia en el género, introduce al jugador en el sistema de juego: exploración, recolección, producción y combate. No hay campaña, un hándicap importante, y los modos individuales se reducen a una serie de retos: situaciones que habrá que solventar con un número limitado de unidades y un modo Survival, en el objetivo es sobrevivir a sucesivos ataques. El planteamiento es interesante si no fuera porque la IA no opone una resistencia excesiva, durante el día se recolecta y se fortifica y por la noche se hace frente a las oleadas de enemigos.
Interesante multiplayer.
Donde sí luce como debe Empires Apart es su apartado multijugador, por un lado es muy fácil la creación de partidas, aunque por el momento no hay muchos rivales en los servers, y por otro la diversidad de civilizaciones hace que cada juego se desarrolle de una manera diferente. Se puede competir hasta con otros siete jugadores en mapas generados de manera aleatoria aunque siempre muestran un buen equilibrio en su creación, con una presentación de recursos que no favorece a ningún jugador. Si no se completa la plantilla necesaria se puede optar porque sea la máquina la que ocupe los huecos vacíos.
Las opciones de partida no se limitan a la destrucción de una civilización rival si no que hay varios modos bastante más entretenidos como el asesinato de los héroes rivales, el uso de acciones diplomáticas, cooperativos de humanos contra IA o enfrentamientos de 4 contra 4.
La civilización importa
Conocer fortalezas y debilidades de cada una de las facciones que compiten en el campo de batalla es indispensable para llevar a buen puerto la partida. Francia y Bizancio son las dos más equilibradas, en la primera se da una mayor importancia a las unidades militares (infantería, caballería, arqueros…) mientras que en la segunda son las fortalezas las que marcan la diferencia. Los aztecas no tienen un desarrollo tecnológico notable pero sus guerreros son los más feroces. En China hay una clara apuesta por el desarrollo científico y en los árabes se potencia la velocidad. Por último están los mongoles, una civilización nómada que basa su poder en la capacidad de desplazamiento.
Cada una de ellas tiene un árbol científico y militar propio, con sus edificios personalizados, y con sus propios héroes: que se dividen en dos clases, militares y gobernantes. En otros juegos como Age of Empires ya habíamos visto algo similar, aunque era más un efecto cosmético que estratégico. Aquí cada aspecto de la civilización está personalizado y favorece un determinado estilo de juego: agresivo, defensivo, rápido….
Incluso las unidades ofrecen diferentes funciones en función de la facción: los sacerdotes franceses se limitan a la recolección de reliquias, los árabes pueden convertir a enemigos heridos y los chinos (budistas) pueden sanar a sus tropas.
Los gráficos son útiles
Decir que los gráficos de Empire Apart son buenos sería mentir, lo mismo que decir que son malos. Realmente lo que son es útiles: unidades, edificios y adornos están creados de forma poligonal, lo que facilita su rendimiento en ordenadores que no son de última generación. La perspectiva es isométrica y cenital, pudiendo alejarse o acercarse a voluntad, aunque se echa en falta una opción que permita rotar el mapa e incluso hacerlo más pequeño para tener una perspectiva más estratégica del escenarios. Se ha adoptado una paleta de color bastante suave, de tonos pastel, que hace bastante agradable el aspecto general del juego. Los escenarios varían en función de las civilizaciones: desierto, bosque, montaña…
Jugabilidad
Empires Apart ha optado por un manejo clásico, con los comandos habituales del género en cuanto a selección y creación de grupos, un click&point que funciona bien aunque con una ligera demora en el tiempo de respuesta. Los textos de los menús están traducidos al castellano aunque edificios y unidades mantienen el nombre original en cada idioma. (casa: maison, caballero: chevalier…), aunque hay algunos pocos errores y textos que no aparecen traducidos. Muchas de las acciones se automatizan, como cortar madera, cosechar trigo o situar unidades nuevas en determinados puntos del mapa. Aunque cuando el número de unidades aumenta exponencialmente habrá unidades descarriadas sin trabajo que hacer. Lo que si se echa en falta es la opción de exploración automática y la vuelta a casa de las unidades en determinadas situaciones.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.