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Embajador: Guillermo del Toro en videojuegos
El intento de P.T. Silent Hills
Guillermo del Toro es un amante de los videojuegos
“Si no te gustan, o crees que no te gustan los videojuegos, te invito a que busques Shadow of the Colossus o Bioshock y los pruebes. Podrás ver que son una forma de arte, y cualquiera que diga lo contrario está equivocado. Es una forma de arte narrativo”. Estas palabras las pronunció Guillermo del Toro en el año 2010. El recién galardonado con el premio Oscar a mejor director por La forma del agua, también ganadora del premio a mejor película, se define como un “jodido amante de los videojuegos”. Esta es una muy buena noticia.
Guillermo del Toro no es el ganador de Oscar habitual, y La forma del agua tampoco es la típica película a galardonar. De igual forma, al director “oscarizable” habitual le costaría mucho decir que los videojuegos son arte. Pero Guillermo del Toro no es un director corriente. Quizá su premio va más allá de reconocer una carrera excelsa o un trabajo brillante, quizá implica el reconocimiento a nuevos géneros, como la fantasía, habitualmente despreciados en los grandes certámenes.
Lo cierto es que Del Toro es un cineasta querido en el fandom. Querido entre los aficionados al cine de fantasía o ciencia ficción, porque con obras como La forma del agua, El laberinto del fauno o Pacific Rim se ha ganado la devoción. Querido también entre los aficionados al cómic, ya que las dos cintas de Hellboy son referenciales. Querido, obviamente, entre los amantes de los videojuegos, justo por declaraciones como las que comenzábamos transcribiendo.
Un aliado para el reconocimiento del medio
Sin entrar en el debate de si los videojuegos son arte o lo dejan de ser, en lo que podemos estar de acuerdo es que se trata de una forma de expresión que entre la población general no goza del reconocimiento del cine o la literatura. No goza por ahora, ya que el hecho de que Del Toro se cuele en los círculos de mayor reconocimiento, como los Oscar, constata a una visión más aperturista respecto a los medios de expresión, que arroja esperanza sobre los videojuegos también.
La historia de Del Toro con los videojuegos ha sido la del desamor. Siguiendo su trayectoria, rápidamente se aprecia que nos parapetamos ante una mente inquieta. Ha abierto y dejado en trance más proyectos de los que serían deseables. Él era el llamado a dirigir El Hobbit, por ejemplo, y se bajó del carro a medio camino. Lo mismo sucede con Lovecraft. Ha prometido siempre adaptaciones del autor, y su promesa sigue a la espera. Con videojuegos, lo ha intentado varias veces, y normalmente por circunstancias ajenas a él, sus planes se han visto truncados una y otra vez.
Las declaraciones transcritas al inicio del artículo se realizaban en el contexto de Insane. Antes de que THQ echase el cierre, Del Toro tenía en producción un juego de terror llamado Insane, del que nunca hubo grandes detalles más allá de que su firma en él era muy marcada. El director es amante del horror, de lo oscuro y de lo tenebroso, por lo que el género del terror de corte más psicológico parecía su escenario proclive. Pronto llegó la quiebra de THQ, y el juego quedó huérfano y cancelado.
Con Insane fuera de juego, las ideas bullían en su cabeza, y así entra en contacto con Hideo Kojima. Kojima es un gran fanático del cine, por lo que rápidamente se forjó una profunda amistad entre ambos, que dio lugar a una alianza para, junto, crear P.T. Silent Hills. Kojima haría las veces de director en primera línea de fuego, mientras que Del Toro trataría de aportar su visión sobre el género aprovechando también ideas de Insane. Cuando el hype estaba por las nubes, Kojima y Konami rompen relaciones y P.T. queda también cancelado.
En este momento Kojima guarda silencio. Nunca se ha pronunciado respecto a su salida de Konami abiertamente. Sin embargo, Del Toro no tiene pelos en la lengua ni nada que perder, y ya iban dos cancelaciones. El mexicano cargó ferozmente contra la compañía japonesa, y su desencanto se fraguó de manera tan profunda que afirmó que no volvería a intentarlo en videojuegos. Su “fuck Konami” ya es parte de la historia. Ahora le podemos ver en Death Stranding, pero su papel es de un actor más en la trama, y no está implicado, al menos de manera oficial, en el proceso creativo de desarrollo.
Una oportunidad perdida (o aplazada)
Ahora mismo Guillermo del Toro se encuentra en una situación de privilegio, ya que puede hacer exactamente la película que le venga en gana. Pensar en que deposite su trabajo sobre un videojuego no parece muy probable bajo esta situación, ya que sería errático cambiar de campo en el momento de máximo reconocimiento. Sin embargo, recordar que Del Toro es una mente inquieta, así que nada se puede descartar. Por lo pronto, Guillermo del Toro es posiblemente el aliado más valioso que el videojuego tiene hoy día como medio de expresión. Un embajador.
- Aventura
Silent Hills P.T. a cargo de 7780s Studio, es una demo para PlayStation 4, una aventura de terror que sirve como teaser de un nuevo proyecto cancelado de Silent Hill a cargo de Hideo Kojima y Guillermo del Toro con Norman Reedus como protagonista.