Análisis de LawBreakers

Vivimos una pequeña época dorada para los amantes de la sinfonía de plomo. Desde títulos que plantean mecánicas más clásicas hasta las nuevas ramificaciones enfocadas a la experiencia multijugador. En el caso que nos ocupa, los denominados Hero Shooters se han perfilado como la principal atracción de la escena competitiva en los últimos años. La influencia de los MOBA, unida a la experimentación de varias ideas en el pasado, ha permitido que hoy en día prolifere una fórmula fresca, capaz de revitalizar los estándares en línea.

El estreno en solitario de Cliff Bleszinski tras su marcha de Epic Games apuntaba a maneras. Unas pequeñas pinceladas en forma de bocetos alimentaban las habladurías sobre qué cartas pondría sobre la mesa. En la otra cara se encontraba un First Person Shooter enfocado a la farándula online y que, a modo de As, propondría alternativas a las reglas que franquicias como Unreal Tournament o Quake asentaron antaño, pero conservando todo su buen hacer. Con el gamberrismo por bandera, así nacería LawBreakers.

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Duelo a muerte

Renovar lo establecido sin olvidar las raíces. Esta frase resume a la perfección el propósito por el que LawBreakers ha llegado al mercado. No nos encontramos ante otro Hero Shooter más, sino que demuestra tener la suficiente personalidad propia como para desmarcarse del resto de la competencia. Bien es cierto que sobre el papel no difiere mucho de las descripciones de otros proyectos, pero al rascar sobre la superficie sus virtudes comienzan a relucir en esta reinterpretación del clásico héroes contra villanos. Cinco contra cinco en una batalla sin cuartel.

Tendremos a nuestra disposición un total de nueve clases diferentes, cada uno con sus propias características, habilidades y armas. No existe una división tradicional entre roles, ni tampoco un meta que exija establecer un número determinado de personajes del mismo tipo para poder combatir en igualdad. En LawBreakers nuestra pericia en el campo de batalla es el único factor que influirá en el hacer dentro del equipo. Una vez comencemos a experimentar entre los diversos modos de juego, encontraremos que en determinadas circunstancias o mapas convienen unos u otros.

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En un extremo encontramos a Assassin, la ágil espadachín que utiliza su daga de plasma como liana con la que atravesar grandes distancias o encaramarse cuerpo a cuerpo a un adversario. Un combo de su espada destrozará a quién se interponga en su camino, pero solo se activará a muy poca distancia. Además de la liana, podremos utilizar hasta tres evasiones seguidas que cuentan con tiempo de refresco por cada uso. Si la espada no es lo nuestro, podremos intercambiarla por nuestra escopeta; efectiva en encuentros cercanos pero, debido a su leve retardo entre el disparo y el recorrido de los perdigones, requiere de unas manos expertas para aprovechar todo su potencial. Cargando nuestra ultimate entraremos en un frenesí asesino, daga en mano, donde descuartizaremos a los rivales con el aumento de daño que recibiremos.

En el otro lado encontramos a Titan, el típico arquetipo fuerte, de gran salud y que porta un lanzacohetes como principal herramienta para mitigar al enemigo —también podemos utilizar su arma secundaria, una pistola de rayos, perfecta para encuentros cercanos—. Su lenta velocidad se ve recompensada por la efectividad al defender objetivos, pudiendo barrer a los jugadores de un solo plumazo gracias a su ultimate: Berserker. Ejecutándola nuestra vida se verá aumentada mientras lanzamos rayos letales desde las yemas de nuestros dedos.

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Entre estas dos se encuentran las otras siete restantes: puede volar por el mapa gracias a la torreta personal que hará las veces de mochila cohete, Vanguard; el más versátil, perfecto para todas las distancias, Enforcer; pistolero que requiere dominar perfectamente el tempo de disparo de sus dos pistolas —Alpha y Omega—, Gunslinger; una versión similar a Titan pero enfocado principalmente a sofocar situaciones de asedio enemigo con el uso de sus pantallas bloqueo, Juggernaut; el médico del equipo, puede enviar sondas a los aliados para proporcionar curación y escudos, Battle Medic; una especie de ninja centrado en las distancias cortas, Wraith; cuenta con un propulsor en cada pie con el que levitar por el mapa mientras hace uso de su láser continuo, Harrier.

Siempre que saltemos entre uno y otro tendremos que cambiar nuestra mentalidad hasta el momento, aunque se mantienen algunas similitudes como el número de habilidades activas disponibles: tres, incluyendo la ultimate. El empeño desde Boss Key Productions en ofrecer el máximo equilibrio posible permite introducir al jugador en un combate justo, donde los errores se pagan caros y las destrezas se recompensan. Bien es cierto que el ánimo por mejorar sigue presente, y el título no está exento de problemas. Juggernaut, por ejemplo, quizá se siente como la clase mas situacional. Su rango de combate es a muy corta distancia, en las zonas con gravedad no ayuda su escasa velocidad de movimiento. Quizá con algún arma complementaria pueda ser más útil en el equipo más allá de la parte defensiva.

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Cada partida en LawBreakers es una descarga de adrenalina. En velocidad de combate y cómo el gunplay afecta a la jugabilidad se asemeja a los buenos tiempos de marcas tan notorias como Unreal Tournament. Los vertiginosos giros de muñeca —o de pulgar con su llegada a PlayStation 4— marca de la casa siguen muy presentes en él, al igual que la demanda precisión milimétrica mientras lidiamos con nuestros perseguidores. Sencillo de jugar, difícil de dominar. Su curva de aprendizaje recuerda a la semilla plantada por aquellos títulos de la vieja escuela, donde la progresión tan solo consistía en mejorar día a día. Da igual el ratio de bajas y muertes, el número de puntos o el arma que utilicemos: lo único que importa es derrotar al adversario en un duelo con estilo. Para aliviar las sensaciones de hastío la compañía ha introducido las famosas cajas de suministros. Cuando subimos de nivel recibiremos una nueva, y al abrirla nos esperarán hasta cuatro nuevos objetos cosméticos: Skins, pegatinas, iconos de perfil... 

Domina la gravedad

Una de las principales características de LawBreakers es el uso de la gravedad como principal faceta con la que se moldea la jugabilidad. Todos los mapas cuentan con una zona central donde la gravedad permite volar a los jugadores, afectando a la movilidad e incluso a algunos objetivos. Unos roles son más propensos a beneficiarse de estas zonas por la agilidad con la que cuentan, pero otros tendrás que eludir lo máximo posible estas situaciones si quieren prevalecer. Alrededor de estas zonas encontramos unas esferas de energía gravitacional que nos permitirán, y nunca mejor dicho, gravitar a su alrededor para obtener un empujón de velocidad siempre necesario en estas circunstancias.

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Los tiroteos gravitatorios son uno de los momentos más divertidos que encontraremos en el juego. No serán los únicos momentos en donde este factor impactará en los enfrentamientos. Algunos clases cuentan con habilidades que despliegan nuevas zonas de gravedad de forma temporal. Es el caso, por ejemplo, de los Vanguard. Alrededor de donde ha desplegado su ultimate creará un campo de gravedad que puede pillarnos por sorpresa, o los Assassins, capaces de lanzar una granada que desvía los proyectiles de un sector, además de la levitación de otros cuerpos.

Contaremos con la posibilidad de disfrutar de ocho mapas, siguiendo un esquema de diseño simétrico, tamaño medio más cercano a pequeño. Los pasillos estrechos prevalecen como conexión a las estancias más importantes, principalmente donde se encuentran las bases de cada equipo y la zona central. Las sensaciones en líneas general son realmente buenas, el planteamiento de la gravedad es un recurso fresco que funciona a las mil maravillas y en ocasiones se puede jugar con el efecto para ganar velocidad al salir de su campo, como el uso de un impulsor o disparar hacia atrás para que la fuerza de los proyectiles nos de ese empujón extra que en determinadas modos de juego vienen genial. Aunque la rotación no siempre funcione como debería, todos los mapas son compatibles con la totalidad de los modos de juegos disponibles; sin embargo, algunos son más propensos a aparecer en algunos niveles que en otros.

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Hablando de los modos de juego, la elección no ha podido ser mejor en cuanto a variedad. La mayoría proponen alternativas a los clásicos rey de la colina y captura en general. Uplink y Overcharge llenan ese último cupo. En el primero, una antena de radio aparecerá en la zona central dispuesta a ser capturada por un equipo. Cuando nos hagamos con ella, debemos llevarla hasta nuestra base para así llenar su medidor. Si el enemigo nos la roba y la consigue introducir en su base, nuestro progreso permanecerá hasta que la captura se llene y aparezca otra nueva. Overcharge es parecido, salvo con la particularidad de que el medidor es único. Es decir, el progreso es el mismo independientemente de qué equipo lo haya realizado. Para alcanzar la victoria en ambos modos, un equipo ha de realizar tres capturas.

Por otra parte se encuentran Occupy y Turf War, variantes del siempre efectivo Rey de la Colina. Quizá sea Occupy el más clásico de los cinco. Una zona aparecerá marcada en el mapa durante un tiempo limitado. Los equipos deberán entrar en él para sumar puntos a su casillero. Cuando se termine el tiempo una nueva zona se habilitará, rotando por diferentes puntos en un ciclo establecido. El equipo que alcance 200 puntos se llevará la partida. Turf War, en cambio, es una pequeña partida de ajedrez. Tres zonas se encuentran desbloqueadas para su captura, una vez un equipo capture una se sumará a su casillero, bloqueándose al momento. Cuando las tres hayan sido reclamadas se iniciará un nuevo conteo para la próxima ronda, todo sin dejar de jugar. Así hasta que un bando llegue a 16.

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Por último está el que quizá sea el modo más atractivo en lo jugable: Blitzball. Esta reconversión  gravitatoria de un partido de fútbol americano es el que pondrá a prueba las competencias del equipo. Una bola aparecerá en la zona central hasta que un jugador se haga con ella, cuando deberá marcar en la portería rival, ocupada cerca de su base. Tendremos un tiempo limitado para hacerlo, en caso contrario explotará encima nuestra. El uso de las habilidades como impulsores, más que como un método de eliminación, es clave para regatear a los defensores.

Estabilidad por encima de poderío visual

La llegada de LawBreakers a la familia de consolas PlayStation 4 fue toda una sorpresa para la comunidad. Las dudas en torno a su traslado eran obvias, una fórmula tan arraigada en ordenador precisa de ajustes personalizados para esta versión. Desde Boss Key Productions lo han resuelto con bastante acierto, dejando al jugador que elija una serie de opciones clave para acomodarse a la experiencia, como el campo de visión. Tras cambiar la sensibilidad de la cámara cambia por completo la navegabilidad por los escenarios, siendo necesario para adaptarte a la vertiginosa velocidad de los tiroteos —casi a la misma escala que en la plataforma principal—. En cuanto al apuntado sí es cierto que han recurrido a las ayudas clásicas al entrar la mira en el campo de detección rival. Al principio choca la agresividad de este suplemento, esperábamos una técnica parecida a la utilizada en Halo 5: Guardians, donde el autoapuntado está en un equilibrio casi perfecto entre el recorrido del stick y el magnetismo de las balas.

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En los meses previos a su lanzamiento, la compañía solía aludir a la sólida infraestructura online de la que haría gala el juego una vez llegara a nuestros hogares. Estos comentarios suelen ser la típica línea promocional de todo proyecto multijugador, pero ha sido agradable encontrarnos con las promesas cumplidas. El trabajo depurando el código en línea ha dado sus frutos. Puede apreciarse en la detección de los impactos, sin pérdida de paquetes por el camino. Es todo un lujo encontrarse con un multijugador que funciona tan bien en este sentido.

Hay que hacer un pequeño parón en rendimiento. El objetivo del ratio de fotogramas en consola está en sesenta imágenes; sin embargo, en el modelo básico de PlayStation 4 fluctúa constantemente hasta cifras cercanas a los 30-38 fotogramas. Esto no debería perjudicar en un solo sistema, pero con la entrada de PlayStation 4 Pro las cosas cambian. En ella casi en la totalidad de la experiencia se mantiene en el objetivo, lo que puede proporcionar una pequeña ventaja si el rival se encuentra en la versión básica. No nos gusta esta disparidad de experiencias en un mismo ecosistema, por lo que quizá se pudo hacer algo más. 

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Unreal Engine 4 ha sido el motor elegido sobre el que construir el conjunto. No es el mejor ejemplo para mostrar un gran baluarte visual, pero el resultado ha sido correcto. Como último apunte, tanto voces como texto se encuentran en completo inglés. La no localización del juego a nuestro idioma no supone una barrera tan grande al ser un producto enfocado al multijugador. El número de jugadores en la comunidad de LawBreakers no es que sea muy alto en estos momentos. En la versión para Steam las cifras varían entre el medio millar casi a cualquier hora del día. En la versión de consola, al menos en el servidor Europeo, no se siente una falta palpable de rivales. La búsqueda de partidas se realiza rápidamente; en cuestión de medio minuto estamos eligiendo nuestro rol a desempeñar. Bien es cierto que en alguna ocasión, sobre todo cuando alguien se va desde el punto de encuentro, tendremos que esperar en la ronda de calentamiento hasta que se rellenen los huecos, pero no es algo que ocurra con asiduidad. En la actualidad se puede disfrutar del juego sin problemas.

El juego ha sido analizado con un código para PS4