Bridge Constructor Portal, Análisis

Puentes entre portales

“Hay quien afirma que el puzle es tan antiguo como los cultos al misterio. Ambos están íntimamente relacionados, hasta el punto de que obedecen a la misma motivación: generan un sentimiento de suspense que a su vez crea la necesidad de aliviarlo”. Esta es la frase introductoria de la sinopsis del nuevo libro escrito por Marçal Mora, Rompecabezas: cinco décadas de videojuegos y puzles (Héroes de Papel, 2017). En pocas líneas se subrayan dos puntos a tener en cuenta: por un lado, el origen remoto del puzle; por el otro, la sensación que nos come por dentro, esa que no desaparece hasta que logramos desentrañar el rompecabezas. El mismo término—el de rompecabezas—es una bonita metáfora de lo que supone solucionar un puzle, un ejercicio intelectual que no culmina hasta que se enciende la chispa en nuestro cerebro.

“Los primeros puentes de la historia fueron hechos por la naturaleza; tan simple como un tronco caído sobre un arroyo”, escriben en Arkiplus, una web especializada en artículos de arquitectura. El hombre primitivo debió de construir “tramos de troncos o tablones de madera” para más tarde utilizar piedras como material y vigas trasversales con las que se atravesaban los arroyos. La historia de los puentes es, por tanto, tan larga como la existencia del ser humano, incluso más si nos atenemos a la inconmensurable labor de la madre naturaleza.

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Aperture Science abrió sus puertas en 1953 como empresa dedicada a la fabricación de cortinas de baño. Más tarde, con el paso del tiempo, desarrolló la tecnología más avanzada de teletransporte, superando así a su rival directo, el laboratorio Black Mesa. En la ficción de Valve, los portales que conectan diferentes lugares son una realidad del día a día.

Pese a que la serie Portal, reconocida por su genialidad, fue una apuesta innovadora, la tercera entrega no ha llegado y no hay visos de que lo haga. Gabe Newell, cofundador y director general de Valve, no parece estar por la labor de encaminar los pasos de la empresa hacia el desarrollo de videojuegos, puesto que los esfuerzos de los creadores de Half Life están centrados en la plataforma Steam. Por eso, cuando se anunció el regreso de Portal, muchos quedaron decepcionados al descubrir la naturaleza del nuevo título: un juego de puzles que consiste en construir puentes para enviar al vehículo de pruebas (o al convoy entero) de un punto A a un punto B.

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Los conductores preparan sus vehículos. Los puentes ya han sido construidos y el tránsito es, en apariencia, seguro. Salen a través de un túnel y pasan por la primera pasarela sin sobresaltos. Después, se encaminan hacia el portal y caen sobre una plataforma que los hace revotar y los catapulta a una zona superior. Allí, atropellan a las torretas que les disparan y escapan por el túnel de salida. Este es el final feliz, el que todos queremos ver. Sin embargo, cualquier error en el diseño de los puentes abocará a los pobres pilotos a una muerte prematura.

Bridge Constructor Portal tiene mucho más de Bridge Constructor que de Portal. Mantiene la ambientación y los personajes de la serie de Valve, pero su núcleo jugable difiere. Elementos como los portales, las torretas o los geles están presentes, al igual que GLaDOS, la ácida inteligencia artificial que lo mismo le da que muera un Bendy (las siluetas oscuras) o el convoy al completo. Sus comentarios crueles y retorcidos hacen asomar la sonrisa en no pocas ocasiones.

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Como decíamos, el objetivo del videojuego es superar una serie de puzles (60 en total) que van aumentando en dificultad a medida que avanzamos. El nuevo trabajo de ClockStone es, en cierta manera, una simplificación de las mecánicas de los Bridge Constructor originales. Disponemos de menos materiales para edificar y los fondos son ilimitados, por lo que el derroche de recursos no impedirá que superemos el nivel.

En cada una de las fases tendremos que emplear los puntos de suspensión diseminados por el mapa, que se representan en color naranja. Partiendo de esa base, podremos empezar a erigir nuestros puentes. Para que la plataforma se sostenga, es necesario posicionar los soportes con precisión milimétrica. Básicamente, existen dos formas de evitar que los puentes caigan al vacío: entrelazar vigas en posición triangular y colocar cable de acero en los enganches. Claro que hay más factores a tener en cuenta, entre ellos, el peso de los vehículos. Si la estructura es endeble, tal vez soporte el paso de un único coche, pero cuando el convoy pase como una exhalación, la posibilidad de que los pobres Bendy acaben en el otro barrio aumentará considerablemente.

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En este punto es importante destacar el extraordinario uso de las físicas. El rompecabezas se complica porque no solo hay que construir en los lugares adecuados, sino que deberemos tener en cuenta todos los elementos del mapa: portales, geles, enganches, botones (nos sirven para liberar bloques que a su vez abren puertas al caer sobre otro activador), etc. Calcular bien el salto o determinar el lugar donde va a rebotar el vehículo es crucial. De igual modo, los portales y las amenazas en forma de torretas o láseres ponen a prueba al jugador y hacen que se coma la cabeza a la hora de diseñar sus estrategias. Bridge Constructor Portal es un título de ensayo y error: prueba, corrige, prueba de nuevo.

El control, que funciona de maravilla en dispositivos móviles, presenta algunas carencias en su adaptación a PC. La desarrolladora se ha decantado por ceder todo el protagonismo al ratón. Esta decisión, por desgracia, no ha sido acertada. Mover estructuras ya creadas es engorroso porque se hace manteniendo el botón izquierdo del ratón; con ese mismo botón, aunque sin dejarlo pulsado, también se eliminan las vigas ya construidas. El problema es que a veces queremos realizar una acción y ejecutamos la no deseada. Por fortuna, la opción de deshacer está activa en todo momento, así que siempre es posible volver atrás.

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Bridge Constructor Portal luce unos gráficos 2D bonitos y funcionales, con una ambientación que convence. La música, en cambio, resulta bastante anodina porque la variedad de temas es muy escasa. Más allá del apartado técnico, lo nuevo de ClockStone es una experiencia desafiante que entretiene de principio a fin. Pese a que no existe una única solución para superar los retos, el nivel de precisión exigido es alto. Esto puede echar para atrás a los más impacientes. Los demás, disfrutarán de un juego largo y divertido. 

Versión analizada: PC