La difícil realidad de PS Vita, ¿es posible comprarla?

Tanto talento y tan poco provecho, la situación actual de PS Vita

PlayStation Vita nació en febrero de 2012 en Occidente como la portátil definitiva, la consola que haría las delicias de los por aquel entonces usuarios de PlayStation 3. Si PSP fue la materialización más que digna de una PS2 de bolsillo, con proyectos de sorprendente calidad técnica como los God of War, por citar solo un par de ejemplos, la inicialmente conocida como NGP demostró desde su lanzamiento que obras como Uncharted: Golen Abyss, WipEout 2048 o los port de Marvel vs. Capcom 3 y Virtua Tennis 4 iban a poner el listón muy alto, que Nintendo 3DS podía ir planteando en reinterpretar su estrategia porque si no iban a sufrir un duro varapalo.

Pero la historia fue bien distinta. Vita cuenta con obras increíbles, desde novelas visuales como Steins;Gate pasando por numerosos JRPG, plataformas como Tearaway y un compendio de indies para quitarse el sombrero. No es apresurado recomendar su compra, precisamente por la cantidad de títulos que tiene a sus espaldas. Le faltó apoyo, pero en lo que respecta a títulos de desarrollo propio para el interés del jugador occidental. En Japón ha tenido un recibimiento mucho mejor, con un ritmo de ventas notable o por lo menos estable en el archipiélago.

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Ahora bien, ¿qué pasa en Occidente? Más concretamente, en España. ¿Es posible comprar a día de hoy una PS Vita nueva? Es importante el matiz: nueva a estrenar. Si acudimos a una de las conocidas cadenas de compraventa de videojuegos, como CeX, Cash Converters o GAME, es posible ver PS Vita tanto en el modelo original (el bueno, el que dispone de una pantalla OLED que incluso a día de hoy sorprende por su calidad) como el Slim (con pantalla LCD) por precios que oscilan desde los 99 hasta los 130 euros.

La especulación acecha

La piratería está acechando duramente a la consola, con una escena que ya ha conseguido sacarle provecho a la máquina con homebrew y también con software con derechos, es decir, con copias ilegales; algo que está detonando en una especulación creciente debido a que según la versión del firmware se pueden hacer según qué cosas. La situación de PS Vita en nuestro país y el resto de Europa es doblemente complicada, por tanto, pues por un lado Sony no despacha nuevas unidades –no podemos confirmar que se haya descatalogado oficialmente porque no hay comunidados que respalden esa información, por otro lado algo obvia-, y por otro que las pocas que hay de segunda mano en buen estado empiezan a tener precios desorbitados en el modelo original por su baja disponibilidad y por todas las posibilidades que ofrece en aquellos que busquen ir “más allá”.

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Imposible encontrarla en tiendas

Durante la última semana hemos acudido a diferentes cadenas de tiendas, desde Media Markt hasta GAME pasando por Carrefour, el Corte Inglés, Alcampo, Worten y Toy’s R Us, conocidos grandes establecimientos donde sí había unidades de cualquiera de las otras consolas actuales de esta generación, pero no ésta. También hemos consultado en portales como Amazon o Xtralife la disponibilidad de cualquiera de los modelos de PS Vita nuevos con el mismo resultado, algo que pone en relieve que la potente portátil nipona lleva ya unos cuantos meses sin unidades en stock más allá de lo que tenga acumulado una superficie. Importar una versión japonesa con alguno de los colores exclusivos de dichas tierras puede superar los 260 euros al cambio.

Recomendamos por tanto que, si tenéis suerte, echéis un vistazo en vuestra tienda de confianza para ver si queda algún pack, pues quizá os llevéis una grata sorpresa incluso con el precio. En conocidos foros se han visto usuarios que han comprado la consola por menos de cien euros, una cantidad irrisoria para una máquina así asumiendo que venía con juego y tarjeta de memoria.

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El problema mayúsculo: las tarjetas de memoria

Y he aquí el otro gran problema de PS Vita: el precio de las tarjetas de memoria. Si nos pasamos por Amazon, por ejemplo, vemos que una tarjeta de 16GB cuesta 44 euros; el precio de la tarjeta de 64GB mejor no lo comentamos. Esto dificulta enormemente ya no solo la accesibilidad de la plataforma en sí sino su disfrute. Tener una tarjeta propia de la consola de alta capacidad es enormemente recomendable para almacenar más juegos, que no pesan precisamente poco, pero a estos precios se hace harto complicado tener más de una decena de títulos que no sean de corte independiente.

Esta es la dura realidad de PS Vita en pleno verano de 2017, una consola con todavía gran potencial, un catálogo mucho mejor de lo que parece pero que, por desgracia, su abastecimiento dejó de tener un compromiso con el consumidor y sus accesorios y tarjetas de memoria alcanzan precios prohibitivos para la mayoría de bolsillos.

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