Tangledeep
- PlataformaPC7
- GéneroRPG
- DesarrolladorImpact Gameworks
- Lanzamiento01/02/2018
- TextoInglés
- EditorImpact Gameworks
Tangledeep, Análisis
Tangledeep apela con acierto a los RPGs de SNES a través de su nostálgico apartado artístico y una banda sonora sorprendente, pero manteniéndose fresco gracias a un sistema de combate por turnos y exploración de mazmorras aleatorias variado y entretenido.
Tangledeep, análisis
Pocos productos culturales son tan complejos de producir como los videojuegos. No solamente tienen que tener en cuenta todos los elementos presentes en una película de animación (diseño y modelado de personajes, props y escenarios, animaciones, diálogo, música, sonido…), sino también la jugabilidad. Esto implica desde diseñar e implementar mecánicas hasta testear el juego. Sin embargo, y de forma paradójica, también existen muchos ejemplos de personas que han logrado crear videojuegos de inmensa calidad por sí mismos. Títulos tan celebrados como Undertale, Stardew Valley o Papers, Please caen en esta categoría, pero también el que nos ocupa, Tangledeep.
Impact Gameworks, o lo que es lo mismo, Andrew Aversa, es el responsable de este rpg de estética retro. Aunque se ha apoyado en diferentes freelancers para finalizar su obra, Andrew se ha encargado él solo de su programación, diseño y apartado sonoro, entre otras cosas. Su intención al crear Tangledeep es clara: ofrecer al jugador una experiencia estratégica desafiante centrada en lo puramente jugable, bebiendo de clásicos como Secret of Mana y Chrono Trigger, pero sin estancarse en el pasado. El resultado es un título conservador en sus mecánicas, pero profundo en su ejecución, conformando una experiencia dedicada a los amantes de los roguelikes y los dungeon crawlers.
Preparando el imparable ascenso a la superficie
Aunque Tangledeep cuenta con su propia historia, se trata de un simple recurso para poner en contexto al jugador. Al contrario que en muchos juegos de mazmorras, en este título nos encontramos bajo la superficie y nuestra intención es alcanzarla. Las personas de este mundo son conscientes de que proceden del exterior, pero llevan cientos de años viviendo en las profundidades por motivos desconocidos. El afán por descubrir nos lleva a querer ver el cielo por primera vez, pero para ello tendremos que atravesar Tangledeep, un misterioso laberinto repleto de criaturas fascinantes y biomas mágicos que cambia constantemente su diseño. Se trata de una trama simple, sencilla, que cumple su trabajo de forma eficaz, picando nuestra curiosidad e impulsándonos a descubrir qué es lo que se haya en lo más alto y qué nos llevó a refugiarnos.
Puestos ya en contexto, Tangledeep nos invita a elegir entre tres modos diferentes: Heroico, Aventura y Hardcore. Desde Impact Gameworks nos recomiendan disfrutar del juego en modo Heroico, donde nuestro personaje puede morir de forma permanente, aunque no perderá el progreso del pueblo principal ni los objetos que estén guardados en el banco. Se trata de una experiencia más desafiante que el modo Aventura, donde solo perdemos la mitad de nuestro dinero, puntos de trabajo y experiencia al morir, pero es cierto que se juega con más intensidad y refleja de mejor forma el tipo de videojuego que Andrew tenía en mente. Aun así, se agradece la posibilidad de elegir una dificultad más baja, o más alta en el caso de decantarnos por Hardcore, donde al morir perderemos absolutamente todo el progreso que hayamos hecho.
Un sistema de clases profundo y gratificante
Una vez elegida la dificultad, podremos elegir entre 9 clases diferentes, con la posibilidad de desbloquear 3 más a lo largo del juego. Nuestra protagonista será siempre la misma, una mujer a la que podemos poner el nombre que queramos (y cuya voz podemos escuchar en el tráiler del juego), pero cada profesión se diferencia lo suficiente la una de la otra como para ser variadas e interesantes. Podemos encontrarnos desde los trabajos más clásicos, como la cazadora o la paladina, hasta algunos más originales y creativos, como la floramente, que controla los poderes de naturaleza, o la guardiana de almas, una conjuradora que absorbe los poderes de los enemigos y utiliza armas a distancia.
Tangledeep nos indica con antelación qué clases son más difíciles de amaestrar, pero la clave consiste en ir cambiando entre ellas a lo largo de la partida. Esto nos permite personalizar nuestro personaje con más de 100 poderes diferentes, proponiendo diferentes estilos de juego que se ajusten más a nuestras preferencias personales. Resulta muy gratificante poder tener, por ejemplo, una maestra de artes marciales que cuenta con canciones para mejorar sus estadísticas temporalmente y que además pueda invocar mascotas. Teniendo en cuenta la opción de jugar con permadeath, este sistema de progresión nos invita a experimentar constantemente, aprendiendo de nuestros errores y ajustando nuestra build entre muerte y muerte.
Río de Piedra, nuestro santuario en las profundidades
Con nuestro personaje ya creado, veremos por primera vez nuestro asentamiento principal, Riverstone, que servirá como punto de partida de la aventura y que será clave para nuestro progreso. Aquí es donde encontraremos a la inmensa mayoría de NPCs de Tangledeep. A través de diálogos encantadores y con algo de humor, cada uno nos irá explicando su papel en este mundo (aunque solamente en inglés, aunque hay un parche en camino para añadir nuestro lenguaje). Al ser muy pocos los personajes que conoceremos, Andrew se ha encargado de que todos tengan su importancia y aporten su granito de arena al juego.
Así pues, nos encontramos tanto con los NPCs más clásicos (mercader, banquero, sanador) hasta otros más interesantes como la recolectora de rumores, que nos ofrecerá misiones aleatorias. También conoceremos a otros personajes como Langdon, una rana antropomórfica que nos ofrece plantar semillas mágicas que iremos encontrando por Tangledeep en su huerto para más tarde recolectar sus frutos, o Jesse, la dueña del corral de monstruos donde podremos cuidar de las criaturas que capturemos a lo largo de nuestra aventura. Mención especial merece Mir, el pájaro chapucero que nos presentará una de las actividades más interesantes de Tangledeep: el Lanzador de Sueños. Esta máquina antigua nos permite mejorar una pieza de nuestro equipamiento si superamos una serie de niveles procedurales de gran dificultad, culminando en una batalla contra un jefe final.
Explorando Tangledeep, una actividad imperfecta pero entretenida
El grueso de la aventura transcurre en Tangledeep, donde iremos ascendiendo poco a poco a la superficie. El laberinto se divide en diferentes conjuntos de pisos que cuentan con sus propios ambientes y criaturas, además de sus respectivos jefes finales. Al generarse de forma procedural, cada vez que entremos a una instancia sin explorar, o volvamos a una zona previamente explorada en una anterior sesión de juego, descubriremos un escenario completamente nuevo.
De esta forma, en Tangledeep nos encontramos con mapas bien diseñados inconscientemente, con elementos que podemos aprovechar a la hora de luchar, pero también habrá aquellos que presenten picos de dificultad considerables. Más de una vez morí por quedarme rodeado de multitud de enemigos aparecidos prácticamente de la nada, creando escuadras que se compenetran entre ellas y contra las que nunca tuve una posibilidad. Resulta frustrante cuando esto ocurre, y más que un proceso de aprendizaje se siente como una decisión del juego para romper con tu progresión, una amenaza demasiado peligrosa cuando se juega con el permadeath activado. Desde Impact Gameworks deberían ajustar estos comportamientos de los enemigos ya que, por otra parte, a veces actúan de forma errática e irregular, producto de una inteligencia artificial que no está del todo pulida.
Respecto al sistema de combate, se encuentra intrínsecamente ligado con el movimiento de nuestro personaje. Todos los escenarios de Tangledeep (incluido Riverstone) se encuentran divididos en cuadrículas por donde nos podemos desplazar. A su vez, todos los personajes presentes en el mismo mapa se mueven al mismo tiempo que nosotros, por lo que cada acción que realicemos tiene una consecuencia inmediata en toda la estancia. Cuando se tiene en cuenta que los comestibles también actúan a lo largo de varias rondas, y que cada terreno cuenta con sus propias propiedades, cada decisión que tomemos resulta crítica. A pesar de que el combate sea por turnos, el ritmo del juego puede llegar a ser bastante rápido si lo deseamos, ya que no hay tiempos de carga entre turnos, lo que nos permite explorar con rapidez niveles donde no nos interesa luchar contra enemigos. De esta forma, la forma en la que progresamos por Tangledeep se ajusta a nuestra propia velocidad, y resulta muy gratificante cuando confluyen la lucha y la exploración.
Por esto mismo es una pena que tanto los efectos visuales y sonoros como los menús dejen mucho que desear. Los primeros informan bien de lo que ocurre en pantalla y nos obliga a mirar constantemente a la interfaz, mientras que los segundos cuentan con demasiados iconos y ventanas que bajan el ritmo de la partida por su incomodidad al navegarlos. Cuando nos encontramos en medio del combate, resulta exasperante tardar más de la cuenta en buscar y aplicar algún objeto, en vez de tenerlo a mano cómodamente.
Los maestros trovadores detrás de Tangledeep
Si hay algo que verdaderamente sorprende de Tangledeep es su banda sonora, compuesta por un conjunto de compositores de leyenda. En ella participan Grant Kirkhope, (Banjo-Kazooie, GoldenEye 007, Civilization: Beyond Earth), Hiroki Kikuta (Secret of Mana, Romancing SaGa, Atelier) y Noriniko Hibino (Metal Gear Solid 3, Bayonetta, Persona 4 Dancing All Night), además del propio Andrew Aversa, que ya trabajó previamente en títulos como Monkey Island 2 SE, ReCore o Soul Calibur V. De entre todos ellos, probablemente sea Hiroki Kikuta el que más haya influido, ya que la música de Secret of Mana se puede encontrar por todo este juego, algo lógico si se echa un vistazo a sus gráficos pixelados, que tratan de replicar el aspecto de los juegos de SNES de los 90. En este aspecto, Tangledeep se encuentra cómodo en su estética retro, aunque le falta detalle en algunos casos, sobre todo en Riverstone que podría haber contado con una ambientación más trabajada, con más colores y elementos mágicos. Aun así, la ambientación está muy lograda, y cumple su objetivo con creces.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.