Payday 2
- PlataformaNSW63608PC8PS38
- GéneroAcción
- DesarrolladorOverkill Software
- Lanzamiento13/08/2013 (PC)16/08/2013 (360, PS3)22/02/2018 (NSW)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- Editor505 Games
Payday 2, Análisis Nintendo Switch
Payday 2 llega a Switch casi cinco años después de lanzarse en PC. Los años no han pasado en balde para el juego de OVERKILL, pero incluye novedades como un nuevo personaje, multijugador local, y por supuesto, la posibilidad de jugarlo en cualquier lugar.
Payday 2, Análisis Switch
Casi cinco años tras su lanzamiento en PC, OVERKILL y Starbreeze han decidido lanzar Payday 2 en Nintendo Switch después de que el título haya pasado por la gran mayoría de plataformas de la anterior y la presente generación. Como viene siendo habitual en los ports para la consola híbrida, esta versión tiene como principal reclamo la posibilidad de jugarla tanto en casa como en el metro, pero se ve claramente que los años no han pasado en balde para el juego de atracos por excelencia.
Payday 2 es un juego eminentemente cooperativo donde hasta cuatro jugadores tienen que coordinarse para llevar a cabo robos en distintas localizaciones, que van desde forzar y saquear el contenido de la caja fuerte de un banco a asaltar un avión repleto de palés con dinero, lanzarlos a tierra firme y caer en paracaídas para recoger los montones de dólares desperdigados mientras hacemos frente a oleadas de policías.
Aunque se esfuerce al principio de las misiones en recordarnos que podemos completar la misión (o al menos, varias fases de ella) en sigilo, lo cierto es que cada partida se convierte en una versión descafeinada de Left 4 Dead. Jugar sin ser detectados por las cámaras de seguridad o por un guardia es bastante difícil si vamos en solitario, pero prácticamente imposible jugando online ya que cada uno irá por su cuenta, priorizando el completar la misión lo antes posible en lugar de hacerla lo más divertida que se pueda. El motivo de esto es que Payday 2 en Switch no tiene chat de voz, y aunque jugando con tus amigos siempre puedes tirar de aplicaciones externas como Discord, al jugar con extraños no existe esa posibilidad. Otra solución es usar la conexión en red local con otras tres Nintendo Switch, una de las novedades de esta versión, pero es cierto que rara vez se dará el caso en que se junten cuatro amigos con la consola y con el juego en la misma habitación.
Por lo tanto, dado que en la mayoría de ocasiones una cámara de seguridad ve a alguno de los jugadores, y en otras tantas al matar al primer guardia de seguridad no se preocupan de responder al comunicador de este para decir “todo está bien”, al final acabamos jugando misiones de entre 20 y 40 minutos aproximadamente donde constantemente estamos enfrentándonos a una horda incansable de policías, miembros del FBI, equipos antidisturbios, francotiradores y otros enemigos no demasiado variados mientras tratamos de cumplir los objetivos (abrir con un taladro la cámara acorazada, explorar el escenario para conseguir los objetos que hay que llevar a la furgoneta de escape, etc.). Y sin prestar demasiada atención a las personas que están en el parque o en el banco donde transcurre la acción, masacradas por la lluvia de balas de ambos bandos a pesar de que, con coordinación, podríamos preocuparnos de llevarlos a un lugar seguro y no sufrir las penalizaciones de final de misión que a buen seguro tendremos al terminar la misma.
Que la jugabilidad acabe basándose en masacrar cuerpos policiales es un problema cuando ves que los años no han pasado en balde para las respuestas de las armas, que a pesar de haber muchas y variadas, todas dan la sensación de no tener la fuerza que deberían, ya sea por la respuesta visual o por la sonora. Tampoco ayuda que la inteligencia artificial, sin importar la dificultad en la que juguemos las misiones, no es precisamente avispada, pues no es raro encontrarnos a policías esperándonos tras una puerta dándonos las espaldas o ver a comandos enteros esperando a ser masacrados en el punto en el que aparecen.
La calidad de las misiones, tanto de las originales como las pertenecen a parches gratuitos lanzados anteriormente en el resto de plataformas, es bastante dispar. Algunas de ellas están repletas de situaciones distintas, como investigar un lugar, encontrar una cámara acorazada que tendremos que taladrar (una vez activada la herramienta, tendremos que enfrentarnos a hordas mientras prestamos atención para que no se quede bloqueada), ir sacando entre todos los objetos de su interior, llevarlos a un punto seguro, encontrar una vía de escape y acabar huyendo en una lancha motora. Otras, incluso aquellas que prometen más complejidad al realizarse en varios días distintos, son más básicas, como robar el contenido de dos furgonetas de seguridad y llevar el botín al vehículo de huida mientras matamos a oleadas de enemigos. En ocasiones, presentan pequeños puzles a resolver con notas en la pared, con códigos de colores que marcan el camino o con puertas cerradas que no podremos forzar solo se pueden abrir con una tarjeta.
En ocasiones, esto último añade más frustración que complejidad. Esto se debe a un apartado visual que, aunque se muestra a máxima resolución tanto en televisor (1080p) como en portátil (720p), tiene bajadas de frames habituales, las animaciones se notan vetustas, y se muestra muy oscuro por una paleta de colores poco contrastada; muchas veces nos costará ver a un enemigo que está a apenas unos metros de nosotros porque se “funde” con el entorno, y más problemático es cuando tenemos que encontrar una tarjeta en un escenario en el que no se aprecia la diferencia entre atrezo y objetos importantes. Muchas veces nos veremos dando vueltas sin sentido para coger algo frente a lo que hemos pasado en varias ocasiones. El agobio de sentirnos perdidos no se atenúa con una banda sonora, compuesta por sintonías synthwave y dubstep, que acaban cayendo en la repetición constante a lo largo de la misión.
El objetivo final de las misiones es aumentar nuestra cuenta corriente, dinero que utilizaremos en uno de los puntos más llamativos del título: la personalización de los personajes. Cada uno de ellos tienen sus propias habilidades (hay uno nuevo, Joy, con la que solo puedes jugar en esta versión de Switch) y se pueden personalizar con una gran cantidad de máscaras, aunque habrá que pasar por caja (con el dinero del juego) para conseguirlas. Pero la personalización va mucho más allá. Hay una ingente variedad de armas, aunque no todas presentan la suficiente diferencia jugable. Cada una tiene sus propios accesorios, desde culatas a mirillas, pasando por compensadores y, sobre todo, colores para su diseño. Para conseguirlas todas habrá que gastar muchos dólares y subir muchos niveles y, por lo tanto, hacer muchas misiones.
A pesar de que el tiempo ha hecho mella en Payday 2 por todos los fallos comentados, en más de una partida nos hemos visto totalmente sumergidos en la misión, colaborando con nuestros mudos compañeros, planeando estrategias mentalmente que de vez en cuando salían bien, y viviendo huidas llenas de adrenalina. Para el fan de Payday, o para aquel que sepa que siempre va a tener algún amigo con quien jugar, esta versión es una propuesta como ninguna otra en el catálogo actual de Switch, aunque nos parece poca excusa para justificar un precio que duplica al del resto de plataformas.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.